El Último Acto De La Villana Caída

En la habitación debajo de las sábanas, Draven e Isabella compartían una tarde apasionada, entre besos y caricias hasta llegar al clímax. Isabella agotada se abrazo a Draven y coloco su cabeza en el pecho del chico.

— Fue increíble — Draven, le dijo mientras pasaba sus dedos por el cabello de Isabella.

— Sí, estuvo genial —

Isabella se levantó y empezó a vestirse, aunque con cierta molestia entre sus piernas, ya que, era su primera vez.

— ¿A dónde vas? Quédate un poco más, — Draven se sentó en el borde de la cama.

— Debo irme, mis padres deben estar preocupados, les dije que iría a visitar a una amiga. —

Isabella se levantó, camino hacia Draven y tomando su rostro entre sus manos, acercó su rostro al del chico y le dio un profundo beso, Draven no dudo en corresponderle, paseando sus manos por el cuerpo de la chica.

— Nos veremos, pero ahora debo irme. —

— Está bien, te veré en la ceremonia de bienvenida de los príncipes —

Isabella suspiró, pues esa ceremonia no solo era para darles la bienvenida a los príncipes sino también para celebrar su compromiso, Isabella sintió una opresión en el pecho, pues en su cabeza imagino a Draven decepcionado, ya que ella se comprometería con el príncipe heredero. Pero Isabella deshecho esos pensamientos.

Separándose de Draven, se dirigió a la salida sin decir una palabra más. Quizás debió aclarar lo de su compromiso, pero Isabella era una mujer que no le daba explicaciones a nadie y mucho menos alguien que no era nada de ella.

Isabella subió a su carruaje, durante todo el camino sintió su corazón oprimido.

"Será que moriré de un infarto, no yo moriré de otra forma, no de una tan patética, no he llegado hasta aquí para que me dé un infarto"

Isabella no quería aceptar que esa sensación en su pecho era por alguien más, ella era una mujer que no se enamoraba, así que no aceptará esos sentimientos.

Isabella bajo del carruaje y se dirigió al estudio, hacía años su padre le había regalado un pequeño salón en la casa para que ella estudiara y cuando creciera fuera su lugar para trabajar o pasar el tiempo, por suerte cuando Isabella llegó a la mansión la única despierta era Rita, su leal criada, Isabella le dijo que se le pasó el tiempo con su amiga y no se fijó en la hora, por supuesto la mujer le creyó.

Una vez Isabella paso el umbral de la puerta del despacho, vio a Duke y Flint sentados esperándola, con unas caras serías.

— No me miren así, se me pasó el tiempo, — les dijo disculpándose — pero miren el lado bueno ya estoy aquí.

— No pues, que gran noticia... Por dios Isabella llevamos cuatro horas esperándote, ¿Qué tanto hablabas con esa tal Madeline? —

Draven se veía un poco molesto, pues pudo haber hecho otras cosas su hubiese sabido que Isabella se tardaría tanto.

— En serio eres tonto, es obvio que no estaba con esa tal amiga, su olor se me hace familiar... — Dijo Flint olfateando — ya se, ese olor es de...

— Vasta, no vamos a hablar de mi olor, hay otras cosas importantes que tratar —

— Espera, no pueden dejarme así, ¿De quién es el olor? —

Flint sonrió, y mirando a Isabella, iba a hablar, pero Isabella no se lo permitio.

— Dije que no hablaríamos de eso —

— Si Duke, hay cosas más importantes que hablar de Draven —

Una gran o se entendió en la cara de Duke, ahora entendía todo y mirando a Isabella, quien miraba a Flint con ganas de asesinarlo, no pudo contener su risa.

— Bien, puede que si estaba con Draven, pero pasemos a temas más importantes, —

— ok, pero solo ten cuidado, dentro de poco serás una mujer comprometida, y no me gustaría que te metas en problemas — Duke la miro con seriedad — Aunque yo siempre te defenderé, incluso daría la vida por ti.

"Cursi" pensó Isabella.

— Que lindo, pues bien pasemos a lo siguiente. Primer punto, debemos averiguar quién fue la bruja que me ayudó a desbloquear mi magia, esa mujer dijo cosas que me dejaron pensando — Isabella les contó lo sucedido con la mujer.

Duke y Flint quedaron sorprendidos de que alguien así, fuera que había ayudado a Isabella con el bloqueo de su magia, además de que discutieron lo difícil que sería dar con ella, pues la mujer, había desaparecido y eso había pasado hacía ya muchos años, era muy difícil saber cuál era la situación del momento.

— Sí, es muy difícil, ni siquiera tenemos por dónde empezar a buscar, el único lugar es la choza — Isabella quedó pensativa — Pasemos al segundo punto, Duke, lo de la serpiente.

— Si, eso fue muy raro, ¿cómo fue que lograste controlarla? ¿Alguien más lo puede hacer? ¿Porque una bestia que nunca sale de las profundidades del bosque se encontraba en ese pueblo? ¿Qué es lo que pasa con los monstruos? — Duke, tenía demasiadas preguntas — hay demasiadas incógnitas aquí.

— Muchas incógnitas y ninguna respuesta — Isabella empezó a caminar alrededor de la habitación — averiguaremos todo, Duke, mañana te pondrás a investigar sobre los monstruos, quiero saberlo todo —

Duke la miro mal, a él no le gustaba investigar, el era más de acción, pelear con monstruos, leer o indagar no era algo que lo emocionaba.

— ¿por qué debo ser yo quien investigue? —

— ¿Quieres que lo haga yo? — Isabella levantó una de sus cejas.

— ¿no puedes? ¿qué estarás haciendo tú? —

— voy mañana a ayudar a Madeline a repartir alimentos en uno de los pueblos cercanos —

— Pero si tú no eres amable ni caritativa con nadie, ¿Desde cuándo haces obras de caridad? —

Isabella golpeó el hombro de Duke.

— soy una persona muy caritativa, soy amable, y encantadora, — le dijo Isabella — además, ayudo a Madeline hace años.

— Si como digas, mañana mismo me pondré a investigar, me encanta mi tarea, Flint irás conmigo, un padre debe estar siempre con su cría —

Flint quien estaba en silencio lo volteo fulminandolo con la mirada.

— ¿si sabes que no eres mi padre real verdad? —

— ya lo se, pero los demás creen que lo soy, así que irás conmigo no estarás de odioso —

Ambos se fueron discutiendo el tema, mientras Isabella solo sonreía, luego salió hacia su habitación, necesitaba un baño y descansar, mañana tendría un día ajetreado.