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Guardian Deluxe

Guardian Deluxe

Status: En proceso
Genre:Romance / Aventura / Intrigante / Madre por contrato / Venganza de la protagonista / Supersistema
Popularitas:261
Nilai: 5
nombre de autor: John Ander Giraldo

En un mundo dominado por entidades poderosas, los humanos se han refugiado en colonias protegidas por los Guardianes Deluxe, seres dedicados a defender el imperio y luchar contra la vil tiranía. En una colonia particular, la princesa Meily busca expandir su reinado y mejorar sus tierras, luchando personalmente en el campo de batalla. Su ansiedad se disipa momentáneamente cuando un día encuentra a dos Guardianes Deluxe que cambiarán su vida para siempre.

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Rumbo

Toffie llegó, posicionándose frente a Aka, blandiendo una katana de empuñadura dorada.

—Hicieron bien en aguantar. Ahora me encargaré yo —dijo Toffie con una voz calmada y una mirada inexpresiva, sin mostrar temor ni emoción al enfrentar una calamidad.

—Vaya, parece que me he descuidado —mencionó Ronan.

Toffie no esperó y se lanzó al ataque contra Ronan a una velocidad increíble. Ambos combatientes se movían rápidamente, saltando de un lado a otro. Aka, aún consciente, no podía seguirles el ritmo con la vista. Cada choque de la katana de Toffie contra las púas de Ronan creaba ondas de choque, demostrando un nivel de poder exorbitante. En un momento, Aka vio cómo se detenían en el aire, y Ronan miró directamente a los ojos de Toffie.

—¡Oh no! Lo atrapó —pensó Aka, pero Toffie no resultó perjudicado por esa habilidad.

—Así que detrás de esa cara seria se encuentra una voluntad decidida... —pensó Ronan.

En ese momento, los Guardianes Deluxe de la capital Cuervo llegaron para socorrer al resto del grupo y a su príncipe, Carlos, quien había permanecido oculto. De inmediato, comenzaron a atender a los heridos, incluyendo a Aka. Mientras era cargado, Aka notó cómo Ronan se escapaba, pero en un momento Ronan se volvió y sus ojos se encontraron con los de Aka, invadiéndolo con su habilidad. En esa fracción de segundo, Ronan le dejó un mensaje telepático a Aka:

—Has logrado sobrevivir para ver el sol un día más. Te dejo un pequeño regalo por lograr tal hazaña. La próxima vez que nuestros caminos se crucen, será la última vez.

Aka solo vomitó y cayó rendido ante la situación.

Al día siguiente, Markel se despertó en una camilla.

—¿Qué pasó? ¿Están todos vivos? —se preguntó.

—Ya despertaste, ¿cómo te sientes? —preguntó una enfermera que se encontraba a su lado.

—Bien, muchas gracias. ¿Dónde están los demás? —preguntó Markel.

—Sígueme —le dijo la enfermera, y él la siguió.

En la sala, Markel vio a todos vendados: Meily, Aka, Alex y Ane. Ane aún estaba en la camilla en recuperación, pero parecía estar consciente.

—¡Markel! —gritó Meily, levantándose para abrazarlo. Markel le correspondió el abrazo, sintiendo alivio al ver que todos estaban vivos.

—Joan no lo logró —dijo Aka, sentado con vendas y una expresión seria.

—No fue tu culpa, Aka —le dijo Ane.

—De algún modo, él reaccionó para patear el balón de fuego y dirigirlo hacia mí, pero no pude ganarle. No pudimos darle ni un solo golpe —dijo Aka, melancólico.

—Estas bromeando? tienes idea de lo que acaba de suceder? estamos vivos, hemos sobrevivido a un enfrentamiento contra una calamidad, siquiera analizas eso exactamente? entiendes lo que eso significa? es increíble que te sientas mal líder Aka  — exclamó Alex visiblemente indignado

—Es una calamidad... no tenemos mucha información sobre ellas —trataba de consolarlo Meily, pero en ese momento la presencia de alguien en la sala dejó a todos estupefactos.

—¡Toffie! —gritó Ane. Toffie entró con la misma mirada seria, pero más relajado.

—Princesa Meily y... Monarca sustituta, ¿cierto? —preguntó Toffie.

—Solo princesa, por favor —dijo Meily, avergonzada.

