Cleo es una joven que vivía la vida universitaria bastante tranquila, tenia amigos y era la mas popular, pronto a cumplir 23 años, no se imaginó que su vida cambiaría radicalmente y que todo dependería de un secreto que le guardaron toda la vida...aun asi lo afronta con valentia esperando que todo sea igual....pero, ¿podra todo volver a la normalidad después de ese gran secreto?.
NovelToon tiene autorización de Fanny Tass para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
EL REENCUENTRO
Los días avanzaban cada vez más rápido, la ciudad seguía su curso como si nada en ella hubiera pasado, realmente los humanos normales no tenían ni idea que dentro de sus bosques había sucedido una gran batalla, entre dos hombres lobos muy poderosos, sí llegara alguien y digiera esas palabras en voz alta, dirían que está loco y que vive dentro de sus películas de ciencia ficción, o tal vez le dirían que se vas a con el Psicólogo se haga una sesión o dos; era una locura, en una ciudad promedio existían y cada día convivían dos razas, en la que una no tenía idea de nada. Ni que como parte de la ciudad había dos organizaciones que escondían algo más, algo más allá de la imaginación… el secreto de una vida oculta.
Una vida de la que solo ellos conocían, y un secreto que cada uno sabia. Muchas veces los hombres lobos querían vivir la vida de los humanos, fuera de peligros, fuera de las preocupaciones que otras manadas vinieran a su territorio y echaran a perder toda la paz que habían logrado establecer.
Los humanos caminaban libres, con problemas, pero problemas humanos, ahora están tensos, algunos talvez asustados, el enemigo era poderoso, y no estaba solo, además todo corría peligro, no solo la manada, también lo humanos, ahora había algo que más cuidar.
La loba blanca despertó y vio una vez más a las dos personas que estaba sentadas a su lado dormidas, lentamente y sin hacer mucho ruido salió de aquella habitación en donde habían dejado la puerta abierta.
Cuando salió y sus patas tocaron el césped empezó a correr, corrió lo más rápido que sus patas pudieron lograr, era muy rápida, tenía mucha fuerza en su cuerpo, se sentía como nueva, el viento atravesando su pelaje le dio paz en ese momento, se sintió libre y se dejó llevar.
Cuando se detuvo ya estaba muy cerca de donde fue el encuentro, se quedó ahí parada, observando aquel lugar, el sol estaba en lo más alto del cielo, y los sentimiento que llegaron con esa ola de calor que lograba colarse por las hojas de aquel espeso bosque, el claro más grande, se quedó ahí subió la mirada y absorbió todo el calor del sol que pudo.
— Has venido, te he estado esperando — cuando escucho esa voz, si instinto la hizo ponerse alerta.
— ¿Dónde estás? Muéstrate, ¿Qué quieres de mí? — dio una y dos, tal vez tres vueltas, pero no entro el origen.
— Aquí estoy Cleo – un lobo negro como el cielo nocturno, salió de la inmensa oscuridad, sus ojos tan negros miraron a la loba blanca, que la hicieron estremecer, pero no retroceder — quiero entrenarte – le siguió diciendo mientras se acercaba lentamente a ella.
— ¿Quién eres? ¿cómo es que puedes comunicarte conmigo? — ¿no creen que es extraño?
— te diré quién soy, si aceptas que yo te entrene para vencer a Evans, conozco sus debilidades y también sus fortalezas. – le dijo el lobo, haciendo que esta se detuviera al escuchar ese detestable nombre.
- ¿Cómo conoces a Evans? Lo preguntare una vez mas ¿Quién diablo eres? – le pregunto ella, mientras se ponían a la defensiva, mostrando sus enormes colmillos, y esos ojos se volvían aún más intensos.
-Tranquila, yo no soy tu enemigo, te diré todo lo que quieras saber siempre y cuando aceptes que yo te entrene – le dijo insistentemente el lobo.
