La Sombra Del Dragón

La mañana siguiente al acto de inauguración del altar del dragón, Eldoria despertó con un aire renovado. Los aldeanos se movían con una energía vibrante, sintiendo el impacto de la ceremonia de la noche anterior. Elara, Kael, Lila y Thalion se reunieron en la plaza para discutir cómo avanzar en sus planes.

“¿Cómo amanecieron todos?” preguntó Elara, sonriendo mientras miraba a sus amigos.

“Me siento increíble,” respondió Lila, su rostro iluminado. “La ceremonia fue mágica. Nunca había sentido una conexión tan profunda con nuestra comunidad.”

“Sí, y la música fue maravillosa,” añadió Kael, asintiendo. “Creo que hemos establecido un fundamento sólido para lo que viene. Pero, ¿qué haremos ahora?”

“Debemos comenzar a organizar las sesiones de entrenamiento para la guardia de luz,” sugirió Thalion. “Los aldeanos están ansiosos por aprender, y es el momento perfecto para aprovechar esa energía.”

“Estoy de acuerdo,” dijo Elara. “Podemos crear un cronograma y asegurarnos de que todos tengan la oportunidad de participar. También podemos incluir sesiones de sanación y meditación.”

“Eso suena bien,” dijo Kael, cruzando los brazos. “Pero también necesitamos planificar una forma de comunicarnos rápidamente en caso de que algo suceda. La vigilancia será clave.”

“¿Qué tal si designamos vigilantes en cada aldea?” propuso Lila. “Ellos pueden encargarse de observar los alrededores y enviar mensajes si ven algo sospechoso.”

“Me gusta esa idea,” dijo Thalion. “Podemos entrenar a los vigilantes para que estén atentos y sepan cuándo informar sobre cualquier actividad inusual.”

Mientras discutían sus ideas, un grupo de aldeanos se acercó, visiblemente inquietos. “¿Podemos hablar con ustedes?” preguntó una mujer mayor, su voz temblando.

“Por supuesto,” dijo Elara, mirándola con preocupación. “¿Qué sucede?”

“Ha habido rumores de que algunos viajeros han notado actividad extraña en el bosque,” explicó el anciano, su rostro grave. “Algunos han visto sombras que se mueven en la distancia. Nos preocupa que la sombra no haya sido completamente erradicada.”

“¿Qué tipo de sombras?” preguntó Kael, frunciendo el ceño. “¿Son similares a lo que enfrentamos antes?”

“No estamos seguros,” respondió el anciano. “Pero la sensación es inquietante. Tememos que pueda haber más oscuridad acechando.”

Elara sintió un escalofrío recorrer su espalda. “Debemos investigar esto de inmediato,” dijo, su voz firme. “No podemos permitir que la sombra regrese. ¿Quiénes de ustedes han visto estas sombras?”

“Algunos de nuestros cazadores y recolectores,” dijo la mujer. “Están dispuestos a compartir lo que han visto.”

“Vamos a reunir a todos,” sugirió Lila. “Necesitamos escuchar sus relatos y ver cómo podemos abordar esta situación.”

“De acuerdo,” asintió Thalion. “La comunicación es clave. Cuanto más sepamos, mejor preparados estaremos.”

El grupo se dispersó, llamando a los aldeanos para que se reunieran en la plaza. A medida que la gente comenzaba a congregarse, Elara sintió una mezcla de ansiedad y determinación.

“Gracias a todos por venir,” comenzó Elara, mirando a la multitud. “Hemos recibido informes de actividad extraña en el bosque. Queremos escuchar sus historias y entender qué está sucediendo.”

Un cazador se adelantó, su rostro pálido. “Yo fui el primero en notar algo. Estaba en la parte oriental del bosque cuando vi una sombra moverse entre los árboles. Al principio pensé que era un animal, pero no se comportaba como uno.”

“¿Puedes describir lo que viste?” preguntó Kael, prestando atención.

“Era más como una forma oscura, sin un contorno claro. Se movía rápidamente y parecía estar observando,” dijo el cazador, sus manos temblando. “No me quedé para averiguarlo, salí corriendo de allí.”

“Eso es preocupante,” comentó Thalion. “Si la sombra está regresando, necesitamos actuar con rapidez. ¿Alguien más ha tenido experiencias similares?”

Una mujer mayor levantó la mano. “Mis hijos han estado escuchando susurros en el bosque, como si alguien los llamara. Les dije que se mantuvieran alejados.”

“¿Quién más?” preguntó Lila, mirando a su alrededor.