—No logré acabar con la vida de la calamidad y logró escapar. Espero que me perdonen —exclamó Toffie.

—Guardianes Deluxe de la capital Fénix, acaban de sobrevivir ante una calamidad, incluso contra alguien que poseía un Shadow. Estoy seguro de que entienden el gran logro que han alcanzado, ¿no es así?

—Pero no ganamos, ni siquiera pudimos acertarle un golpe y dimos todo lo que teníamos —dijo Aka.

—Claramente, él solo jugó con ustedes. Una calamidad es más peligrosa de lo que aparenta, pero el simple hecho de que hayan salido vivos es un logro enorme. Nadie sobrevive a una calamidad. Siempre que llego ya es muy tarde. Únicamente murió un Guardián Deluxe de la capital Cuervo —mencionó Toffie mientras se dirigía a Aka.

—Gracias por reafirmar lo que decía — comentó Alex. Toffie tomó la mano y la volteó, revelando la marca que tenía.

—Esta marca en forma de estrella es muy peculiar. La he visto antes, pero no recuerdo dónde —mencionó Toffie.

—Es una marca que tengo desde niño. Hace unos días pude desbordar energía por ella, pero no sé cómo controlarla —dijo Aka.

—Bueno, eso te queda a ti: manejar tus emociones y descubrirlo por ti mismo. Como sea, solo vine a asegurarme de que estuvieran bien y felicitarlos. No tomen esta experiencia como un golpe de suerte, sino como un avance en su camino.

—Espera, señor Toffie, tengo una pregunta —dijo Meily—. Cuando los ojos de los Guardianes Deluxe se ponen blancos, ¿por qué sucede eso?

—Los Guardianes Deluxe, con todo respeto, podemos parecer perros obedientes, pero antes de ser mascotas, fuimos animales salvajes —mencionó Toffie, dejando atentos a Aka y Markel en especial—. Cuando conectamos con el entorno y logramos concentrarnos en un objetivo específico que requiere de toda nuestra energía, nuestros sentidos se agudizan, sentimos menos peso, menos sentido del deber y solo queremos saciar nuestra codicia. Es un sentimiento que libera nuestro ser salvaje, y en ese estado nos volvemos temibles. Pero para ello se necesita una emoción fuerte en concreto.

—¿Tú has accedido a ese estado? —preguntó Alex, pero Toffie no respondió al instante. Se tomó su tiempo para responder.

—Solo una vez —respondió Toffie de manera cortante.

—Me retiro. Guardianes Deluxe de la capital Fénix, espero mucho de ustedes —y con esas palabras se retiró del salón.

—Ooh, vaya, Toffie es tan lindo —mencionó Ane mientras ponía sus manos en sus mejillas.

—Se vio imponente —dijo Markel.

—Eh... ¿ustedes dos ya se van a separar? —les dijo Alex. Meily estuvo todo el tiempo abrazando a Markel, quien, apenada, lo soltó de inmediato y se disculpó. Aka sintió una punzada en el pecho que no supo de qué era; solo sintió algo de disgusto, pero más que eso, sintió como un dolor de cabeza lo invadía.

Luego de recuperarse, se disponían a marcharse. El príncipe Carlos agradeció por haberlo salvado a él y a su capital, y siempre estaría agradecido. Meily agradeció los cumplidos y se dispusieron a irse. Mientras se iban, Aka comenzaba a sentirse extraño. Empezaba a escuchar una voz en su cabeza; no, no en su cabeza exactamente, más bien parecía estar al lado de él, pero por alguna extraña razón no la veía, aunque sí la sentía.

—Todo lo que dijiste sobre liberar a tu gente de la opresión obligada estuvo muy enternecedor, pero no es lo que realmente buscas —la voz resonaba en Aka, quien se puso en guardia.

—¿Hermano, qué pasa? —le preguntó Markel, quien notó nervioso a Aka—. ¿Un Voru?

—¿No escuchas a alguien hablar? —preguntó Aka.

—No, debes estar aún cansado por la pelea con la calamidad —le dijo Meily.

—Sí... debe ser eso —dijo Aka.