Muchos pensamientos pasaron por la cabeza de Cleo, todo sus sentidos de supervivencia le decían que debía de irse y correr tanto como pueda, pero su instinto de alfa le decía que debía quedarse y darle una oportunidad a el lobo que tenía enfrente.
-Muy bien, no voy a huir y aceptare escucharte, pero tendrás que mostrarme tu rostro, tendrás que responder todas mis preguntas antes de tomar una decisión, demuéstrame que puedo confiar en ti, tus palabras no me convencen, dices que me dirás todo, pero quieres acepte de ante mano, tú eres el que me está pidiendo que yo te acepte, entonces ¿no debería de ser yo la que pongas las condiciones? – le contesto ella.
Nada se sentía real de ese instante, la mirada de los dos lobos se cruzaron y en el pecho de Cleo se creó una bocanada de seguridad, ante esos ojos que la miraban tan negros como la noche, pero al mismo tiempo tan cálidos como los de si madre, ese era el mismo sentimiento al ser observada por aquellos par de ojos negro, no podía sentir ni una pisca de desconfianza, busco todas las escusas, busco las negativas, busco razones convincentes para correr y salir de ese lugar, pero no hubo nada, no se sintió amenazada-
-Estoy bien con eso, entonces te preguntare algo – y haciendo una reverencia pronuncio la siguientes palabras - ¿alfa, aceptas a este lobo en tu manada? –
-Esto es imposible, tú también eres un alfa, ¿no te sentirás desplazado al obedecerme? – le replico ante su acción y el lobo sin levantarse de su posición le respondió.
-De ninguna manera, sería un honor estar de tu lado y ser dirigió por ti, acéptame por favor Alfa-
Ella hizo la reverencia de aprobación y lo acepto, sabía que implicaba muchas cosas, entre esas explicarle a la manada porque había tomado una decisión como esa. Pero también quería decir que ahora él se encargaría de su entrenamiento.
-Ahora muéstrame tu rostro – se sentía extraña, no sabía la razón, pero estaba nerviosa, expectante, confiada y al mismo tiempo nostálgica.
-Está bien, pero por favor no preguntes nada cuando me veas, juro que lo explicare todo en su momento – dijo el lobo quien empezó a transformarse nuevamente en humano, ella lo observaba muy de cerca, cada movimiento al rugir de cada hueso volviendo a su lugar, a los pequeños rugidos que salían de su boca y el corazón le latía aún más a prisa.
En poco menos de veinte minutos el lobo termino de transformándose, quedando en el suelo, cansado y completamente desnudo, el cuerpo era de un hombre, alto, muy bien cuidado y saludable, con sus músculos bastante formados; ella lo observo que estaba de espalda y le parecía la figura de un hombre de no más de cuarenta años, pero bastante conservado, solo que aún no podía verle el rostro; se acercó lentamente a él y le hizo notar su presencia y desesperó por mírale el rostro.
-Bien Cleo, ahora me girare. – le dijo el hombre.
Ella se quedó quieta, esperando a que el hombre girara su cuerpo. Él se giró, pero no levantaba la mirada, ella poso su pata muy firmemente en la tierra para hacerle saber que se dejara de tanto drama. Entonces sucedió, el levanto la mirada y ahí en ese momento el tiempo se detuvo, no avanzo ni un segundo más, todos los sonido se esfumaron, todos los colores desaparecieron y aquella luz que se colaba por las ramas de los árboles, se había hecho más intensa, entonces se miraron, loba y hombre, se miraron eternamente, y ahí lo entendió todo; ya no estaba sola.
- ¿De verdad eres tú? - le dijo
-De verdad soy yo – le dijo el mientras avanzo y se metió entre las patas de aquel gran lobo blanco, abrazándola.
- ¿Por qué…? – iba a decir cuando él la interrumpió.
