Anabel

Rosaura- Espera un momento Manuel. Juan tengo que decirte una cosa.

La pareja se fue a hablar a un lugar apartado

Juan -¿Por qué has dado tu consentimiento? No sé si quiero hacerlo, si acepté en su momento es porque sabía que mis hijas se quedarían solteras de por vida. Pero ahora veo que hay esperanzas y que estés dónde estés tu destino llegará hasta ti

Rosaura-Sí, si, bonita reflexión, pero lo que no sabes es que esa serpiente venenosa de Margarita ha ido a buscarlo y se lo ha contado para detener la boda y fastidiar a su hermana. Es una desgraciada y merece ser ella la que se case con él por traidora.

Juan - ¿Ella ha hecho eso? Si es capaz de hacerle eso a Anabel que es quien más la ha cuidado, es que no tiene ni una pizca de humanidad ni lealtad hacia nadie. Entra y trae la Biblia.

Margarita no entendía por qué habían cesado los gritos¿habrían llegado a un acuerdo y anulado la boda? Se oían tranquilos, eso es que eran amigos de nuevo - Fastídiate Anabel - Pensó la ingenua.

Rosaura salió con la biblia y se la dio a su esposo.

Juan - Te juro sobre esta biblia que acepto entregarte a mi hija en santo matrimonio. Ahora jura tú, que no le tocaras ni un solo pelo hasta que estéis casados.

Manuel - ¿En serio , aceptas ? Juro sobre esta biblia que no le tocaré ni un solo pelo hasta que sea mi mujer . Prometo poner las escrituras de mis tierras a su nombre y ayudar económicamente a su familia y garantizar su bienestar.A tus hijos no les faltará de nada , tal como ya hemos hablado.

Juan -¿Tú hermana está en tu casa, verdad?

Manuel - Sí, ha venido porque le dije que me iba a casar. Me está ayudando con la casa, para que la novia esté a gusto.

Juan-Está bien, siéntate y ponte cómodo. Anabel, sírvele bizcocho y té o café.

Anabel ya había vuelto con los ojos hinchados de llorar.

Ella y su padre entraron a la vez en la cabaña.

Juan - Margarita, ponte en pie y recoge tus cosas.

Ella esperaba que le diera una paliza, pero él estaba hablando muy tranquilo.

Margarita - No entiendo padre ¿Qué cosas?

Juan- Todas tus cosas,, está noche te vas con tu futuro marido que te está esperando afuera.

Como de costumbre no entendía nada, solo era lista para tramar maldades.. Ella en su ingenuidad ni se le pasó por la cabeza que fuera el viejo quién seguía afuera. Incluso llegó a imaginarse que le había llegado un príncipe azul de sorpresa , como a la idiota de su hermana.

Aun así tenía sus reservas ¿Y si no era tan guapo como Fran? ¿Y si era viudo y con hijos? Quiso hablar con su madre, para sacarle información. Pero Rosaura no podía ni mirarle a la cara.

Rosaura- Recoge tus cosas y sal de esta casa. Una traidora no puede seguir en esta familia.

Margarita salió, como de costumbre sin entender nada, pero nerviosa e ilusionada por ver a su futuro esposo.

Miraba para todos lados y seguía sin entender, el único que estaba allí sentado era ese viejo baboso, comiendo bizcocho y sonriendo como un idiota.

Nadie se despidió de ella ni le dirigieron siquiera la palabra . La única que le hablo fue Anabel - Te advertí en muchas ocasiones que tuvieras cuidado con lo que deseas.Te deseo mucha felicidad, hermana , con la diferencia de que yo si lo digo de corazón. No era esta vida la que quería para tí , pero tú te lo has buscado con tu odio enfermizo.

Margarita - Ojalá ardas en el infierno y tengas un matrimonio desgraciado y sin hijos, ya que te gustan tanto los mocosos. Muerete Anabel.

Manuel se puso de pie cuando la vio - Hola Margarita, nos vamos a casa. Mi hermana nos espera, te caerá bien.

Margarita contestó - Muérete tú y tú hermana, viejo.

Rosaura le dijo al oído - Será mejor que controles esa lengua viperina, ahora estás a su merced y no te tendrán tanta paciencia como tu familia, a la que has despreciado.

Aunque Manuel era viejo, no lo estaba tanto como para no poder meter en cintura a esa potra salvaje. Su intención era llevar la fiesta en paz y tratar a su mujer con todo el respeto y cariño. Pensaba cuidarla como a una reina y satisfacer todos sus caprichos.

Manuel a diferencia de lo que creyó Anabel toda su vida , era incapaz de forzar a una mujer a hacer algo en contra de su voluntad. Todas esas veces que ella lo vio lejos de casa y pensó que quería abusar de ella , solo fueron suposiciones suyas reflejo de los miedos infundados de su madre , que le decía que cualquier hombre que se la encontrara en un lugar apartado , quería violarla . Por eso en cuanto lo veía echaba a correr .

Lo cierto es que él solo quería compañía , le aterraba morir solo . No le agradaba la idea de casarse con una chica tan joven , pero no había más solteras por allí, solo la hija de Juan .

A él no le importaba si nunca llegaran a tener intimidad, solo quería tener una compañera con la que charlar y disfrutar del dinero ganado con su sudor y sufrimiento.

Juan sabía todo esto y además había otro motivo, Manuel era el único que llevaba los cincuenta años estipulados en el contrato para dejar de deberle nada a García, su padre era un hombre viudo con tres hijos, Manuel era el mayor y tenía unos once años cuando llegaron allí. Al igual que los demás fueron engañados. Su padre enfermó al poco tiempo y Manuel fue quien pagaba la deuda y hacia todo el trabajo. Hizo que su padre volviera a su antiguo pueblo con sus hermanos y los salvó de languidecer de por vida en estas tierras. Ahora al no estar casado, si muere, estás tierras por las que tanto ha sufrido y ha perdido su juventud volverán a ese desgraciado. Ese es el motivo más importante por lo que se quiere casar y no con cualquiera, quiere que esas tierras sean para los descendientes de su amigo, el único que ha tenido siempre, por eso su insistencia de casarse con Anabel, todo empezó una vez que se puso muy enfermo y pensaba que iba a morir, aunque la niña solo tenía nueve años quería casarse con ella y convertirla en la legítima dueña de sus bienes, así Juan y el resto de su familia podrían abandonar su cabaña y su tierra y mudarse a la de Manuel para dejar de pagar cuotas

abusivas y trabajar como esclavos.