POR ÉL, CUMPLO MIL TAREAS

Una semana después, en un restaurante famoso de la capital:

Una figura alta estaba sentada en el pequeño taburete al lado de la ventana, sus ojos esmeralda se entrecerraron sobre la persona de pie a su lado.

Su mano se movió suavemente mientras agitaba el té en su taza, tomando un sorbo de vez en cuando.

-Maestro, los postres ya han sido enviados a la Mansión del Doctor Imperial. Fueron recibidos personalmente por la sirvienta de la Segunda Señorita. También se entregó el colgante de dragón dorado y di el mensaje que quería enviar.- Informó el hombre alto y delgado con una expresión respetuosa.

-Bien ¿Han hecho lo otro que ordené?- Preguntó el hombre en voz baja y fría, moviendo su mirada hacia su taza de té.

-Sí, la Mansión está terminando de ser equipada en este momento, estará completamente lista mañana, Su Alteza.- Respondió una vez más el hombre.

-Eso es bueno...- Sus ojos fríos cayeron sobre el tipo una vez más, sus ojos hacían muchas preguntas que el guardia solo pudo responder.

-Los hombres enviados por el Príncipe Heredero han sido todos atrapados, están encerrados en una mazmorra y el Señor Clark se hizo cargo de torturarlos para que confesaran...- Él se detuvo por unos segundos y bajo la mirada.

-...Tres de ellos fueron enviados por la Emperatriz, ella teme que la estima del Maestro en el corazón del Emperador se vuelva cada vez más grande. Los demás eran cómplices del Príncipe Heredero para terminar con su vida, Su Alteza.- Terminó de decir antes de quedarse en silencio.

Antonio no pudo evitar sonreír con burla, esa mujer dos caras no pensaba dejarlo tranquilo todavía. Su hijo era tan idiota que ella misma tenía que involucrarse entre las peleas de los jóvenes.

¡Esa era la mujer humana más fastidiosa que había conocido!

-Bien, sigue instigando al Tercer hermano para que luche un poco más contra el Príncipe Heredero. De cualquier forma, mi padre ya ha aceptado mi pedido.- Dijo Antonio con indiferencia, agitando perezosamente.

Con eso, el guardia desapareció.

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Flora miró con seriedad a sus sirvientas trabajar, ambas niñas tenían varios rollos de hilos y agujas cerca para confeccionar el vestido para su boda.

Aunque Flora insistió en enviarlo a hacer, Chancy y Lady se negaron y decidieron hacerlos ellas mismas para expresar su lealtad para su Segunda Joven Señorita.

Ya había pasado una semana desde que Flora y Antonio salieron. Flora le enviaba medicamentos todos los días y él le enviaba regalos muy hermosos, en su mayoría joyas, también comidas deliciosas.

Chancy y Lady solo se miraban con una sonrisa cuando veían a su Señorita deleitarse con los platos enviados por el Cuarto Príncipe.

Ambas se sintieron muy felices, parecía que gracias al Cuarto Príncipe, el temperamento de su Señorita había cambiado en gran medida ¡Incluso su arrogancia había desaparecido!

Flora tomó un trozo del delicioso postre y lo llevó a su boca con una gran sonrisa, nunca habría disfrutado del privilegio de ser mimada de esta manera. Ni siquiera en su mundo moderno la trataban con tanto cariño y amor.

Casi hasta tenía ganas de cometer una gran sanción y quedarse aquí para siempre.

Solo quedaba una semana para la boda de Mary, así como para la de ella. La chica se veía tan tranquila y feliz que Chancy y Lady también se sintieron algo preocupadas por la noche nupcial.

Como sirvientas, esperaban que su Ama tuviese siempre el favor de su marido, pero hasta ahora, no habían visto a Flora practicar las poses y hacer los movimientos indicados para las mujeres recién casadas que le entrego Madam Gloria hace unos días.

Y al parecer, Gloria también esperaba lo mismo.

-Señorita ¿A practicado las 35 posturas del libro dado por Madam?- Chancy no pudo evitar acercarse y preguntar en voz baja a Flora, quien recién terminó de comer el postre que Antonio le envió hace un rato.

Flora se mostró inmediatamente confundida al escuchar las palabras de Chancy, y sus ojos cayeron inadvertidamente sobre el libro que le entrego su abuela hace unos días.

-¿Es este? ¿Dice algo interesante?- Pregunto Flora con curiosidad antes de tomarlo y abrirlo, no fue hasta que vio su contenido que sus cejas saltaron y sus labios se crisparon, siendo doctora, había visto muchas cosas en esta vida, por eso decidió atender niños.

El cuidado para los adultos era más complicado, pues siempre habían algunos pervertidos que solo querían acosarla al mostrarles sus cuerpos desnudos.

Flora demandó a algunos, pero esto se siguió repitiendo, fue gracias a eso que decidió trabajar como doctora en una preparatoria privada de renombre. Siendo chicos jóvenes, no tenían una mente sucia como esos hombres adultos.

Ella sólo tenía que atender a jóvenes entre 13 y 17 años, pero ahora se casaría con un joven de 18, mientras ella tenía 16. Esto era algo extraño pero... así era en esta época.

Sí la mujer quedaba embarazada antes de los 18 años podría considerarse como afortunada y que tendría un futuro próspero.

Ahora, mientras veía esas posturas sexuales entre hombres y mujeres, una sensación se crisis se apoderó de ella ¿Tenía que aprender estas cosas?

