UN ENCUENTRO INESPERADO

Valeria se enfadó al saber que Alejandro había elegido a Sofía sobre su herencia. Decidió tomar medidas drásticas para separarlos.

Se dirigió a la mansión de don Ricardo, el padre de Alejandro, y lo encontró en su estudio.

"Don Ricardo, necesito su ayuda", dijo Valeria.

Don Ricardo se sorprendió al ver a Valeria, pero la escuchó. "¿Qué necesitas, Valeria?", preguntó.

Valeria sonrió con malicia. "Necesito que ayude a separar a Alejandro y Sofía", dijo. "Ella no es adecuada para él".

Don Ricardo se enfadó al recordar la conversación con su nieto. "Estoy de acuerdo", dijo. "Sofía no es la mujer adecuada para Alejandro".

Valeria sonrió. "Entonces, ¿me ayudará?", preguntó.

Don Ricardo asintió. "Sí, te ayudaré. Pero debemos ser cuidadosos. Alejandro no debe sospechar nada".

Valeria se rió. "No se preocupe, don Ricardo. Tengo un plan".

Mientras tanto, Sofía y Alejandro estaban en su apartamento, disfrutando de su relación. Pero no sabían que Valeria y don Ricardo estaban tramando algo contra ellos.

Jorge, el hermano de Alejandro, se acercó a ellos. "Hey, ¿qué pasa?", preguntó.

Sofía sonrió. "Nada, Jorge. Solo estamos disfrutando de nuestro tiempo juntos".

Jorge se rió. "Eso es genial. Pero debéis tener cuidado. Valeria no se rinde fácilmente".

Alejandro se enfadó al recordar a Valeria. "No te preocupes, Jorge. No nos separará".

Pero Valeria y don Ricardo ya habían puesto en marcha su plan. ¿Qué pasaría después?

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Valeria y don Ricardo comenzaron a ejecutar su plan. Valeria se acercó a Sofía y le ofreció una "amistad", mientras don Ricardo hablaba con Alejandro sobre la importancia de la herencia y el estatus social.

Sofía, ingenua, aceptó la amistad de Valeria, sin saber que era una trampa. Valeria comenzó a sembrar dudas en la mente de Sofía, haciéndole creer que Alejandro no la amaba de verdad.

Mientras tanto, don Ricardo presionaba a Alejandro para que dejara a Sofía y se casara con una mujer de su misma clase social. Alejandro, confundido, comenzó a dudar de sus sentimientos hacia Sofía.

Jorge, el hermano de Alejandro, se dio cuenta de lo que estaba pasando y decidió intervenir. "Alejandro, no te dejes engañar por Valeria y nuestro padre", dijo. "Sofía es la mujer adecuada para ti".

Pero Alejandro estaba demasiado confundido para escuchar. Comenzó a distanciarse de Sofía, sin saber que Valeria y don Ricardo estaban detrás de todo.

Sofía, corazón roto, no sabía qué estaba pasando. "Alejandro, ¿qué pasa?", preguntó. "¿Por qué te estás alejando de mí?"

Alejandro, con la mente nublada, no supo qué responder. "No lo sé, Sofía", dijo. "Solo necesito tiempo para pensar".

Sofía se sintió devastada. ¿Había perdido a Alejandro para siempre?

Sofía se sintió devastada. ¿Había perdido a Alejandro para siempre? Decidió hablar con su madre, Lucía, para pedirle consejo.

"Madre, Alejandro se está alejando de mí", dijo Sofía, llorando. "No sé qué hacer".

Lucía la abrazó. "No te preocupes, hija", dijo. "Alejandro te ama. Solo necesita recordar eso".

Pero Sofía no estaba segura. "¿Y si no es cierto?", preguntó. "¿Y si él no me ama de verdad?"

Lucía sonrió. "Entonces, hija, tú mereces alguien que te ame con todo su corazón. Pero creo que Alejandro es ese alguien".

Mientras tanto, Alejandro estaba en su habitación, pensando en Sofía. Se dio cuenta de que había estado actuando de manera tonta y que Sofía era la mujer que realmente amaba.

"Jorge, tengo que hablar con Sofía", dijo Alejandro, decidido. "Tengo que arreglar las cosas con ella".

Jorge sonrió. "Eso es genial, hermano. Ve y hazlo".

Alejandro se dirigió a la casa de Sofía, con el corazón lleno de esperanza. ¿Podría arreglar las cosas con Sofía y recuperar su amor?

Alejandro llegó a la casa de Sofía y tocó el timbre. Sofía abrió la puerta y se sorprendió al verlo.

"Alejandro, ¿qué haces aquí?", preguntó.

Alejandro se sintió nervioso. "Sofía, necesito hablar contigo", dijo. "He estado actuando de manera tonta y quiero arreglar las cosas entre nosotros".

Sofía lo miró con escepticismo. "¿Y por qué debería creerte?", preguntó.

Alejandro se arrodilló y tomó la mano de Sofía. "Porque te amo, Sofía", dijo. "Y no quiero perder tu amor".

Sofía se sintió conmovida por las palabras de Alejandro. "¿Y qué hay de Valeria y tu padre?", preguntó.

Alejandro se enfadó. "No me importan", dijo. "Lo único que me importa es ti y nuestro amor".

Sofía sonrió y abrazó a Alejandro. "Te amo, Alejandro", dijo.

Alejandro se sintió aliviado y feliz. "Te amo, Sofía", dijo.

Pero justo entonces, Valeria y don Ricardo aparecieron en la puerta. "Alejandro, no te dejes engañar por Sofía", dijo Valeria.

"¡Basta, Valeria!", gritó Alejandro. "Sofía es la mujer que amo y no te permitiré que nos separes".

Don Ricardo se enfadó. "Alejandro, eres un tonto", dijo. "Sofía no es adecuada para ti".

Pero Alejandro se mantuvo firme. "No me importa lo que digas, padre", dijo. "Sofía es mi elección y no te permitiré que me la quites".

Valeria se enfadó al ver que Alejandro se mantenía firme en su decisión. "Esto no ha terminado", dijo, y se fue con don Ricardo.

Sofía se sintió aliviada de que la tensión hubiera disminuido. "Gracias, Alejandro", dijo. "Significa mucho para mí que te mantengas firme en tu amor por mí".

Alejandro sonrió y abrazó a Sofía. "No hay nada que no haría por ti", dijo. "Eres mi todo".

Pero justo entonces, sonó el teléfono. Sofía lo contestó y se sorprendió al escuchar la voz al otro lado.

"¿Quién es?", preguntó Alejandro.

Sofía se sintió nerviosa. "Es mi pasado", dijo. "Alguien que creí que había olvidado".

Alejandro se sintió curioso. "¿Quién es?", preguntó de nuevo.

Sofía suspiró. "Es mi ex novio, el que me hizo sufrir tanto", dijo. "Y quiere verme de nuevo".

Alejandro se enfadó. "No te preocupes, Sofía", dijo. "No te dejaré sola con él".

Pero Sofía se sintió insegura. "No sé qué hacer", dijo. "Parte de mí todavía lo ama".

Alejandro se sintió preocupado. "Sofía, no te dejes engañar por él", dijo. "Te amo y no te dejaré ir"