En el antiguo jardín de la mansión, la mesa de té estaba meticulosamente dispuesta para dos, mientras el sol de la tarde bañaba el escenario con suavidad. El hombre, impecable en su apariencia pero distante en su mirada, apenas prestaba atención a la dama frente a él. Sus cabellos rubios danzaban con la brisa, pero su expresión reflejaba tristeza y resignación. Con voz serena pero cargada de pesar, ella deslizó un documento sobre la mesa, diciendo: "Espero que encuentre a alguien que lo ame en la medida en que usted no lo considere una molestia."
NovelToon tiene autorización de AMZ para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capitulo 21
En una pintoresca fiesta de té en la mansión del Conde Montague, la joven hija de esa familia, la Señorita Jasmine Montague, era la anfitriona, rodeada de otras jóvenes nobles de su edad. Las conversaciones fluían animadamente, creando un ambiente jovial y alegre.
Sin embargo, la atmósfera cambió cuando la Señorita Dorothy, hija de otro conde, comenzó a comentar sobre los recientes rumores que circulaban en la sociedad.
Dorothy: ¿Han escuchado los recientes rumores que están rondando en la sociedad?
Jasmine, mostrando su desaprobación, respondió.
Jasmine: Hablar sobre chismes es vulgar, Señorita Dorothy.
Pero Dorothy no se dejó desanimar y continuó con una chispa de emoción.
- Dorothy: Pero, Señorita Jasmine, esto es algo que le interesará mucho. De hecho, estoy segura de que le alegrará.
Jasmine, intrigada, no dijo nada, indicando con ese gesto que continuara con su relato. Dorothy abrió grandes los ojos y prosiguió.
- Dorothy: Se dice que... el Duque Beaumont ha roto su compromiso con la Señorita Everglen.
La noticia causó un revuelo entre las jóvenes presentes, y sus expresiones de sorpresa no pudieron ocultarse. Jasmine, por otro lado, parecía paralizada ante la noticia. Después de un momento de conmoción, Jasmine pidió a las señoritas que se calmaran, y gradualmente lo hicieron, volviendo a la normalidad en la fiesta de té. Sin embargo, la noticia del rompimiento del compromiso resonó en la mente de Jasmine.
La fiesta de té había concluido, y Jasmine, aún impactada por la noticia del rompimiento del compromiso del Duque Beaumont, se retiró a su habitación. Desde el gran ventanal, contemplaba el tranquilo jardín, sumida en sus pensamientos. De repente, una doncella entró, y Jasmine, aparentemente anticipando su llegada, le dio la bienvenida con una sonrisa amable.
- Jasmine: Oh, aquí estás.
Dijo Jasmine mientras extendía dos sobres hacia la doncella. En la bandeja, se veían claramente los nombres destinatarios: "A Edith Everglen". Sin embargo, cada sobre indicaba un destino diferente. La doncella tomó los sobres y se retiró, dejando a Jasmine con sus pensamientos.
Al ver la puerta cerrarse, Jasmine tarareó una melodía, reflejando su emoción.
- Jasmine: La mejor manera de confirmar si eso es verdad es invitando a la Señorita Everglen...
Reflexionó en voz baja. Una sonrisa alegre se formó en sus labios mientras murmuraba para sí misma.
- Jasmine: El Duque y yo... nos veríamos mucho mejor juntos.
La anticipación y la intriga llenaban el aire, y Jasmine esperaba ansiosamente las respuestas que los sobres revelarían sobre el destino de Edith Everglen.
Jasmine no fue la única que había enviado cartas y esperaba una repuesta con expectación.
Cedric Blackwood se encontraba en su nuevo hogar, examinando la correspondencia que había llegado. Entre las cartas, encontró una firmada por Edith Everglen. Cedric, intrigado por el remitente, sostenía la carta con curiosidad, preguntándose qué motivo tendría Edith para escribirle.