Al fin llegaron a la capital del Fénix, donde fueron recibidos por los ciudadanos con mucha alegría, dejando extrañados a Ane y Alex, quienes nunca habían sido recibidos de esta forma. Pese a que no tuvieron protección de los Guardianes Deluxe, los soldados pudieron proteger sin problemas la capital. El príncipe Carlos les dio mucho más material de construcción, alimentos y cultivos en agradecimiento por lo ocurrido. Ese gesto puso feliz a la gente, quienes lloraban de felicidad, pensando que todo mejoraría a partir de ahora.

Iris abrazó a Meily, alegrándose de saber que estaba con vida. Ella conocía de lo que es capaz una calamidad y felicitó a los Guardianes Deluxe, aunque Aka se sintió un poco extraño; aún sentía una presencia extraña. Los Guardianes Deluxe de la capital Fénix montaron guardia por la noche mientras Meily se quedó dentro del palacio con Yeico.

—No puedo creer que hayas sobrevivido ante una calamidad. Si te llegasen a secuestrar, yo... no sé qué haría —le dijo Yeico.

—Descuida, los chicos me cuidarán y, además, yo también puedo cuidarme sola —le dijo Meily, tranquilizándolo.

—Oye, cambiando de tema... ¿no te has enamorado de alguien, Yeico? —preguntó Meily de manera inesperada.

—¿Yo? Pues hay una chica que es bastante linda y... espera, ¿por qué la pregunta?

—Yo... creo que me gusta alguien —le confesó Meily—, pero no sé cómo decirlo.

—Oye, oye, espera. Eres mi hermana y todo, pero también eres una princesa. Que tengas parejas tendría mucho de qué hablar, Meily. Las personas estarían pendientes de eso y no creo que te dejen en paz, pero aún así creo que se puede remediar e ir poco a poco revelándolo. ¿De quién se trata, hermana? —preguntó Yeico, visiblemente intrigado.

—Si te lo digo, ¿prometes no decirle a nadie ni a mamá? —le preguntó Meily con un tono serio.

—Tienes mi palabra —aseguró Yeico. Meily se acercó y le susurró al oído el nombre de su enamorado.

—¡¿Quéeeee?! —gritó Yeico tras semejante revelación, provocando que Meily le pusiera las manos en la boca para silenciarlo.

Mientras tanto, Aka se encontraba en una esquina de la capital, aún con muchas dudas rondando por su cabeza. Miraba su cicatriz, tratando de averiguar qué significaba.

—Yo puedo ayudarte a averiguarlo —la voz misteriosa se hizo presente nuevamente.

—¡Ya estoy harto! ¿Quién eres? ¡Muéstrate! —gritó Aka, mirando en todas direcciones, pero no veía nada.

—Soy solamente una sombra inhóspita —respondió la voz.

—¿Qué dices? ¿Cómo que una sombra? —preguntó Aka, asustado.

—No tengas miedo, no voy a hacerte daño —dijo la voz con calma—. Solamente he venido a sincronizarme contigo.

—¿De qué hablas? ¿Cómo llegaste a mí? ¿Qué demonios eres? —preguntaba Aka, cada vez más nervioso, su corazón palpitando con fuerza.

—Cuando Ronan me liberó, lo hizo sobre ti. Su objetivo era que yo devorara tu alma, pero no quise hacerlo. Pareces tener algo de valor para mí y siento que podemos divertirnos un poco más, ¿no crees? —preguntó la voz con un tono burlesco.

—No quiero tenerte cerca. Aléjate —le dijo Aka de forma agresiva.

—Alguien anda enojado. ¿Qué pasó con la curiosidad que tenías al principio? ¿Ya no te emociona vivir nuevas experiencias?

—¿Tú... sabes de mí? —preguntó Aka, asustado.

—Tengo acceso a tus recuerdos. Si me dejas ser parte de ti, podré otorgarte más poder, más control de emociones, más determinación... Serás mejor.

—¿Por qué confiaría en ti? —preguntó Aka, desconfiado.

—Tal vez no debas, pero déjame darte la oportunidad de hacerlo, Aka... Vamos, sé que puedes hacerlo —le dijo la sombra con voz meticulosa.

En ese momento, Meily llamó a Markel a través del comunicador, haciendo sentir un poco mal a Aka.

—Alguien está celoso —le dijo la sombra.

—¿Qué son los celos? —preguntó Aka, intrigado.

—Los celos son cuando una persona siente enojo o envidia hacia alguien que cree que es suyo. En otras palabras, tú sientes ira interna hacia Markel porque Meily le da más atención afectiva a él que a ti. Qué tierno... —respondió la sombra.

