Extraños

NIT

Amo esta temática, pero nunca se me ocurriría usar tal cosa en pleno siglo 21, que carajos estaban pensando al hacer esta fiesta con esta temática, no me malentienda, es precioso lo que usaban, pero ¿corcel?, eso es como un suicidio.

-¿De verdad es temática de Bridgerton?- lo miré fastidiada. Él asintió- Ame la serie, pero utilizar esos trajes es como morir asfixiada- mire los corceles con miedo- Es un arma, en serio- intente asustarlo.

-Vamos Nit, te verás, grandiosa, además fue mi cuñada la que eligió este año sea de la temática de Bridgerton. Tiene una especie de obsesión por esa serie- me susurra lo último.

Suspire en redención.

-Además, alégrate, el año pasado fue de Y donde están las rubias - no pude evitar reír, me imagine toda la fiesta llenas de rubias y personas de color.

-Regrese de mi viaje por esos días, solo para venir a la fiesta de las rubias, toda la noche con una peluca y un pantalón bastante ajustado, que debo decir es un arma mucho más peligrosa que el corcel- volteo mis ojos con burla, pero no pude evitar reírme de eso.

-¿Solo regresaste para esa fiesta?- pregunté con asombro.

-¿Crees que me perdería la fiesta de Blancos y ver a Latrell?- levantó sus cejas, esta vez ambos reímos llamando la atención de las personas a nuestro alrededor, pero no nos importó.

-Creo que no tengo escapatoria querido extraño, busquemos el mejor vestido de esta tienda- me voltee para buscar entre cientos de vestidos y cientos de armas letales, corcel por supuesto.

La búsqueda fue difícil, pero ambos ya teníamos los trajes le pedí a mi hermana que me ayudara con esta mega tortura de colocarme el corcel, debo decir que a pesar de no poder respirar normal, me hace lucir una cintura que está de infarto y mis senos que a pesar de no ser limones ni tampoco unos melones lo parecen, se ven mucho más grandes y como si pidieran a gritos salir de mi cuerpo, pero se ven increíble. Aunque pensándolo bien, ¿Cómo haré cuando quiera usar el baño?, creo que será mejor que no beba tanto líquido y así me evito un mal rato.

-Estás lista. Amo como te ves con ese vestido- dice mi hermana admirándome.

-¿Hablas de la arma mortal?- sarcasmo, sarcasmo. – Si, claro que me veo bien, pienso que no ibas a tener más hermana si la hubieras ajustado más. Esta mierda me está matando- dije con desespero.

-¡Nit!, deja las palabrotas- me regaña.

-Ya, ya- subí mis manos.

-¿Claudio te llevará?- asentí -¿Por qué no viene a recogerte?.

-Porque cree que vivo en los edificios de la otra calle- sonreí, pero antes de que dijera algo salí de mi habitación yendo hasta la sala donde me espera Claudio.

-Pero miren a la Bridgerton, estas preciosa Nit- me dice Claudio tomando mi mano para darme una vuelta.

-Gracias, aunque me va a matar en unas horas- dije con gracia.

-¡Nit!- grita mi hermana haciendo que Claudio me mire con nervios- ¿Por qué cree que vives a unas calles?- me pregunta un poco enojada.

-Porque no quiero que sepa a donde vivo, al menos no ahora- subí mis hombros.

-No puedes iniciar una relación con alguien a base de mentiras, tienes que decirle la verdad- mi hermana es un poco… ¿como decirlo sin que suene mal?. ¿Intensa?, si, es bueno para describirla.

-Val, por ahora no le diré donde vivo- intente sonar relajada.

-No hablo solo de donde vives- su tono de voz se volvió a elevar- Nit tienes que decirle la verdad, si se entera y no le agrada, tu saldrás lastimada- Adoro a mi hermana y entiendo porque se preocupa, pero estoy harta de que piense que no puedo soportar un fallido en el amor, soy mas fuerte de lo que ella cree y parece no notarlo.

-¡Basta!- grite y se calló- Val, si salgo lastimada será completamente mi culpa- dije con fastidio.

Un silencio invadió la sala donde estamos los tres, ni Claudio con sus ocurrencias quiso decir algo.

-Vamos Claudio- tome mi tonto bolso que hace juego con el vestido, Claudio fue hasta donde Val y le dijo algo al oído, le dio un beso en los labios y camino hasta la salida donde me esperaba, me acerque a él y antes de cruzar la puerta me volteo para ver a mi hermana, que ahora tiene una mirada seria, como si intentara ocultar sus sentimientos

"típico de abogados" - No te preocupes Val, esta vez no tienes que consolarme- Salí de ahí sin esperar respuesta y vaya que me sentí mal por decir eso. Ya montada en el carro solté un suspiro.

-No debiste decirle eso a tu hermana- me lanza una mirada, bastante decepcionado. Auch esa mirada duele.

-Lo sé, me siento mal por eso, pero es que Val cree que soy una niña débil y que no puedo hacer las cosas bien nunca- solté

-Sabes que ella es así, es su manera de protegerte, ella no quiere que te lastimen, al igual que yo. Te vimos mal por Luciano y no queremos verte mas así, no porque no creamos que no seas fuerte, porque de esos estamos seguros, si no porque te amamos y verte sufrir nos duele también- escucharlo hizo que mis lagrimas quisieran salir, pero las contuve no quiero arruinar el trabajo de Val. Pero es cierto, solo que mi hermana para decir tal cosa tendría que tenerla en el estrado bajo juramento, es alguien que no dice lo que realmente siente, no de buenas a primeras.

-Te prometo que hablaré con Val, y te aseguro que seré fuerte por si algo malo llega a pasar, no porque no me quieran consolar, si no porque ya estoy preparada por si algo malo se viene- me regalo una sonrisa que yo correspondí y emprendimos el viaje hasta donde seria la fiesta.