Otro hombre se acercó. “Yo vi una figura oscura cerca del río. Pensé que era un espejismo, pero cuando fui a investigar, no había nada allí. Solo un profundo silencio.”

“Esto es grave,” dijo Elara, sintiendo que la preocupación crecían en su pecho. “No podemos ignorar estas advertencias. Debemos enviar grupos al bosque para investigar.”

“Pero debemos ser cautelosos,” advirtió Thalion. “Si hay algo oscuro acechando, no querrá que nos acercamos.”

“Podríamos formar pequeños grupos y explorar diferentes áreas del bosque,” sugirió Kael. “Así, si encontramos algo, no estaremos solos y podremos regresar rápidamente.”

“Eso suena como un buen plan,” asintió Lila. “Podemos establecer un sistema de señales para alertar a los demás si encontramos algo.”

“Entonces, hagamos eso,” dijo Elara, sintiéndose decidida. “Necesitamos voluntarios para explorar el bosque y ver qué está sucediendo.”

“Yo me ofrezco,” dijo el cazador que había hablado antes. “Conozco bien el bosque y puedo guiar a otros.”

“Yo también,” agregó la mujer mayor. “Mis hijos han estado asustados. Quiero asegurarme de que estén a salvo.”

Con el apoyo de la comunidad, se formaron varios grupos de exploración, cada uno con un voluntario que conocía bien el bosque. Elara miró a sus amigos y sintió la determinación en el aire.

“Tenemos que estar preparados para cualquier cosa,” dijo Thalion. “Llevaré algunas hierbas y pociones a los exploradores. Podrían ser útiles si encontramos algo inesperado.”

“Y yo llevaré armas,” dijo Kael, asegurándose de que su espada estuviera lista. “No sabemos con qué podríamos enfrentarnos.”

“Y yo llevaré un poco de comida y agua,” añadió Lila. “No sabemos cuánto tiempo pasaremos allí.”

“Perfecto,” dijo Elara, sintiéndose alentada. “Hagamos esto con cuidado. Nos reuniremos aquí al anochecer para compartir nuestros hallazgos.”

Con el plan en marcha, los grupos comenzaron a prepararse. Elara sintió una mezcla de nerviosismo y emoción mientras se preparaban para entrar en el bosque.

“¿Estás lista?” preguntó Kael, notando su inquietud.

“Sí, creo que sí,” respondió Elara, tomando una respiración profunda. “Solo espero que no sea nada demasiado grave.”

“Cualquiera que sea la amenaza, lo enfrentaremos juntos,” dijo Kael, dándole un apretón en el hombro. “No estás sola en esto.”

A medida que los grupos se dispersaban por el bosque, Elara sintió que la tensión aumentaba. Sabía que la sombra podría estar acechando, pero también sentía la fuerza de su comunidad a su lado.

“Vamos a hacer esto,” dijo Lila, mirando a Elara. “Estamos preparados.”

Con determinación, Elara lideró su grupo hacia el bosque, sintiendo el peso de la responsabilidad sobre sus hombros. Cada paso que daban se sentía más pesado, y el aire se volvía más denso a medida que se adentraban en la oscuridad.

“Recuerden lo que discutimos,” dijo Elara, alzando la voz para que todos pudieran escuchar. “Si ven algo extraño, no se acerquen. Manténganse juntos y usen las señales para comunicarse.”

“Entendido,” respondió uno de los aldeanos. “No dejaremos que la sombra nos atrape.”

A medida que avanzaban, los sonidos del bosque se intensificaban. El crujido de las hojas, el canto de los pájaros y el susurro del viento se mezclaban en un concierto natural. Pero, en el fondo, había un silencio inquietante, como si el bosque estuviera conteniendo el aliento.

“Es extraño,” murmuró Lila, mirando alrededor. “Todo se siente diferente hoy.”

“Sí,” dijo Kael, frunciendo el ceño. “Como si algo estuviera observándonos.”

“Mantengan los ojos abiertos,” advirtió Elara, sintiendo que su corazón latía con fuerza. “Debemos estar preparados.”

El grupo continuó avanzando, explorando los alrededores. De repente, uno de los aldeanos se detuvo, señalando hacia un claro. “Miren eso,” dijo, su voz temblando.

Elara se acercó, y sus ojos se abrieron de par en par al ver lo que había en el claro. “Es... es un símbolo,” murmuró, observando una marca oscura grabada en el suelo.

“Parece un símbolo de advertencia,” comentó Thalion, inclinándose para examinarlo más de cerca. “Esto no es bueno.”

“¿Qué significa?” preguntó Lila, preocupada.