-Porque es todo por ti, porque es como tenía que ser, porque no sabes cuánto me duele que las cosas llegaron a este extremo, pero es todo por ti Cleo, es todo porque tú eres la única esperanza para nuestra manada, es por eso que hasta hoy he vuelto a ti, pero no sabes cuánto quise salir y correr a su lado, abrazarla, decirle que no estaba sola, mirarla a los ojos y decirle…- le interrumpió ella.
-¡¡DEJA DE DECIR QUE ES POR MI!!, no lo acepto, no acepto que se haya tenido que sacrificar por mí, no acepto que estoy sola, no acepto nada de esta vida. – le dijo ella.
Ella empezó a transformarse en humana también. El guardo silencio y la observo transformarse, y luego se tumbó en el suelo, un momento para tomar aire, se levantó, no había vergüenza, porque no estaba pensando en su desnudez, estaba furiosa, triste y confundida, asi que no pensó en nada más.
-Lo lamento, en verdad Cleo, lamentó no poder hacer nada para salvarla, quería… – le dijo
-¡¡Cállate!!, no hables de ella, no te lo permito, no sabes cómo fue – le dijo ella, pero miro algo que le estremeció el corazón.
-Claro que lo sé, estuve ahí en ese día la vi, he estado en cada momento y quise correr a detenerla, pero si hacia eso, la que estaría muerta serias tú, y eso ella no me lo iba a perdonar, asi que me detuve y solo la pude ver a lo lejos, morir en tus brazos, y a ti verte romper el escudo que siempre mantuviste; no se mi vas a creer Cleo, pero me rompió en miles de pedazo el alma ver aquella escena, y no poder decirle a la cara cuanto la he amado y que estaba orgullosa de ella por haber criado a una mujer tan hermosa como tú – le dijo mientras empezaba a llorar.
- ¿En verdad, estuviste ahí?, creo que un poco de tu ayuda me hubiese venido bien, y a ella verte a la cara, verte por última vez. -
-Lo sé, pero estoy seguro que siempre lo supo, somos almas destinadas, y cuando estamos cerca es inevitable que no sintamos nuestra presencia, y nuestro aroma, ella es mi alma gemela, la dueña de mi corazón, asi que estoy seguro que siempre supo de mí, pero si no dijo nada porque yo era su plan de respaldo; soy el único que sabe cómo ayudarte; Cleo tu eres más poderosa de lo que crees, talvez tu madre no te lo dijo, pero tú eres la que puede dirigir a las demás manadas, tú puedes mandar a los demás alfas, y ellos tendrán que responder a ti-le dijo él,
Ambos se limpiaron las lágrimas, se miraron y para sellar ese rencuentro que tanto anhelaban se dieron un abrazo de padre e hija, un abrazo que duro tanto como una eternidad, en el que todo se volvió nuevamente oscuro, en el que ambos corazones querían quedarse en ese instante, en ese momento, en donde el tiempo no avanzara más, solo ese momento, en el que todo para Cleo parecía ser un sueño.
-Hija, una cosa más-
- ¿Qué pasa?...
-Necesito que alguien más venga a entrenar contigo-
- ¿Alguien más? ¿te refieres a Dhar mi beta?
-No, no es él, aunque también es importante que el venga, pero no es de el de quien te hablo, es de alguien más que tú conoces mejor-
-No entiendo, ¿a quién te refieres? - <
-Hablo esa chica-
-No, es imposible, todo menos ella-
-Pero ella es importante en tu entrenamiento-
- ¿Por qué es importante, yo soy el alfa, soy fuerte, y conmigo es más que suficiente? -
-Eso no lo dudo, pero es necesario que ella este a tu lado.
- ¿PERO POR QUE? – le grito, en la miro y su expresión la hizo estremecer y entender que nada de lo que dijese la haría cambiar de opinión
-Por qué te voy a explicar que es ella para ti-
- ¿Ella? ¿para mí? – le dijo con una voz de incertidumbre.
