Cuando Clara Winters, una exitosa diseñadora de modas con un pasado turbio, se muda a Nueva York para empezar de nuevo, no espera que su vida cambie drásticamente. Sin embargo, la llegada de Alexander Blackwood, un carismático y misterioso empresario, la arrastra a un torbellino de deseo y peligro.
Alexander, conocido por su control absoluto y su presencia imponente, se siente atraído por Clara de una manera que nunca antes había experimentado. Mientras se involucra en el mundo de Clara, descubre secretos que ella ha escondido celosamente, y una conexión intensa entre ellos desafía las barreras que ambos han construido alrededor de sus corazones.
Mientras su relación se profundiza, Clara y Alexander enfrentan no solo sus propios demonios internos, sino también amenazas externas que ponen en peligro sus vidas y su amor. Los oscuros secretos del pasado de Alexander y los miedos de clara se entrelazan en una trama de traición, pasión y redención.
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Capitulo 2: El Encuentro Casual
El sol apenas empezaba a bañar de luz las calles de Nueva York cuando Clara salió de su apartamento. La mañana estaba fresca, con un ligero viento que revolvía sus cabellos oscuros mientras caminaba hacia el café que había visto en la esquina la noche anterior. Era temprano, pero sabía que necesitaba un momento de tranquilidad antes de enfrentarse a la reunión con Alexander Blackwood.
El aroma del café recién hecho la envolvió en cuanto cruzó la puerta del pequeño local. Era un lugar acogedor, con una decoración industrial que contrastaba con la calidez de la luz que entraba por los grandes ventanales. Clara se dirigió al mostrador, pidiendo su café con leche habitual.
*"Un café con leche y un croissant, por favor."*
La barista le sonrió mientras comenzaba a preparar su pedido. Clara observó el lugar, sintiendo una extraña calma mientras su mirada se perdía en los detalles del entorno. Por un instante, se permitió olvidar las preocupaciones que la aguardaban. Este era su momento, su pequeño refugio antes de sumergirse en la vorágine de la ciudad.
Justo cuando se giraba para buscar una mesa, chocó de frente con alguien. El impacto fue suave, pero suficiente para hacer que el contenido del vaso de café que llevaba el hombre se derramara un poco.
*"Lo siento mucho, no te vi,"* se disculpó Clara rápidamente, mirando hacia arriba para encontrarse con unos ojos azules y penetrantes que la observaban con una mezcla de sorpresa y curiosidad.
*"No es nada,"* respondió el hombre, su voz profunda y controlada, aunque un brillo de diversión cruzó sus ojos. *"Soy tan culpable como tú."*
Clara notó cómo su corazón se aceleraba al estudiar los rasgos del hombre frente a ella. Era alto, de hombros anchos y una presencia que resultaba difícil ignorar. Llevaba un traje impecable, perfectamente cortado, que insinuaba tanto poder como elegancia. Pero lo que más la desconcertó fue la intensidad de su mirada, como si esos ojos pudieran ver más allá de su fachada.
*"Déjame comprarte otro café,"* ofreció Clara, intentando recuperar la compostura.
Él la observó por un segundo más antes de asentir ligeramente. *"No hace falta, pero acepto la oferta si me acompañas."*
Clara sintió una extraña mezcla de nerviosismo y emoción ante su propuesta. **No había planeado compartir su refugio matutino con nadie, pero algo en la forma en que la miraba la intrigaba.** Finalmente, asintió.
*"Soy Alexander,"* dijo él mientras ambos se acercaban al mostrador, y Clara sintió como el suelo desaparecía bajo sus pies.
**Alexander Blackwood.**
El nombre retumbó en su mente, haciendo que sus pensamientos se desordenaran. **El hombre que había estado anticipando conocer en su reunión estaba aquí, frente a ella, y de la manera más inesperada.** Pero no podía permitirse mostrar sorpresa.
*"Clara,"* respondió, extendiéndole la mano con una sonrisa profesional. *"Clara Winters."*
Alexander tomó su mano, sus dedos envolviendo los de ella con una firmeza que transmitía tanto control como calidez. *"Es un placer conocerte, Clara,"* dijo, su voz suave, pero con un trasfondo de autoridad. *"Parece que hoy será un día lleno de sorpresas."*
Clara intentó sonreír mientras su mente se adaptaba a la situación. **No esperaba conocerlo en un café, y mucho menos de esta manera tan íntima.** Mientras ambos tomaban asiento, una parte de ella no podía evitar preguntarse si este encuentro casual era una señal de lo que les esperaba a ambos.
*"Entonces, Clara,"* continuó Alexander, inclinándose ligeramente hacia ella. *"Cuéntame, ¿qué te trae a Nueva York?"*
**La pregunta era sencilla, pero la forma en que la hizo, como si sus palabras pudieran desvelar mucho más de lo que estaba dispuesta a compartir, la puso en alerta.** A pesar de su nerviosismo, Clara no podía evitar sentirse atraída por la manera en que Alexander la miraba, como si ella fuera un enigma que deseaba resolver.
*"Una nueva oportunidad,"* respondió finalmente, tomando un sorbo de su café. *"Una oportunidad para empezar de nuevo."*
Alexander la observó con interés. *"Todos venimos a Nueva York en busca de algo,"* dijo él, su tono cargado de insinuaciones. *"La cuestión es, ¿qué estás dispuesta a hacer para conseguirlo?"*
**Clara mantuvo su mirada, sintiendo que estaba al borde de algo más grande de lo que había imaginado.** Este hombre, que ya ejercía un control magnético sobre ella, estaba a punto de convertirse en una figura central en su vida, aunque no sabía si para bien o para mal.
Pero una cosa era segura: no iba a retroceder.