Adopte Al Villano Como Mascota

-Sácate la bata quiero ver tu cuerpo.

Dijo Lucia mientras mantenía su mirada fija en la bata de Kiel, este se ruborizo de inmediato sin entender a qué se refería Lucia quien jamás había mostrado interés en su cuerpo como para ahora pedir algo tan absurdo como que se desnudara “Ella tal vez ¿no solo le gusta mi rostro será que también le interesa mi cuerpo como lo hacían las nobles a las que me vendían?” pensó Kiel levantándose y sacándose la bata mostrando así todas sus cicatrices y quemaduras en su cuerpo “El, él está…esto es horrible cuanto debió haber sufrido” pensó Lucia Al darse cuenta las grandes torturas a las que el había sido sometido en el pasado, cortes que cubrían todo su cuerpo sin dejar ninguna parte sin ser marcada por la Vizcondesa.

-Kiel ¿Quién? ¿Quién te hizo todo esto?

Pregunto Lucia sabiendo la respuesta mientras acariciaba el torso desnudo de Kiel, “Estas marcas y cicatrices según el médico fueron hechas hace mucho tiempo por lo que seguramente comenzaron en cuanto él fue llevado a la mansión del vizconde o quizás antes cuando vivía en las calles, ¿Cómo pudieron tratar así a un niño indefenso?” Lucia miro el rostro de Kiel con ojos llorosos lo cual alarmo a Kiel quien la contemplaba ampliamente.

-Señorita, señorita ¿Qué sucede porque está llorando?

-Kiel ¿Quién te hizo esto?

-Eh esto es, viví mucho tiempo en la calle señorita y cuando llegue a casa de mi padre la vizcondesa…

Kiel se mantuvo en silencio recordando que él jamás le había dicho a Lucia que él era el hijo ilegitimo del vizconde.

-Bueno señorita quiero decir que…

-Lo se Kiel, sé muy bien que el vizconde era tu padre y quedaste en manos de la vizcondesa cuando el falleció, ahora dime… ¿fue ella quien dejo tu cuerpo en este estado? ¿Ella fue quien te lastimo?

Pregunto Lucia mientras fruncía el ceño, Kiel asintió con la cabeza contándole que cada vez que la vizcondesa se sentía frustrada o molesta desahogaba su rabia en él, empezando así sus torturas cuando apenas tenía catorce años, le conto como la vizcondesa lo había vendido a otras mujeres nobles y estas satisfacían sus deseos con él o se divertían torturándolo Lucia no podía creer las torturas a las que le había sido sometido, todo comienzo con un día sin agua, una semana sin comer, diez latigazos, cien latigazos, quemaduras con fierros para marcar su piel entre otras que ni el mismo quería mencionar por vergüenza a que Lucia se enterara.

-Señorita espero…espero que no me desprecie por todas estas marcas ¿no quiero ser desechado?

-¿Qué dices Kiel? No tengo ninguna razón para querer deshacerme de ti, eres mi mascota ¿lo recuerdas? Y mi deber al ser tu ama es cuidarte y protegerte, tenerte siempre a mi lado y darte mi afecto, eres hermoso Kiel me gustas así que no pienso alejarte de mi lado mi lindo Kiel.

Kiel se quedó en silencio sin poder creer lo que acababa de escuchar y sus mejillas se sonrojaron haciendo que su cara ardiera de vergüenza.

-¿Yo…le gusto señorita?

-¡Claro Kiel! Dime ¿Por qué tendría a alguien que no me gusta a mi lado?

-Entonces ¿usted no me dejara jamás?

Lucia miro a Kiel y se quedó en silencio “No quisiera dejarte pero sería lo mejor para que seas feliz junto a la princesa” pensó Lucia sin contestar la pregunta de Kiel.

-No es momento de hablar de esas cosas ahora es mejor que te tapes y duermas Kiel así te recuperaras pronto.

-Señorita no se vaya, por favor.

-No me iré a ningún lado me quedare aquí a tu lado ahora descansa.

Concluyo Lucia mientras veía a Kiel recostarse nuevamente en la cama para dormir mientras esta lo observaba “Pestañas largas, rostro fino, suave y hermoso, ojos como el azul del cielo y su hermoso cabello plateado, él es completamente hermoso y sensible no merece todo el daño que le hicieron yo solo deseo que él sea feliz” pensó Lucia viendo el rostro de dormido de Kiel, al paso de algunos minutos Lucia se recostó al costado de Kiel y se durmió mientras lo observaba dormir “Serás feliz Kiel lo prometo” se dijo a si misma Lucia mientras cerraba los ojos mirando las largas pestañas de Kiel a su lado. Al día siguiente Karina entro a la habitación de Kiel para hacer que este se levantara pero al entrar vio a Lucia recostada al costado de Kiel y este despierto observándola.

-¡¿Qué es esto?!

-Shhh…Karina por favor no haga ruido para que la señorita Lucia no se despierte.

-¿Qué? ¿Qué? ¿Por qué la señorita está durmiendo aquí?

Kiel sonrío al darse cuenta que Lucia había cumplido su promesa y no se había marchado de su lado en toda la noche quedándose a su lado, este acaricio el rostro de Lucia y Karina molesta dio un paso adelante mirándolo molesta “¡¿Cómo se atreve a tocar así a la señorita?!” Karina parecía realmente molesta al ver lo que estaba sucediendo fue entonces que la madre de Lucia entro en la habitación viendo a su hija recostada al costado de Kiel lo cual le provoco una sonrisa divertida.

-Ho, hola mi señora duquesa.

-Bueno, bueno ¿Qué está sucediendo aquí Karina?

-Eh yo…yo no estoy segura mi señora.

-Bueno parece que mi hija se divirtió bastante con su mascota anoche.