Nathaly se despierta en un mundo completamente diferente al suyo, en donde habitan las criaturas mágicas como las hadas, los demonios y los ángeles, pero resulta que es el personaje negativo de una novela que había leído y de la cual no le había gustado el final que había tenido éste personaje.
Ahora convencida de cambiar su destino, vivirá como Áine y se librará de su triste final.
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Capítulo 14: Tus besos
La celebración ya había iniciado, sólo faltaban el Rey Demonio y La princesa. El salón pululaba de voces alegres y música, el choque de cristal con cristal por los brindis de los invitados se escuchaba en todas partes.
Amelia como era costumbre estaba rodeada de chicas tontas que siempre la habían seguido y la apoyaban, criticar era su día a día. En ese momento hablaban del Rey Xander, fantaseaban con bailar con él.
- Lady Amelia, no deje que su prima le robe también al rey.- le habla la ahora Baronesa Rose Night.
- No se preocupe, baronesa, esta noche planeo llamar su atención, él será mío.
Una voz masculina se ríe a sus espalda, las chicas se giran molestas, era un chico hada de pelo verde, estaba vestido de forma muy elegante.
- Perdonen, señoritas, no pude evitar escucharlas, pero déjenme decirles que pierden su tiempo.
Las señoritas lo miran molestas, ¿quién se creía que era? Amelia es quien habla.
- Señor, estoy seguro que ni el mismísimo Rey Demonio se va a poder resistir a mis encantos.- Dorian se vuelve a reír.
- Señorita, créame, pierde su tiempo, pero eso lo descubrirá sola. Con su permiso.
Dorian se marcha y Amelia sonríe, piensa que salió victoriosa. El vocero llama la atención de los presentes, el invitado de honor estaba por llegar. Las puertas se abren.
- Su Majestad el Rey de Hellion, Xander Darkstar y la Primera Princesa de Azavil, Áine Forest hacen su entrada.
Todos, en especial Amelia, se sorprenden por el anuncio. Los jóvenes habían hecho su acto de presentación de forma magistral. Áine se sostenía del brazo de Xander, él la ayuda a bajar con cuidado las escaleras, caminan hasta donde se encontraban los reyes hadas.
- Majestades, muchas gracias por la celebración- el azabache y la pelirrosa estaban parados uno al lado del otro- espero que las relaciones entre los reinos se fortalezcan.- Xander sin que nadie lo note pasa su mano por la espalda de Áine y ésta deja salir un jadeo suave, la había tomado por sorpresa.
- El honor es nuestro, esperamos que disfrute el resto de la velada, majestad.- la reina le sonríe.
Áine y Xander se alejan, la princesa le va presentando el rey a los nobles que se iban encontrando en el camino. Aerin los intercepta y se les une. Los reyes hadas hablaban entre ellos.
- Yo creo que hacen una bonita pareja, ¿qué crees esposo mío? - era la reina que hablaba bajo.
- Sí, mi reina, pero no quiero obligarla nuevamente a un compromiso por interés político. Quiero que nuestra calabacita sea feliz.- la reina se ríe bajo y le susurra al rey mientras mira a los jóvenes.
- Creo que ella va a ser feliz, si a nuestra hija no le gustara el rey, ya hubiese encontrado una forma de evitar su compañía, ¿acaso no conoces a tú hija?
Oberón mira a su hija, Titania tenía razón, su hija era alguien decidido, que cuando algo no le gustaba, tomaba medidas y actuaba. El rey sonríe, parece que su hija y el rey Xander se estaban llevando muy bien.
Quien no estaba nada feliz era Amelia, ella y su séquito se acercan. La Baronesa Night es la que habla.
- Majestad, ¿qué tal está siendo su estancia en el reino? Seguro ya pudo notar las bellas damas que tenemos, como Lady Amelia, ella es una de las jóvenes más hermosas.
- Seguramente recordará a la Baronesa Night.- le dice Áine.
- Baronesa, efectivamente hay muchas damas bellas, y no dudo que la Señorita Amelia sea una, pero mis ojos ya encontraron una hermosa flor a la cual admirar.- El rey mira descaradamente a Áine quien le sonríe de vuelta. Aerin aprovecha y le habla a la chica.
- ¡Oh, baronesa! Saludos a su esposo, dígame ¿sigue llegando tarde en la noche a casa? Quizás deba hablar con él, es una vergüenza que deje a su joven esposa por estar...- Aerin se detiene y finge preocupación- disculpe, yo y mi lengua larga.
Algunas chicas se ríen con disimulo, desde hace años era sabido que el barón tenía una amante. Amelia y las damas se marchan disgustadas. La rubia ya no sabía qué hacer para llamar la atención del Rey, y cada vez que ella o sus amigas intentaban algo, les salía mal, debía hacer quedar mal a su prima y quitarla del camino.
Áine decide salir al balcón. A pesar de que pasaban los años, nunca se acostumbraba a esas fiestas en donde existían seres como Amelia y la baronesa, siempre esperando para atacar con su veneno.
