El Omega Y El Demonio.

Cuando Riley regreso a la mansión, le contó a Susan lo que había pasado y las intenciones de aquella mujer, Susan no podía creer que siendo la duques una mujer, incite a su hijo a cometer tal barbaridad, así que cuando Riley fue a darse un baño, no dudo en ir con Hayden para hacerle saber lo sucedido, y de no ser porque su marca fue puesta en Riley y solo porque este es precavido, ese hombre pudo haber abusado de él. Hayden le agradece a Susan por el informe y le pide no le haga saber a Riley que le contó todo.

En la noche silenciosa, una sombra se desliza por la oscuridad hasta perderse de vista, la duquesa dormía plácidamente, en otra habitación, Manson también se disponía a descansar aunque se quejaba por la quemadura de su mano, jurando que acabará con ese omega que le daño, sin darse cuenta, una ventisca entro por la ventana acompañada de una nube de plumas negras, las cuales tomaron forma justo cuando Manson fijo su vista en esa nube. Al ver al demonio, Manson estaba por gritar pero Hayden le sello los labios con un hechizo, mientras dejaba salir el aroma de sus feromonas, tan pronto las olió, Manson supo que eran las mismas que protegían a Riley y esto hizo que Manson abriera los ojos con miedo, ante la presencia de aquel demonio.

— así que, querías tomar por la fuerza a mi omega...— sonríe con malicia.

Mason sigue intentando gritar y corre hacía la puerta, golpeando esta al notar que no puede abrirla, estaba desesperado, como alfa, podía sentir las feromonas amenazantes del demonio. Hayden retiro el hechizo de silencio y entonces pudo escuchar como pedía ayuda, tan pronto su voz fue escuchada, la duquesa y los sirvientes corrieron en su ayuda, pero la puerta no podía abrirse. Hayden levanto la mano creando unas dagas negras las cuales lanzo contra Manson, este grita de dolor, pero las heridas no han sido en puntos vitales, pues solo le casará dolor, ya que es el principio de lo que tiene preparado.

Hizo que dos de sus lacayos que surgieron de sus sombras, aten a Manson contra un pilar que hay en la habitación, entonces dejo entrar a la duquesa, que al ver a su hijo así, grita y pide a los sirvientes que lo ayuden. Aunque estos no logran ingresar porque hay una barrera que se lo impide.

— hola duquesa Ferguson. Escuche que usted y su hijo querían abusar de mi pequeño omega, así que vine a resolver ese problema.—

— d-demonio...pero como...—

La duquesa siente que su respiración se corta, lleva sus manos a su cuello, rasgando la ropa pero ni eso le ayuda a que la sensación desaparezca.

— deja a mi madre, maldito demonio.—

— no te preocupes, no la mataré, pero deseará morir...—

Manson puede sentir una feromonas muy fuertes y estas viene de su madre, ¿pero como? Ella es una beta, entonces mira a Hayden y puede notar que son las feromonas de este que envuelven a la duquesa y cuando las quita, un aroma excitante viene de la duquesa, un aroma que atrae alfas, la duquesa sentía su cuerpo arder de excitación, Manson lo sabía, era el aroma de un omega en celo y lo peor, era que él se estaba sintiendo atraído a este aroma, le estaba haciendo perder la razón. Hayden libera a Manson y este, habiendo perdido todo razonamiento se abalanza contra la duquesa, quien grita, pidiendo que se detenga, los sirvientes atraves del campo de energía, pueden ver toda esa horrenda escena que se daba. Hayden solo desaparece y los gritos de la duquesa resuenan por toda la mansión.

Al día siguiente, era la noticia del momento, la duquesa Ferguson era una omega y mantenía una relación incestuosa con su hijo y aunque los sirvientes presenciaron la verdadera escena, Hayden se había encargado de distorsionar sus recuerdos, por lo que a palabras de cada sirviente, ellos solo entraron a la habitación al escuchar gritos y vieron esa espantosa escena de madre e hijo fornicando en el piso.

Tan pronto el duque Ferguson supo eso, mando pedir el divorcio, saco a su hijo de su herencia y a la mujer, por mantener una relación insana con su hijo, fue encerrada en el calabozo, pues aun cuando ambos juraban ser víctimas de un demonio que les hizo todo eso, nadie les creía, a ojos de todos, eran dos personas asquerosas. Riley que fue a la tienda de postres en la mañana, escucho todo el chisme en la pastelería. Él tenía planes de acabar con esa mujer, pero parece que el karma se adelanto, ¿o quizás fue alguien más?

— Susan, ¿le contaste el general lo que me paso en la fiesta de té?—

— no alteza, ¿por qué? ¿Es por lo que se esta diciendo?— pregunta confundida.

Aunque se siente culpable de mentirle. Riley no pregunta más, pero sospecha que Susan le cuenta todo a Hayden y que este fue el responsable de lo que ha pasado, aunque es mejor no indagar mucho. Tras acabar con sus compras, busca a Hayden, quien estaba descansando bajo un árbol del jardín, al parecer el demonio estaba dormido.

Riley se acerca y se sienta cerca, observando su rostro, es increíble lo atractivo que es ese hombre, nisiquiera en su vida pasada conoció a algún alfa así de guapo, si bien su esposa, era hermosa, no se compara a ese demonio.

Agacha la mirada, recordando su vida pasada, aunque fue miserable por un tiempo, cuando esa mujer llego a su vida, aunque fue breve, fue feliz y esta agradecido de haberla conocido. Riley dejo salir un largo suspiro, recordando la amable sonrisa de esa mujer.

— Helen...te extraño...— susurra y se limpia los ojos que ya estaban por dejar escapar unas lágrimas.

—¿quien es Helen?—

La voz de Hayden lo saca de sus pensamientos y se aleja un poco mostrándose sorprendido.

— e-es...era mi esposa...en mi vida anterior...— los ojos Riley se mostraban tristes.

— así que tenías a alguien cuando eras Alexis...debes extrañarla mucho.— Hayden le acaricia el cabello al rubio.

— si, pero ella murió antes que yo, en un accidente, yo morí porque no pude soportar perderla.—

— tú...¿te quitaste la vida?— pregunta sorprendido.

— n-no, ella y yo estábamos enlazados, por eso al morir, mi cuerpo resintió su perdida...aunque ya no tenía nada porque vivir en realidad...— de manera inconsciente lleva su mano a su vientre, al igual que Riley perdió a su bebé, aunque la diferencia es que nunca pudo conocerlo.

Hayden al verlo así, se acerca más a él y lo abraza para mostrar su apoyó.

— lo siento, no quise hacerte recordar algo triste.—

— no es necesario que te disculpes.—

Riley solo corresponde el abrazo, el aroma del demonio le causa tranquilidad, tal vez no estaría mal ceder un poco ante el cariño que Hayden le muestra, aunque le preocupa, ya que ese cuerpo es del verdadero Riley y no quiere que el demonio solo le vea como su fallecido amante.

...