SEÑORITA TENTACIÓN.

(Leo)

Y de nuevo, nos quedamos solos en la habitación.

Yo tengo mis emociones a flor de piel, y no es que sea un hombre emocional, en mi empresa dicen que soy frío y arrogante, es porque para mí, no existe nadie más, todo mi mundo se centra en únicamente dos personas Bri y mi hermano.

Con Bri, todo cambia.

Ella hace que mi vida tenga sentido, que tenga color, ella hace que mi vida tenga ilusión, esperanza y me pone acelerado a mil.

La veo y esta allí doblando lo que desarreglo de mi maleta, levanta su vista, sonrie y dice.

—Menos mal que Matt no bajo la cabeza, siempre te vio a los ojos, por qué si lo hubiera hecho, se daba cuenta de que "mi precioso niño" esta muy despierto.—Me dice la Traviesa con su mirada fija en mi entrepierna.

—Tú ¿queee?—Le digo, pues quiero oír de nuevo como le llamo a mi amigo.

—"Mi precioso niño" repite, es lo más interesante de ti, es mágico y me pone a soñar con Él.—dice carcajeándose.

—Brianna, tú estás totalmente y perdidamente loca.—le digo negando, y escuchando esa característica risa que me fascina.

—Si Leo, si estoy loca, super loca por ti, y por él—me dice señalando a mi amigo.

—Hay Bri, eres tremenda... y lo peor de eso es que me encantas, me encantan tus ocurrencias, me encanta tenerte aqui, ayudandome con mi maleta, que por cierto, tu misma desordenaste, me encanta verte sonreír, tu risa es música para mis oídos. — le digo acercándome a ella y plantándole un beso es sus preciosos labios.

Ella me mira a los ojos y me dice.

—Bueno, aveces reir es una decisión, pues en este momento, yo podria estar llorando porque te vas; pero prefiero estar aquí y disfrutarte ahora, no se mañana si podre reír, no lo sé pues jamás he estado sin ti..

Que otra cosa me queda, más que atar por dentro, este miedo que tengo de estar sin Ti; esta incertidumbre de no saber si podre soportar, tu ausencia.

Leo, desde que tengo memoria estas a mi lado, Mamá Matt y Tú siempre fueron todo mi mundo.

Si soy honesta, debo confesar que deseo que este día no termine, porque me aterra despertar el día de mañana y no tenerte a mi lado.—Me dice mi Traviesa y a mi se me forma un nudo en la garganta, no puedo hacer otra cosa más que guardar silencio, pero en algunas ocasiones, no hace falta utilizar la voz para hablar, cuando los ojos hablan, no hacen falta las palabras.

Y así, viéndonos rozando cada poco nuestra piel, respirando el mismo aire y sintiendo el calor que emana nuestro cuerpo, pasan los minutos...

Terminamos de armar la maleta, entre miradas, coqueteos, roces de piel, juegos y risas.

Aunque quisiera, quedarme la eternidad sintiéndome así tan a gusto, respirando muy cerca de la mujer de mi vida, en un silencio tan perfecto y placentero, que me ha hecho entender, que no hacen falta palabras para decir te amo.

Más recuerdo que debo hablar con Matt.

Antes de ir al despacho de mi Hermano, jalo a Bri de su pequeña cintura y le doy un beso en la frente, luego en cada uno de sus ojos y por último en sus labios.

Y sin decir nada como hemos estado todo este momento, salgo de mi habitación, me dirijo directamente al despacho de Matt, dándome cuenta de que Él, ya está aquí.

—Pensé, que habías olvidado que yo necesito hablar contigo.—Me dice en tono serio, ni siquiera esperando que yo me acerque.

—Disculpa Matt, estaba entretenido y se me pasó el tiempo; pero ya estoy aquí.—Le digo sereno, viéndolo a los ojos; pero preocupado porque a la verdad presiento que Matt se ha dado cuenta de lo que está pasando entre Bri y Yo, y creo que es preferible decírselo, antes de perder la confianza, que nos tenemos.