—Yo... no puede ser. Markel es mi hermano, no podría tener celos hacia él. Además, él me dijo que no tiene interés en eso, ¿verdad? —preguntaba Aka, confundido.

—Chico, yo solamente tengo conocimiento de ti, pero no tengo conocimiento sobre los sentimientos del resto. ¿Por qué no vas a averiguarlo? —le propuso la sombra. Aka lo pensó.

En el palacio, Markel llegó a donde estaba la princesa.

—¿Ocurre algo, princesa Meily? —preguntó Markel.

—Por favor, llámame Meily —dijo Meily, sonrojándose ligeramente—. Quería hablar contigo, Markel. La verdad, quería agradecerte por todo lo que has hecho por mí.

—Claro, es mi deber —le respondió Markel con una sonrisa.

—Estaba pensando... Ah... ¿Cómo te sientes conmigo? —le preguntó Meily, temerosa y sonrojada.

—Pues, has sido muy amable con mi hermano y conmigo. Estoy agradecido por eso. Los príncipes y la realeza suelen ser unos cretinos, pero tú eres diferente y muy amable —respondió Markel de manera directa.

—Eso es cierto, sí. Pero si tuvieras que escoger a una chica para estar contigo, ¿a quién escogerías? —preguntó Meily mientras miraba disimuladamente a un rincón del salón, viendo que Yeico le hacía señas de que se retractara. Apenada, retiró lo dicho.

—¿Tú... me quieres decir algo? —preguntó Markel incrédulo. En ese momento, volvió a observar a Yeico, quien le hacía una señal con las manos queriéndole decir que se sincerara con él.

—Markel, tú me gustas... —le confesó Meily, dejando a Markel sorprendido y sonrojado. Markel no supo qué decir, quedándose estupefacto.

—Me pareces alguien encantador, protector, amable, listo y, sobre todo, un chico que, aunque parezca serio, en realidad tiene un buen corazón —dijo Meily. Esas mismas palabras fueron las que Vannesa le dijo en el pasado sobre él, lo que hizo que viera a Vannesa en Meily.

—No quiero hacer las cosas extrañas entre tú y yo y no tienes que darme una respuesta ahora, pero solo quiero que al menos sepas cómo me siento contigo —dijo Meily, su corazón palpitando tan rápido que parecía que iba a explotar. Curiosamente, su corazón no era el único que se sentía así en ese momento.

—Nunca te vi de ese modo, pero quiero hacerlo. Meily, dame un poco de tiempo, ¿sí? Necesito procesar todos estos sentimientos que tengo —le dijo Markel, recuperando el sentido.

—Sí, sí, lo que te parezca bien —respondió Meily. En ese momento, Markel la tomó de la cintura y la abrazó. Meily se sorprendió, pero le correspondió el abrazo, lo que puso feliz a Yeico, quien observaba todo. Sin embargo, una mirada sorprendida invadía el rostro de Aka, quien observó todo desde una ventana. Lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos color avellana, volviéndose más claros. Aka se marchó de regreso a su posición.

—Lo siento, chico. Parece que las cosas fueron claras —le mencionó la sombra.

—Yo... pensaba que teníamos algo. Pensaba que cuando hablábamos o bailábamos... No, no sintió nada... Soy solo un tonto —exclamó Aka, llorando.

—No puedo reparar tu corazón, pero puedo ir sanándolo poco a poco —dijo la sombra.

—¿De veras? —preguntó Aka, incrédulo.

—Claro, hay varias formas: hacer que te olvides de ella haciéndote ver más egoísta, pero claro, solo si nos sincronizamos —respondió la sombra.

—Yo... no quiero volverme egoísta, pero realmente quiero demostrarles que puedo ser más que un simple impulsivo. ¿Qué tengo que hacer? —preguntó Aka, al parecer ya decidido.

—Solo repite estas palabras... —mencionó la sombra—: "Yo, Aka, concedo el pacto entre tú y yo hasta que uno de los dos desaparezca".

—¿Esa última parte a qué se refiere? —preguntó Aka.

—Bien, chico, no te voy a mentir. Al hacer un pacto, iré absorbiendo parte de tu energía vital poco a poco, restándote la vida sin que te des cuenta. Eso seguirá así hasta que nos separemos o uno de los dos fallezca. ¿Aun así estás dispuesto a seguir? —dijo la sombra.

