En el corazón del bosque de Lunasombra, dos clanes de lobos han estado en guerra durante generaciones: los Luminara y los Sombraluna. La historia sigue a Lyra, una joven loba del clan Luminara, que es valiente pero ingenua, y a Kael, el heredero del clan Sombraluna, cuya vida ha sido marcada por la venganza.
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Capítulo 17: Ecos del Pasado
La victoria contra los Sombras del Pasado dejó a los clanes Luminara y Sombraluna con un sentido de alivio, pero también de alerta. Sabían que, aunque habían derrotado a Morgath y sus seguidores, otras amenazas podrían surgir en cualquier momento. El trabajo hacia una paz duradera aún estaba lejos de completarse.
En el campamento Luminara:
Lyra caminaba por el campamento, observando a su gente trabajar en la reconstrucción y fortalecimiento de sus defensas. Aunque había un sentimiento general de seguridad, también sentía una tensión latente.
Evelyn se acercó a ella, con una expresión pensativa.
—Lyra, hemos hecho grandes progresos, pero aún hay muchos que dudan de la tregua. Temen que otra amenaza surja de las sombras.
Lyra asintió, su mirada fija en el horizonte.
—Lo sé, Evelyn. Debemos demostrarles que estamos preparados para cualquier cosa. La confianza se construye con el tiempo y con acciones constantes.
Evelyn sonrió, asintiendo.
—Y tenemos el liderazgo para hacerlo. Confío en ti, Lyra. Y sé que los demás también lo harán con el tiempo.
En el campamento Sombraluna:
Kael también estaba ocupado, supervisando los entrenamientos y las estrategias defensivas. Sabía que la paz no se mantendría solo con palabras; necesitaban estar siempre preparados.
Thane se acercó a él, con una expresión de preocupación.
—Kael, hemos escuchado rumores de un grupo en el sur que podría estar planeando algo. No sabemos si están relacionados con los Sombras del Pasado, pero no podemos ignorarlo.
Kael frunció el ceño.
—Enviaremos exploradores para investigar. No podemos permitir que otra amenaza crezca sin control.
En el Claro del Lobo:
Lyra y Kael se reunieron con Maia y Orin para discutir los nuevos rumores. Los Guardianes de las Profecías habían sido invaluables en el pasado y su sabiduría seguía siendo crucial.
—Hemos escuchado rumores de una nueva amenaza en el sur —dijo Kael, mirando a Maia y Orin—. ¿Saben algo al respecto?
Maia cerró los ojos, buscando en su memoria.
—El sur ha sido hogar de muchas facciones en conflicto. Es posible que algún grupo quiera aprovechar la situación para ganar poder. Pero sin más información, es difícil decir con certeza.
Orin asintió.
—Debemos ser cautelosos. La paz que hemos logrado es frágil, pero también es nuestra mayor fortaleza. No podemos permitir que el miedo nos divida.
En el sur:
Mientras tanto, en un lugar remoto al sur de los territorios de Luminara y Sombraluna, un grupo se reunía en secreto. Eran los Hijos del Crepúsculo, una facción antigua que buscaba aprovechar la inestabilidad para ganar poder.
Su líder, Seraphina, miraba a sus seguidores con determinación.
—Los clanes Luminara y Sombraluna piensan que han ganado la paz, pero no entienden que la verdadera lucha apenas comienza. Nos moveremos sigilosamente, infiltrándonos en sus filas y sembrando discordia desde dentro.
Sus seguidores asintieron, listos para ejecutar sus órdenes.
En el campamento Luminara:
Una tarde, mientras Lyra entrenaba con otros guerreros, notó a una figura nueva en el campamento. Se trataba de Alaric, un lobo joven que había llegado recientemente, buscando refugio y unirse a su causa.
—¿Eres nuevo aquí? —preguntó Lyra, acercándose a él.
Alaric asintió, con una sonrisa nerviosa.
—Sí, mi nombre es Alaric. He viajado desde el sur, buscando unirme a la lucha por la paz.
Lyra lo observó cuidadosamente, tratando de evaluar su sinceridad.
—Bienvenido, Alaric. Cualquier ayuda es valiosa. Pero ten en cuenta que aquí valoramos la lealtad y la honestidad sobre todo.
Alaric asintió con determinación.
—Entiendo, y les demostraré que soy digno de su confianza.
En el campamento Sombraluna:
Kael también notó una figura nueva entre sus filas. Se trataba de Nyx, una loba misteriosa con una mirada penetrante.
—¿Quién eres y qué te trae aquí? —preguntó Kael, observándola con desconfianza.
Nyx sonrió ligeramente.
—Soy Nyx. He oído hablar de su lucha y quiero unirme. Creo en la causa de la paz.
Kael asintió, pero mantuvo su guardia alta.
—Bienvenida, Nyx. Pero aquí debes ganarte la confianza de todos. No será fácil.
Nyx asintió, su expresión imperturbable.
—Lo entiendo, y estoy dispuesta a hacerlo.
En el Claro del Lobo:
Lyra y Kael se encontraron para discutir las recientes incorporaciones. Ambos compartían una sensación de inquietud, pero también sabían que necesitaban toda la ayuda posible.
—¿Qué piensas de los nuevos? —preguntó Lyra, mirando a Kael.
Kael suspiró.
—Alaric parece sincero, pero es difícil estar seguro. Nyx es un misterio. Debemos vigilarlos de cerca.
Lyra asintió.
—Lo mismo pienso sobre Alaric. Debemos ser cautelosos, pero también darles una oportunidad. La desconfianza podría destruir lo que hemos logrado.
Kael asintió, su mirada firme.
—Lo haremos juntos, como siempre.
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