—Mira Leo, Tú y Yo nunca hemos tenido secretos, siempre hemos sido honestos entre nosotros, por lo mismo espero honestidad en todo, también sabes que no soy ningún tonto, así que es mejor que me digas ahora mismo lo que está pasando con Bri.—Me mira a los ojos y aunque siempre lo hacemos, pues Él es la persona que más me conoce; ahora me siento, tan nervioso como cuando Mamá me sorprendía haciendo una travesura.

Y es que no es para menos, esta situación es complicada y mucho.

—Matt, este... Yo de verdad no sé como empezar. —Le digo a mi hermano que está expectante, sentado en su silla mientras yo estoy frente a Él, sintiéndome como un adolescente.

—Bueno, tú eres la persona más lógica que conozco y lo lógico es que empieces por el principio; pero hazlo de una vez.

—Cálmate, déjame pensar como hacerlo, esto es muy difícil para mí Matt, tú no te imaginas lo nervioso que estoy.—Le digo, ante su mirada intensa.

—Leonardo... habla.— Me dice y yo solo le pido a Dios que me ayude, respiro profundo y le digo.

—Tú sabes que para mí, no existen personas más importantes que Bri y Tú y eso es así desde hace 12 años, cuando Tú me diste la oportunidad de tener una familia.

Vi crecer a Bri, para mí era como mi hermanita menor, ella era la cosa más hermosa del universo, mi mayor deseo y objetivo en la vida, era protegerla y verla feliz, como recordarás, la protegía de todos y todo, muchas veces hasta de Ti, pues te encantaba molestarla y hacerla enojar.

Siempre la vi como mi hermana... Hasta que Bri cumplió 13 años, si sé que es algo enfermo, pero tengo que ser honesto, recuerdo ese día en su fiesta de cumpleaños, cuando la vi bajar por las escaleras, ya no llevaba el peinado de niña, que siempre se hacia, ni tenía puesta la ropa con diseños de princesas Disney, que solía usar.

Ella bajó las escaleras, con una falda de cuero negra muy corta, con un top que dejaba ver un poco de piel, una chaqueta también de cuero, y con unas botas de tacón.

Su cabello estaba suelto y se había maquillado tan bien.

Bri ese día no parecía Bri, era una mujer; pero tenía solo 13 años, yo no entendía como podía verse así.

Me sentía el hombre más degenerado del mundo, me sentía sucio, me sentía un enfermo.

Esa imagen de Bri, causó en mí un tornado por dentro, yo por más que intente, esa noche no pude quitar mis ojos de Bri, tampoco pude verla como una niña y menos verla como mi hermana menor.

Creí que me atraia tanto, por como estaba vestida esa noche, pensé que al siguiente día al verla con su tipica coleta alta, con sus espantosos jeans rotos, con sus camisetas con un nudo en la cintura, y con sus tenis viejos que nunca quería tirar, yo reaccionaría y volvería a verla como, mi hermana menor.

Pero no fue así...

Ese día, Bri dejó de ser mi hermana y se convirtió en la mujer de mí vida.

Traté de disimular todo lo que sentía, traté de mil formas de quitar de mi este sentimiento, traté de hacerme entender, que no era posible, pues yo tenía 23 años.

Me hablaba a mi mismo obligándome a pensar que estaba enamorado de Janileth quien era mi novia para ese tiempo, pero ¿sabes que paso? Después ese cumpleaños de Bri, nunca más volví a tocar a Jamileth y ella termino conmigo, pues sé dio cuenta que yo no sentía nada por ella; tampoco he podido tocar a ninguna otra mujer.

Ha sido muy dificil todo esto, la edad de Bri no me permitia exteriorizarme, y por si eso fuera poco estaban Tú y Anna de por medio, y yo no estaba dispuesto a perder a mi Familia.

Así que, intente por todos los medios posibles, arrancar de mí lo que sentía, pero no lo logré.

Creí que con el tiempo superaría todo.

Cuando Anna murió, y nos quedamos los 3 teníamos que estar mas unidos, eso era otra razón para arrancar de mi este sentimiento.

Pero no pude...no puedo, por eso decidi irme a Italia, pensaba que poner distancia, ayudaría.

Al inicio el plan era quedarme allá 3 semanas, después venir a darte un poder total para que menejaras todo tú, e irme de nuevo.

Pero, descubrí que Bri también me ama, y eso cambia mis planes, cambia mi vida, saber que Bri también me ama lo cambia todo...