Estoy a punto de casarme con un hombre cruel y sin sentimientos y todo por pagar una deuda familiar, mi nombre es Sofía Gómez y el hombre que me compro se llama Adrik Ivanov, su nombre lo define a la perfección, ya que el es un hombre cuya oscuridad y frialdad te abraza con solo una mirada.
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Capitulo X Promesas
Sofía estaba en el jardín viendo las hermosas rosas blancas que había en él.
Sus pensamientos vagaban en el hecho de que Adrik le había dicho que ese día irían a las universidades y escogería en la que ella iba a estudiar, pero ya era casi medio día y él aún no aparecía.
Ya era casi medio día y aún no había noticias de Adrik, la desesperanza de Sofía era muy notoria, pues ella pensó estudiar y salir adelante por sus propios medios, pero ahora todo se le había arruinado, ahora como haría para estudiar, a sus apenas dieciocho años no tenía experiencia alguna trabajando y si conseguía un trabajo de medio tiempo eso no sería suficiente para pagar su carrera universitaria, tendría que replantear su vida para cuando esté divorciada de ese troglodita.
Después de pensar por mucho tiempo decidió que una vez diera a luz al hijo de Adrik y estuviera al fin divorciada ella optaría por una beca universitaria.
La joven estaba perdida en sus pensamientos cuando su celular empezó a sonar, al ver el identificador de llamadas se dio cuenta que de era su esposo, dudó por un instante responder el teléfono, pero recordó lo ocurrido la última vez y se apresuró a contestar.
— Hola!.
— Donde estás?
— En tu casa.
— Estoy en la habitación, te estoy esperando.
La tristeza volvió a hacerse presente en el corazón de Sofía, ella no quería ir al encuentro de Adrik, pero sabía que si tardaba él se molestaría y era mejor no hacerlo enojar.
Sin más opciones camino hasta la habitación que compartía con su esposo, ya estando frente a la puerta respiro profundo y procedió a entrar.
— Hola. — dijo Sofía viendo a Adrik sentado en la cama.
— Ven acá. — dijo él con voz ronca.
Sofía volvió a suspirar y camino hasta él, ella sabía lo que él quería y no le quedaba de otra que aceptar sus deseos.
— Qué hacías en el jardín?. — pregunto Adrik mientras la sentaba en su regazo.
— Estaba aburrida y salí un momento a caminar. — respondió Sofía mirando al suelo.
— Perdón por no venir por ti para ir a la universidad, ayer estaba cargado de trabajo y me quedé hasta ahora en la oficina. —
La cara de Sofía era de confusión, como era posible que su esposo le estuviera dando explicaciones.
— Pensé que estarías con tu familia o con la mujer de la foto. — respondió Sofía pensativa.
— Ja, ja, ja yo no me llevo bien con mi familia y en cuanto a esa mujer, ella solo es una amiga.
Adrik tomo por la barbilla a su esposa y volteo su cara para que ella lo mirará a los ojos.
— Mañana temprano iremos a la universidad que tú decidas para estudiar y luego iremos de compras, mi esposa no puede seguir vistiendo harapos.
Sofía no podía creer que este fuera el mismo hombre que el día de ayer la había tratado, pero que a un zapato, ella estaba asombrada por su cambio de actitud de un día a otro, Adrik le dio un tierno beso mientras recorría su cuerpo con sus manos, una corriente atravesó el cuerpo de la muchacha mientras se dejaba llevar por la experiencia de su esposo, está era la primera vez que Sofía estaba con Adrik sin sentirse obligada a estar con él.
— Eso fue maravilloso!. — susurro Adrik al oído de Sofía.
— Yo también me sentí bien. — respondió Sofía sonrojada.
— Te gustaría salir a comer a la calle?
— Si, claro!.
— Bien vayamos a bañarnos, te gustaría bañarte conmigo. — pregunto Adrik casualmente.
— Eh!, me daría un poco de vergüenza.
— No seas tímida ahora eres mi esposa así que es normal que las parejas hagan esas cosas.
— Está bien.
Ambos se levantaron de la cama, Sofía se cubrió con la sábana mientras que Adrik se fue como vino al mundo al baño, él no pudo reírse de las ocurrencias de su esposa.
— Piensas bañarte con esa toalla encima?.— pregunto Adrik aún riendo.
— No!, pero podrías cerrar los ojos, por favor. — respondió Sofía.
— Está bien cierro los ojos, pero apúrate que quiero que me laves el cabello.
— Ah!,
— Con los ojos cerrados no puedo bañarme yo mismo.
Sofía sonrió por un instante, definitivamente está versión de su esposo le estaba gustando mucho, ella lo dirigió a la regadera, ya que él tenía los ojos cerrados, después ella se quitó la sábana y abrió la llave del agua, mientras está mojaba sus cuerpos Sofía empezó a pasar el jabón por el cuerpo de su esposo, Adrik sentía cada toque de Sofía como una suave caricia así que no aguanto mucho más y la acorraló contra la pared, aún con sus ojos cerrados empezó a besar a la chica y una cosa llevo a la otra y ellos terminaron estando juntos una vez más.
Una hora después estaban comiendo en uno de los restaurantes más famosos de la alta sociedad, aunque la familia de Sofía nunca había sido de bajos recursos, ellos tampoco se daban el lujo de estar en un lugar asi.
— Te gusta?. — pregunto Adrik con su característica expresión de seriedad.
— Sí, está muy bonito. — respondió Sofía sonriendo.
— Ok, si quieres te traduzco lo que dice el menú.
Este era un restaurante de comida rusa y para molestar a Sofía Adrik pidió el menú en ese idioma.
— No es necesario, yo puedo leerlo.
La respuesta de Sofía dejo a Adrik sin palabras, acaso él había escuchado bien.
— Como que puedes leerlo?. — pregunto Adrik con incredulidad.
— Sí, es que cuando estaba en la escuela me interese por los idiomas y este es uno de los que puedo hablar.
Al final Sofía pidió de entrada principal una ensalada verde y de plato fuerte pidió brochetas de carne y verduras.
— No tenía idea de tus habilidades. — comento Adrik.
— No es nada del otro mundo, solo me gusta hablar, otros idiomas.
Ellos empezaron a hablar como si se acabarán de conocer y es que en realidad eso era lo que estaba pasando, ambos fueron obligados a casarse y no les dieron la oportunidad de conocerse de otra manera.
