Eiden Black es un hombre inteligente, perteneciente a una de las familia más poderosas de la mafia, pero lo que nadie sabe es que está obsesionado con la mujer de sus sueños que por cuatro años a despertando en él un deseo insaciable por ella, por hacer la suya, por encontrarla y jamás dejarla ir, pero lo que él no sabe es que esa mujer sí existe y es su primer amor.
¿Pero qué pasará cuando ellos se encuentre y la tenga ante él?...
¿Podrá recuperar sus recuerdos por ella?.
¿Podrá controlar ese Deseo insaciable por ella. ?
¿Qué pasará cuando descubre la verdad donde ella estuvo estos 4 años?...
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CAP 16 Deseo
El nuevo día llegaba a un la oscuridad de la madrugada, no se había ido cuando la alarma de un viejo celular empezó a sonar marcando 5:00 a.m. Mila un poco adormitada saca su mano, para apagarla, pero lo que hace realmente es postergarla para volver a sonar en 5 minutos. Ella empieza a despertar dándose cuenta de que está rodeada por unos brazos que la tienen bien sujeta poco a poco sé voltea encontrándose tan cerca al rostro de Eiden, que yacía dormido a su lado, ella por un breve momento se queda observándolo, al instante que él la sujeta más, para aproximarla más hacia él quedando tan cerca a escasos centímetros de su rostro en ese instante, Eiden abre sus ojos lentamente encontrándose con esos ojos verdes que le encantan por unos segundos ellos sé observan sin decir palabra alguna, pero lo que Mila jamás pensó era las acciones de Eiden.
Eiden: Buenos días. — Sonando su voz un poco ronca, en ese instante su mano viaja hacia la mejilla de Mila, ella siente su cálido tacto sintiendo una corriente que recorría todo su cuerpo, haciendo que su corazón latiera tan rápido que parece que fuera a salir de su pecho, pero Eiden consumido por el deseo con su pulgar acaricia sus labios y no puede más resistir el deseo de probarlos así sin pensarlo Eiden besa a Mila.
Ella queda congelada, pues no sabía qué sucedía, ni mucho menos que su primer beso estaba siendo arrebatado, pero esa sensación que sé albergaba en su estómago, como si saltaras al vacío, pero lejos de sentirse mal, sé sentía tan bien que no saben, ni en qué segundos sus labios empezaron a moverse lentamente respondiendo al beso de Eiden... Por un instante él se separó de ella, pero esta vez Mila era la que buscaba el volver sentir esa cercanía, rozando sus labios de nuevo empezando un beso suave, pero qué poco a poco se fue intesificando por el deseo, fue aumentando y sus labios se movían con más deseo y pasión con sus lenguas empezaron a recorrer su cavidad bucal, las manos de Mila empezaron a viajar por su espalda hasta llegar a su nuca y así profundizar más el beso... Ambos estaban perdidos, pero ninguno de los dos quería separarse eran como imanes que entre más se acercaba más sé atraían, ambos se encontraban perdidos en ese beso que poco a poco iba subiendo de tono poco a poco sus labios querían pertenecerse. Ambos se habían desconectados solo viviendo el frenesí de sus corazones agitados, sus emociones a flor de piel para volver a la realidad, por la alarma que volvía a sonar. Ambos sé separan, Eiden se encontraba arriba de Mila Ellos solo se miraban separados por unos centímetros. Mientras que ambos volvían a respirar de nuevo de ese beso tan intenso.
Mila se encontraba roja, que no sabía qué hacer solo empuja a Eiden para correr hacia el baño pues estaba demasiado nerviosa, por lo que acababa de suceder. Ella solo salta de la cama en un solo movimiento, mientras corre hacia el baño de lo nerviosa que estaba, sé le olvidó abrir la puerta chocandose con ella, para poder abrirla y entrar al baño pues su corazón parecía que iba a estallar su cara se sentía caliente, sus manos sudaban, pero al entrar y mirarse al espejo toca sus labios deseando sentir más de esa sensación.
Eider queda tirado en la cama no puede creer lo que había hecho la había deseado, pero lo peor es que ella era una niña para él, pero aun así la deseaba más, su deseo había crecido tanto que su erección crecía y dolía solo en su mente podía imaginar que se sentiría hacer la suya. Mientras abraza la almohada sintiendo su olor, ese olor a coco que lo volvía loco. Él trataba de calmarse. Por otra parte, Mila se encontraba en el baño, sentía un caliente, en todo su cuerpo su respiración agitada, ella solo sé despojo de su ropa para calmar ese deseo, por salir de ahí y seguirlo besando. Mila trataba de calmarse pensando en como salir de ahí. Ya estando más calmada y bañada se da cuenta que no tomó su toalla, no le queda más de otra que vestirse mojada saliendo un poco apresurada para tomar sus cosas e irse y calmar ese corazón eufórico Al igual que él de Eiden.
Él solo la mira agarrando sus cosas para irse mientras que su cabello goteaba en su gran buzo estaba mojado por el cabello, guardando sus cosas apresuradamente, buscando sus zapatos como loca, sin mirar a Eiden, porque con solo mirarlo, esas imágenes de esos besos se repetía en su mente.
Eiden, se da cuenta de su estado, toma una toalla y la detiene, ella solo lo mira, el empieza a secar su cabello.
Eiden: Así, que está es tu verdadera tú…— Ella lo mira
Mila: crees que es gracioso— Dándole un leve, golpe.
Eiden: No, es adorable, verte sonrojar.— Sonríe, para poner su mano en la cintura de Mila y con un solo movimiento y atraerla hacia él, quedando tan cerca, que ambos sentía sus respiración agitada mientras Eiden podia ver solo los labios de Mila, robando sus labios en un beso intenso, lleno de fuerza, deseo y pasión. Eiden sé separa encontrando sus frentes.
Eiden: Tiene que irte, porque llegarás tarde y sigues aquí. No podré contenerme. —dando un paso hacia atrás. Mila toma su morral. para irse.
Eiden: ¡Mila! . Ella lo mira sonríe,
Mila: Ya por lo menos, no soy "la ladrona". Recuerda lo te dije ese día.— Él no entiende Lo que ella se refiere pero ella camina hacia la puerta terminando de poner su zapato ,para mirarlo de nuevo, pero antes de abrir la puerta.
— Soy una ladrona, entonces robaré tu corazón — Eiden muestra sus dientes blanco al recordar ese , cuando está atada en la silla y ella había dicho eso, el estaba enojado . Mete sus manos al bolsillo, moviendo su cabeza y mordiéndose su labio inferior.
Eiden : ¡Ey ladrona!...No llegues tarde hoy no trabajes, tus manos estás heridas, sino no sanarán. — Mila abre la puerta.
Mila: Lo siento tengo que trabajar vendrá la misma hora que ayer. Eiden se cruza de brazos.
Eiden: ¿Dime cuánto ganas y yo lo duplico.
Mila: crees que todo es dinero, pues mi tiempo vale mucho señor Alexis—alzando una sus cejas.
Eiden: Entonces...Te compraré todo tu tiempo— ella sonríe, pero sin antes irse para mostrarle su dedo medio y así tomar su vieja bicicleta e irse a su destino. Eiden se tiran a la cama como si fuera un adolescente pues toca sus labios recordando el dulce néctar de sus labios, pero una llamada lo sacaría de sus pensamientos al responder a Harold y al mismo tiempo llega un gran archivo adjunto con la información que lo mantenía en ese lugar....
felicitaciones