- Cedric: [Tal vez aún está intentando agradecer la ayuda de ese día... o disculparse por su prometido]
Reflexionó Cedric sobre el posible contenido de la carta. La ansiedad lo invadió, y finalmente, no pudo resistir la tentación de abrirla.
Con atención y cuidado, leyó cada palabra de la carta, repasándola una y otra vez. Una pequeña sonrisa intentó asomarse en sus labios cuando terminó de leer. Levantó la mirada al techo, perdido en sus pensamientos.
- Cedric: [¿Qué puede querer una noble señorita con alguien como yo?]
Se preguntó en voz alta, dejando que el silencio pesado llenara la habitación. Luego con una mirada más rígida se preguntó.
- Cedric: ¿Debería contestar?
En el ducado Beaumont, después de tres meses de la ausencia de Edith, los efectos se hacían evidentes. El mayordomo acercó a Lucian los documentos que antes manejaba Edith. Al echar un vistazo, Lucian frunció el ceño y arrojó los papeles hacia el mayordomo.
- Lucian: ¿Qué es esto? Está todo mal.
El mayordomo tembloroso se excusó.
- Mayordomo: Lo siento... es que la Señorita Edith era quien siempre se encargaba de ello.
Lucian arrugó aún más la frente y clavó sus ojos verdes en el mayordomo.
- Lucian: ¿Me estás diciendo que era Edith quien hacía tu trabajo?
El mayordomo, al darse cuenta de su error, se tapó la boca.
- Mayordomo: No quiero decir, la Señorita Edith me aconsejaba... a veces me ayudaba.
Intentó arreglarlo. Pero Lucian, sin vacilación, sentenció.
- Lucian: Estás despedido. Desaparece de mi vista ahora.
El mayordomo quedó paralizado e incrédulo ante la abrupta decisión de Lucian.
Después de que el mayordomo se retirara, Lucian se reclinó en su silla con un pesado suspiro. Edith Everglen provoca en él una frustración que intenta ocultar. Con cierta desesperación, Lucian murmura para sí mismo.
- Lucian: ¿Quién demonios te crees para hacer que pierda mi tiempo pensando en ti?
El orgullo del duque se ve desafiado, y en ese momento, aceptó internamente que Edith había estado ocupado sus pensamientos en los últimos días. Aunque intentará ocultar sus sentimientos, la presencia de Edith en su mente era innegable, y la irritación en su expresión revelaba la lucha interna que enfrentaba.
En la mansión Everglen, Edith, ansiosa desde que envió la carta a Cedric, fue sorprendida por una doncella que llamó a su habitación anunciando que había una carta para ella. Con rapidez, Edith abrió la carta sin verificar el remitente. Su expresión de expectación se desmoronó al leer el contenido, volviéndose un tanto oscura. La emoción se desvaneció lentamente de su rostro.
- Edith: No es lo que esperaba.
Comentó con decepción. La carta resultó ser una invitación a la fiesta de té de la Señorita Jasmine Montague. Edith dio media vuelta y especuló.
- Edith: ¿Cómo sabe que estoy aquí? ¿Es seguro que todos ya lo saben, que Lucian y yo ya terminamos?
Un nudo se formó en la garganta de Edith, sus labios se presionaron con fuerza, y luego sentenció con determinación.
- Edith: Nunca antes me habían invitado... ¿quieren burlarse de mí o confirmar que hemos roto?
La incertidumbre y la incomodidad se reflejaban en sus ojos mientras consideraba las posibles motivaciones detrás de la invitación, y la ansiedad sobre el significado de esta nueva dinámica en su vida llenaba su mente.
Sin embargo la llegada de una segunda carta minutos después reavivó el brillo expectante en el rostro de Edith.
1 porque la marqueza tenia odio hacia ella?
2quien fue su verdadera madre no dijo
3 entre tantas jje
pero fascinante su historia saludos
Muchas felicidades, ya que desde el comienzo se vio el esmero que puso por hacer o escribir de forma hermosa su libro 💐
/Heart/