¡Pobres damas, viéndose obligadas a aprender posturas tan extrañas para complacer a sus maridos y obtener sus favores! Ahora ella también formaba parte de ese pobre grupo.

-El Cuarto Príncipe es de la realeza, al parecer, estos días ha estado tratando de que el Emperador le permitiera salir del Palacio Imperial, dispuesto a renunciar a la lucha por el puesto de príncipe Heredero...- Dijo Chancy con gran seriedad, luciendo preocupada.

Al escuchar eso, Flora también se preocupó ¿Qué pasaría si el Emperador se enoja y trata de castigarlo? Aunque Antonio es un dragón descendiente de la realeza, aún esta débil, además, su cuerpo humano es enfermizo.

-El guardia que vino a entregar los postres dijo que el Emperador había aceptado el pedido del Cuarto Príncipe, y le dio el título de Príncipe Yanshu, seguirá siendo parte de la realeza pero ya no tendrá derecho a luchar por el trono.- Chancy continuó con una pequeña sonrisa.

Al parecer, Antonio pensó que Flora estaría preocupado por él y envió un recado con el guardia para su futura esposa.

Al escuchar eso, Flora soltó un suspiro de alivio y sonrió con gentileza -Eso es bueno, esas luchas son muy peligrosas. Antonio dijo que no quería involucrarse en ellas.

Por supuesto, Flora sabía que Antonio podría obtener el trono con extrema facilidad si él lo quisiera, sin embargo, el Cuarto Príncipe no era alguien ambicioso y solo buscaba una vida tranquila y en paz.

-La Señorita seguirá siendo una princesa, la Princesa Yanshu, compartirá el título con su esposo. Ya no será una consorte Imperial.- Al pensar en eso, Lady sonrió con alegría y comento.

Flora también lo encontró interesante, al cambiar el título del Cuarto Príncipe, también se cambió el título de la esposa. Flora sería directamente una princesa y ya no tendría el título de consorte Imperial.

Solo las Consortes Imperiales podrían ayudar a sus príncipes a luchar detrás de escena para tratar de obtener el trono. Siendo Princesa, Flora ya no podría intervenir y Antonio tampoco.

Para ambos era mejor mostrarse neutrales y no elegir el bando de algún Príncipe para traer la discordia de otros.

Era un asunto muy complicado, pero sin duda la mejor opción. Con eso, Antonio evitaría ser el blanco de otros y llamar la atención de los demás príncipes. Después de todo, era el príncipe más débil y enfermizo, por tanto, el blanco más fácil y el primero en tratar de ser eliminado.

-El movimiento del Cuarto Príncipe fue muy inteligente, con sólo ese pedido, ha evitado una calamidad.- Dijo en voz baja Chancy, regresando a su asiento para continuar bordando el vestido.

Flora asintió de forma pensativa y ya no sintió ganas de comer más postre, todavía se sentía algo preocupada.

Tal y como esperaba, ese mismo día se anunció el decreto del Emperador, anunciando que el Cuarto Príncipe sería expulsado del Palacio Imperial y viviría como un Príncipe independiente, también le concedió el título de Príncipe Yanshu, porque tuvo el valor de mostrar amor y cuidado hacia su padre todos estos años.

Aunque Antonio fue expulsado, él aún pertenecía a la Familia Imperial y podría entrar al Palacio Imperial cuando quisiera con su título. Nadie sintió nada malo con esto.

Flora también logró tranquilizarse.

-Señorita, su vestido está casi terminado.- Dijo alegremente Lady cuando completo la túnica exterior, esta también era la más difícil y complicada del vestido.

-Hermana menor, ayúdame con esta parte, el vestido interior me está dando problemas.- Pidió con ojos llorosos Chancy, mirando lastimosamente a Lady, su hermana menor.

-¿Es tan mortorio?- Una voz seria e indiferente vino desde un lado, sorprendiendo a las 3 mujeres en la sala.

Chancy y Lady se pusieron de pie de inmediato y saludaron con una reverencia -Saludos al Cuarto Príncipe.- Gritaron con voces respetuosas y amables.

Flora frunció un poco los labios en una sonrisa tranquila -¿Qué trae por aquí a Su Alteza?- Preguntó amablemente con ojos suaves, haciendo una reverencia elegante. Sus ojos recorrieron el cuerpo de Antonio, admirando la túnica verde musgo que traía sobre su cuerpo.

-Este color resalta el color de sus ojos, Alteza, es muy adecuado para usted.- Al ver que no respondió, dijo algo más con sinceridad.

Antonio miró el vestido cuidadosamente creado por las sirvientas personales de Flora y la satisfacción brilló en sus ojos esmeralda, el diseño era exquisito, sobre todo por esos fénix entrelazados con los dragones.

-¿Este color es agradable para ti?- Antonio miró su túnica y no creyó mucho en las palabras de Flora, pero sí a ella le gustaba, estaba dispuesto a usar más túnica de este color.

-Por supuesto, estoy segura de que Su Alteza se ve bien con cualquier color.- Respondió con calidez Flora al ver su expresión ligeramente complaciente, haciendo que se sintiese algo divertida.

-¿Qué trae a Su Alteza por aquí?- Preguntó suavemente la chica, al ver que él ya no dijo nada.

La expresión de Antonio se volvió tranquila y sus ojos esmeralda eran gentiles mientras la miraba.

-Quiero conversar un poco contigo, cosas triviales...