-Exactamente ella; porque yo sé que la amas, que es más importante de lo que me quieres dar a entender, lo entiendo por qué también tuve a mi alma gemela, a esa que siempre iba a estar a mi lado en las buenas y en las malas, y eso es esa chica para ti, lo que necesitas, lo que te hace fuerte, ella es tu interruptor, y la otra mitad de tu alma, la dos tienen que estar juntas y asi estarás más completa, tu fuente de energía no se agotara, y tendrás sobre todo la fuerza de ella que tanto como la tuya, ella es tu destinada, lo supe ese día, en como en tus ojos se veía ese miedo, el miedo de perderla, el miedo de no poderla salvar de ese desastre, y sé que la decisión que tomaste hace unos días es porque no la quisiste exponer ante eso, ante esto, la querías alejar de esta mierda, estoy consciente de eso, lo mismo quise hacer con tu madre cuando escapamos lejos, pero Cleo, hija mía no podemos escapar de nuestros destinos, asi es la puta vida. Y ella quiere estar a tu lado, y debe de estar a tu lado, juntas son ustedes las que salvaran a esta raza. – ella lo miro, y no pudo detener su lágrimas, lloro, lloro todo lo que no había podido.
-Esto es un desastre, esto es una mirada, no la quiero perder, juro que no la quiero perder, por eso la aleje, por eso la saque de mi vida de esta manera, no puedo traerla, no puedo arrastrarla a esto. No quiero papá, no por favor. – su ojos eran una súplica, pero una súplica que no iba ser aceptada.
-Lo siento hija, pero es necesario; y tú la necesitas, no estas concentrada por pensar en ella en la decisión que tomaste, por eso no pudiste controlar tu transformación, ella fue la gota que derramo el vaso, asi que no acepto, ella tiene que estar y vas a ir y hablaras con ella, y le dirás que la necesitas, no pierdas el tiempo –
Lo miro y vio su determinación, aunque ella era el alfa de la manada, en ese momento se sintió tan pequeña, tan descubierta, tan débil, que no pudo discutir más con él, con su padre.
-Está bien; are lo que me dices, pero ayudaras a salvarla, a salvarlos, a estar con ellos, no me dejaras sola, estarás a mi lado en todo momento, porque es cierto la necesito a mi lado, la extraño, pero también te necesito a ti, la necesito a ella, ¿sabes a lo que me refiero? – le miro
-Claro que lo se cariño, y ella está siempre contigo, yo estoy contigo, ahora nunca más te dejare sola, lo prometo asi que ve hija, ve y búscala, te estaré esperando aquí siempre todos los días-
-No, tu volverás a la mansión conmigo, porque es tu lugar, tú eres el dueño de todo eso, y que más da si Evans se entera que estas vivo, es mejor que tema que tiemble, que lo piense dos veces antes de enfrentarse a mi manada, a mí. – lo miro con determinación y a la misma vez con suplica, por lo que él, no se pudo negar.
-Está bien iré contigo, no puedo ser desobediente eres mi alfa, asi que es mi deber estar a tu lado y cerca de ti, y tampoco olvido que igual eres mi hija por lo que tampoco volveré a dejarte, sé que no son buenos tiempos, pero no quiero perder más tiempo estando lejos de ti, de mi hogar –
Volviéndose a transformar en lobos, los dos alfas, el blanco y el negro corrieron por aquel inmenso bosque, no se detuvieron, no miraron atrás, solo eran ellos dos, recuperando el tiempo, apreciando ese momento que podría volverse el ultimo.
Todavía tenían cosas que hacer, cosas que planear y cosas que organizar, pero en este momento, solo querían esto, correr juntos, y recuperar el tiempo perdido.
Habían perdido a alguien, pero sabían que aún se tenían uno al otro, Cleo que por un instante se había sentido derrotada por Evans, sola, y que no pudo salvar a su madre, hoy mirando a ese gran lobo negro a su lado, podía sentir que todavía podía salvar a su manada, porque ya no está sola, porque ya tienen una manos que la sostienen y no la dejara quedarse atrás.
El sacrificio de su madre no será en vano.