- La noche está muy bonita- le dice al demonio, y se da la vuelta, ésta vez si lo había sentido llegar.- usted también viene a esconderse, recuerde que es usted el agasajado.
Xander se acerca despacio, sin dejar de mirarla, y sin pedir permiso la abraza por la cintura. Le sostiene la barbilla y la mira a los ojos.
- Usted hizo lo mismo en su fiesta. A demás, aquí se está mejor.
Sus labios se encuentran en un beso necesitado, sus lenguas se mezclan y sus manos tocan el cuerpo del otro sobre la ropa. El beso se volvía cada vez más intenso y ambos podían sentir el calor aumentar. Áine es quién rompe el beso y con su respiración agitada habla.
- Majestad, esto de robarme besos se está volviendo habitual para usted.- el rey sonríe sensualmente.
- Es que besarla es adictivo, no puede juzgarme por querer hacerlo.- Áine le devuelve la sonrisa.
- Sabe, yo creo lo mismo de usted- la chica le pasa la yema del dedo índice por los labios y luego se le acerca y le deja un suave beso.- mañana ya se marcha, es una lástima que no se quede más tiempo. Creo que tendré que ir por allá.
- Princesa, no juegue más conmigo. Dígame si acepta o no mi propuesta.
- Majestad, no sabía que era usted tan impaciente, está bien, mañana le daré una respuesta antes de irse- Xander se le acerca al oído y le susurra de forma muy seductora.
- Acepte, princesa, y le doy mi palabra de que los besos será lo que menos extrañe.- La pelirrosa se eriza, el rey le da un beso en la frente y suelta.
Detrás de una columna Amelia había visto y escuchado todo, no podía creerlo, esa misma noche actuaría, se aleja sin que nadie la vea y entra al salón.
Los dos jóvenes se reúnen con Tiana y el general, quienes habían asistido también. Hablan animadamente y la noche va avanzando, la fiesta termina y los invitados se marchan.
Amelia esperaba fuera del Palacio de Invitados, se había escondido para que nadie la viera, su objetivo era seducir al rey y obligarlo después a que se hiciera responsable, la rubia había salido un poco antes, pero los minutos pasaban y no llegaba. Dorian la había seguido, su instinto le decía que la chica no planeaba nada bueno. Se le acerca sin que ella se de cuenta y le habla.
- Él no va a venir- Le miente, pero lo hacía para provocar a la chica, quería saber cuáles eran sus intenciones.- El Rey Xander se fue con la Princesa Áine, quizás se estén haciendo compañía ahora mismo.
Al escuchar la chica que alguien le había hablado se asusta. Al voltearse ve al chico hada que le había hablado anteriormente.
- ¿Cómo puede usted saber tanto sobre su majestad? Váyase de aquí, no moleste, él no puede haberse fijado en esa marimacha.
- Cuide sus palabras, Lady, esa es la princesa de su reino y puede ser la futura reina de Hellion.
- No, jamás, eso nunca lo permitiré.- Amelia estaba furiosa. Dorian se ríe.
- Qué poco sabe usted de la vida, debería dejar de ir tanto a fiestas de té y aprender de su prima. Mejor váyase de aquí por su cuenta, o de lo contrario llamaré a los guardias para que se la lleven.
Amelia patea una planta furiosa y se va a su habitación. Dorian suspira, se imagina que esa chica volverá a intentar algo, mejor mandará a vigilarla.
Xander acompaña a la pelirrosa hasta su palacio. Llegan hasta la puerta de la habitación de la joven.
- Espero su respuesta mañana, mi pequeña hada.- toma la mano de la chica y le deja un beso en el dorso de ésta.
- Qué galante ha resultado ser, majestad.
Áine lo jala por la camisa y lo besa en los labios. El beso se va intensificado y Xander empuja a la chica contra una pared, pero no se detienen, las lenguas juguetean en sus bocas y las manos se mueven por su cuerpo, rompe el beso y va lamiendo despacio desde el cuello de la chica hasta su oreja. Áine siente como toda su piel se eriza, pero le habla jadeando.
- Majestad, si seguimos así, creo que tendré que hacerme responsable de usted- El azabache le gruñe bajo y se aparta un poco.
- Sólo le estaba mostrando una parte de lo que podría tener- y le susurra- princesa.- Áine vuelve a sentir cómo su piel se eriza y sonríe ladina.
- Por lo que estoy sintiendo ahora mismo, usted también está... ansioso. Pero no se preocupe, dicen que cuando se espera mucho por algo, la satisfacción es mayor cuando al fin se logra.
El demonio se ríe, le deja un beso en el hombro, y le desea buenas noches. Áine entra a su habitación y sonríe con picardía.
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Hola a tod@s, hoy tardé en actualizar porque salí a rodar con mis amigos en la bici. Practicamos MTB y los viajes son largos y cansados, pero el resultado de los lugares que se visitan, y la adrenalina que se siente al ir por las montañas es indescriptible.
Espero que les haya gustado él capítulo, el siguiente será sobre la vida de nuestro Rey Demonio 🤭
Sin más, me despido hasta el siguiente capítulo, Chau Chau 😚❤️