“Podría ser un signo de que la sombra está regresando,” explicó Thalion. “Hemos enfrentado esto antes, y este símbolo puede ser un llamado a la oscuridad.”

“Debemos seguir buscando,” dijo Elara, sintiendo que la urgencia aumentaba. “No podemos quedarnos aquí.”

El grupo continuó su exploración, y a medida que se adentraban más en el bosque, comenzaron a notar otros signos inquietantes: árboles marchitos, hojas secas y un silencio abrumador que parecía apoderarse de todo.

“Esto no se siente bien,” murmuró Lila, mirando a su alrededor. “Es como si la vida estuviera siendo succionada.”

“Debemos regresar y alertar a los demás,” dijo Elara, sintiendo la presión en su pecho. “Esto no es solo una sombra; es algo mucho más oscuro.”

“¿Y si ya es demasiado tarde?” preguntó Kael, frunciendo el ceño. “¿Y si la sombra ya ha regresado?”

“Debemos mantener la calma,” dijo Thalion, su voz grave. “Si la sombra está aquí, debemos estar preparados para enfrentarla juntos.”

Mientras el grupo comenzaba a retroceder, un escalofrío recorrió la espalda de Elara. “Escuchen,” dijo, levantando la mano. “¿Escuchan eso?”

Un murmullo bajo resonaba en el aire, como si el bosque estuviera susurrando. El sonido se intensificó, y Elara sintió que su corazón se aceleraba. “Es la sombra,” murmuró. “Está cerca.”

“Rápido, volvamos,” dijo Kael, comenzando a moverse rápidamente. “No podemos quedarnos aquí.”

A medida que retrocedían, el murmullo se hizo más fuerte, y de repente, una forma oscura emergió de entre los árboles. Era una sombra, más grande y más intensa que cualquier cosa que habían enfrentado antes.

“¡Cuidado!” gritó Elara, levantando su espada. “¡No se acerquen!”

La sombra se movía rápidamente, como un torbellino, y parecía absorber la luz a su alrededor. El grupo se sintió paralizado por el miedo, pero Elara recordó las palabras del dragón: “La luz siempre prevalecerá sobre la oscuridad.”

“¡Juntos!” gritó, sintiendo la determinación fluir a través de ella. “¡Debemos unir nuestras luces!”

El grupo se reunió, formando un círculo. “Centrémonos en nuestra luz,” dijo Thalion, su voz resonando con poder. “No dejemos que la oscuridad nos consuma.”

Con el corazón latiendo con fuerza, Elara comenzó a murmurar las palabras del antiguo ritual. “¡Dragón de la luz, ven a nosotros! ¡Nosotros te invocamos!”

La sombra se lanzó hacia ellos, pero Elara sintió cómo la luz interior de su grupo comenzaba a brillar. Cada uno de ellos se unió en un canto, sintiendo la energía fluir entre ellos.

“¡Juntos somos luz!” gritaron al unísono.

La luz comenzó a crecer, iluminando el bosque y envolviendo a la sombra. Elara sintió el poder del dragón fluir a través de ella, y la sombra se detuvo, retrocediendo ante la luz.

“¡No! ¡No pueden hacer esto!” gritó la sombra, su voz resonando en la oscuridad. “¡Yo soy la oscuridad! ¡No pueden vencerme!”

“¡La luz siempre prevalecerá!” exclamó Elara, sintiendo su voz llena de poder. “¡Tú no tienes poder aquí!”

Con un último grito, la sombra se retorció, pero la luz continuó creciendo, envolviendo todo a su alrededor. El grupo se mantuvo unido, sintiendo que la luz del dragón los guiaba.

Finalmente, con un estallido de energía, la sombra fue consumida por la luz, desapareciendo en un torbellino de oscuridad que se desvaneció en el aire. El grupo se quedó en pie, respirando con dificultad, la adrenalina aún fluyendo a través de ellos.

“Lo logramos,” murmuro Lila, sintiéndose abrumada. “Lo hicimos.”

“Sí, pero esto no es un triunfo completo,” dijo Thalion, su mirada seria. “La sombra regresó, y debemos estar preparados para enfrentarla nuevamente.”

“Debemos regresar y alertar a los demás,” dijo Elara, su voz firme. “No podemos permitir que esto vuelva a suceder.”

Con decisión, el grupo comenzó a regresar, sintiendo que la luz del dragón seguía brillando en sus corazones. Sabían que la batalla no había terminado, pero juntos, estaban listos para enfrentar cualquier desafío que se presentara. La unidad de Eldoria sería su mayor fortaleza, y la luz siempre prevalecería sobre la oscuridad.