Primo Caliente

MAX

Cuando llegamos a la cocina él abre el armario para coger las copas, yo voy y me quedo parado detrás de ella rozando con mi cuerpo su espalda.

Max - Gabrielly, ¿verdad? - digo con voz ronca en su oído, veo que se eriza cuando hablo.

Ella se aparta de mí y dice

Liz - Max, perdona por no haberte dicho anoche que me llamaba Liz, pero ¿cómo iba a saber que eras mi primo?

Max - ¿Por qué mentiste al decir que te llamabas Gabrielly? - pregunta mirándola a los ojos, qué ojos tan bonitos, caramba.

Liz - No mentí, sólo omití mi nombre de pila, porque en realidad me llamo Liz Gabrielly, me dio miedo decir mi nombre de pila, como notaste ayer me sentí un poco fuera de lugar en la fiesta, no estoy acostumbrada a todo eso, apenas salí de casa...

Max - ¿Y ahora? Somos primos, y acabamos de hacerlo como locos ayer, y no puedo mentir diciendo que no me gustó, fue el mejor sexo de mi vida...

Liz - ¡Para! Somos primos, eso fue un error, jamás debería haber sucedido, encima somos primos, maldita sea, ¿cómo voy a mirar a la tía Luíza y al tío Carlos a la cara?

Liz - No dijiste que llegabas hoy a São Paulo, ¿cómo es que estabas en la fiesta hoy?

Max - Decidí venir un día antes y no les dije nada a mis padres, ¿qué vamos a hacer ahora?

Liz - No vamos a hacer nada, eso fue una locura, jamás volverá a suceder, voy a olvidar que eso pasó, y tú deberías hacer lo mismo.

Me acerco a ella y su respiración se agita.

Max - Liz, no puedo olvidar nuestra noche, no puedo sacarte de mi cabeza desde que desperté, me he pasado todo el día pensando en ti, no puedo olvidarlo - digo muy cerca de ella, miro su boca, y qué boca, me dan unas ganas locas de besarla, pero no puedo, veo que ella también me mira la boca, siente lo mismo.

Me aparto de ella y digo

Max - Vamos a llevar el vino, nos están esperando, luego terminamos nuestra conversación - le guiño un ojo.

Cojo el vino y voy al salón, ella coge las copas.

Pongo vino en la mesa y mi madre dice

Luíza - Por fin, ¿por qué tardáis tanto?

Trago saliva y digo

Estábamos lavando las copas, estaban un poco sucias, ¿verdad PRIMA? - digo sonriéndole.

Digo haciendo hincapié en la palabra prima.

Ella sonríe levemente y dice

Liz - Sí tía, estábamos lavando las copas.

Tomamos el vino y luego fuimos a cenar, la cena fue agradable, charlamos un rato, hablé de mi trabajo y cada uno habló un poco, de repente mi abuela pregunta por qué Liz no trajo a su novio a cenar.

No sé por qué, pero me sube una rabia descomunal, un odio a saber que tiene novio, qué mierda, me engañó con él.

Liz - Abuela, ya no tengo novio - dice Liz mirándome.

Sentí un gran alivio, incluso deshice la mueca que tenía, ni me di cuenta de que la rabia se había apoderado de mí, sonrío de lado.

Liz - Me engañó, abuela, por eso rompí con él.

La conversación cambia de tema y terminamos de cenar y nos quedamos charlando en el salón.

Mi abuela dice

Antonia - Me encantaría que todos durmierais aquí hoy, por favor, hace tiempo que la familia no está toda reunida, sólo falta vuestro abuelo.

La abuela habla con voz triste, entonces digo

Max - Claro que podemos dormir aquí, ¿verdad tía? ¿Verdad prima? - digo sonriendo.

Percibo que Liz cambia de cara, veo que iba a decir que no, pero la tía Eduarda habla primero.

Eduarda - Claro que sí, madre, ¿verdad hija?

Liz - Mamá, tengo clase mañana temprano, creo que podemos dejarlo para la próxima - dice ella intentando escabullirse, parece que no quiere dormir en la misma casa que yo.

Se va a quedar a dormir aquí sí o sí, que me espere.

Max - No te preocupes prima, como estoy acostumbrado a madrugar, te llamo yo, así no llegas tarde a la facultad - digo y es verdad, como trabajo es normal que me levante muy temprano.

Carlos - Me parece una idea estupenda, hijo, entonces está decidido, vosotros tres dormís aquí.

Mi madre, mi abuela y mi tía suben a preparar las habitaciones en las que nos vamos a quedar, mi padre va a la cocina a coger un vaso de agua.

Nos quedamos solos Liz y yo en el salón, me levanto de donde estaba y me siento a su lado.

Max - Parece que evitas estar en el mismo ambiente que yo - digo acercándome mucho a ella.

Se pone nerviosa, y me doy cuenta, es bueno saber que tengo ese efecto cerca de ella.

Iba a levantarse de mi lado y la sujeto del brazo y la obligo a sentarse de nuevo.

Max - No sirve de nada que me evites, me doy cuenta de que te pones nerviosa cerca de mí, sé que me deseas tanto como yo a ti - digo casi besándola.

Liz - Max, para con esto, somos familia, esto es un pecado, olvídame, esto fue sólo un desliz de una noche.

Max - No puedo olvidarlo, no puedo, ¿crees que no he intentado mirarte con otros ojos, como mi prima? Claro que lo he intentado, pero es más fuerte que yo, no puedo controlarlo, te deseo más que a nada - digo a milímetros de su boca.

Oímos pasos en la escalera y nos apartamos...

Mis amores, la historia de Liz y Max se va a calentar en los próximos capítulos, esperad las actualizaciones, disculpen la demora en publicar los capítulos, es que no tengo mucho tiempo para escribir aquí para ustedes, pero siempre que puedo estoy aquí publicando capítulos nuevos, besos 😘 😘