Aka lo pensó, pero en su mente solo pasaba la humillación de Ronan hacia él, los menosprecios de todos y a su hermano con Meily. Abriendo los ojos y aceptando, dijo:

—Yo, Aka, concedo el pacto entre tú y yo hasta que uno de los dos desaparezca —lo dijo con fuerza. El viento sopló fuerte. Aka observó la sombra con incomodidad, dándose cuenta de lo que había hecho. La sombra, que no tenía una forma física, comenzó a materializarse frente a Aka, asustándolo. Aka retrocedía a la vez que se tropezaba y caía de espaldas. La sombra se hacía más grande y se acercaba a Aka, quien retrocedía hasta chocar contra la pared detrás de él. Piernas y brazos se formaban con un tono grisáceo y negro, desubicados pero reacomodándose con fuerza. La sombra seguía acercándose más y más a Aka. El cuerpo parecía tener la línea gruesa que tienen los Guardian Deluxe, pero lo que dejó sin palabras a Aka fue la cabeza, que tenía un parecido similar a él. El ente se inclinó, flexionando un poco las rodillas y acercándose al rostro asustado de Aka. Sonrió mientras lo veía con unos ojos negros con pupilas de color gris, mirándolo fijamente.

—Encantado, soy tu sombra. Llámame Shadow.

—Ah... ah... —Aka no sabía qué decir.

—Ah, han pasado tantos años desde que pude tomar la forma de un cuerpo. Ya quiero comenzar a destruir cosas —decía Shadow, claramente emocionado.

—Esto es... muy raro. Aunque espera, pensé que ibas a ser un monstruo enorme como el de esa calamidad —le preguntó Aka, confundido.

—Mmmmm no. Hay tres tipos de shadow: un Revenant, un Poltergeist y un Doppleganger, o sea, yo. Los Revenants son los shadows enormes que tienen habilidades extras para sus huéspedes a cambio de su visión. Los Poltergeist son algo idénticos a sus huéspedes pero con una versión más salvaje. Ellos pueden usar habilidades de rastreo, telequinesis u otras variantes dependiendo del huésped. Y finalmente, los Doppleganger somos parecidos al 100% con nuestros huéspedes, como lo ves. Yo me encargo de potenciar tus habilidades de un modo más letal. Además, puedo actuar por cuenta propia sin que tú des la orden, pero para eso tendremos que tener una buena conexión, ¿entiendes?

—Sí, entiendo. Pero oye, las emociones y sentimientos que me carcomían se han desvanecido —mencionó Aka, sorprendido.

—Sí, digamos que me alimento exactamente de tus emociones negativas —mencionó Shadow con una sonrisa.

—¿Tú me ayudarás a partir de ahora? —preguntó Aka.

—Si tú mueres, yo simplemente dejaré tu cuerpo. Mi aura aún quedará en el aire cerca de ti hasta que alguien se acerque y entre en contacto conmigo. Ese sería mi nuevo huésped. Lo que te pase, la verdad, me es indiferente. Pero no tengo interés en abandonarte por ahora. ¿Sabes lo que es estar atrapado por años, sin poder moverte, en un espacio cerrado, estando consciente de todo lo que sucedía? Es una tortura. Quiero matar al miserable de Ronan, así que te ayudaré hasta que consigas acabarlo. Una vez que eso pase, de mí no recibirás más ayuda. ¿Te quedó claro? —Shadow fue muy claro con lo que dijo, y Aka sabía que no mentía. Por lo que Aka lo entendió y aceptó el trato.

En ese momento, el comunicador emitió un mensaje de Meily, ordenando que ya podían ir a descansar, ya que la barrera estaba finalmente activa. Aka se fue, y de cerca lo siguió Shadow, como si de una sombra se tratase. Parecía que Aka, de alguna manera, estaba más confiado de lo normal; algo en él definitivamente había cambiado.

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Foquita Retrasada
¡Tu personaje principal es tan inspirador! Definitivamente recomendaré esta novela a mis amigos.
Shong: Te lo agradezco mucho 😊
total 1 replies
Erika Solis
Tu capacidad de crear un mundo tan fascinante y detallado es impresionante, ¡realmente tienes talento!
Shong: Muchas gracias 😊
total 1 replies
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