Sin Lazos De Sangre

Ya en la discoteca, las chicas pidieron una mesa en el área VIP. pidieron licor y comenzaron a disfrutar la noche.

Luna había conocido a las chicas en la agencia y se habían vuelto buenas amigas.

Mariano estaba en un piso más del que se encontraba Luna, desde ese lugar, observaba cada movimiento de la chica.

había ido con un vestido corto ajustado, bostas altas y los accesorios adecuados para una noche de fiesta.

Después de reír por un buen rato, decidieron ir a bailar. hacia tanto que Luna no disfrutaba, que al principio tenía vergüenza.

Pero por la insistencia de sus amigas, decidió ir a bailar.

Ya en medio de la pista, todas comenzaron a mover sus caderas al ritmo de la música.

Mariano estaba perdido en los movimientos de Luna. Era tan bella y esa ropa le quedaba de maravilla.

Tres hombres se acercaron a bailar con ellas, Pero Luna no se sintió muy cómoda. Se alejo un poco de ellos y siguió bailando sola.

Mariano seguía cada uno de sus movimientos y noto lo incómoda que se sintió con la presencia de ese tipo.

Tomo el whisky que tenía en su vaso y decidió bajar a tomar el control.

Luna siguió bailando, Pero el tipo se le colocó por detrás y pegaba su miembro a ella, hablándole al oído.

****: que dices si nos vamos de aquí y disfrutemos tu y yo solos?

Luna: no me interesa! por favor, necesito que te alejes.

*****: porque? estás sola y yo te puedo hacer muy buena compañía.

Luna: no me interesa!

Luna se fue a alejar de él, Pero este la tomo por el brazo y la pego más a él, ya que no tenía la intención de dejarla ir.

Luna: suéltame!

****: obligame! está noche tu y yo, la vamos a pasar muy rico.

Luna: quien quiere pasar la noche contigo? Solo me das asco.

el hombre se molestó tanto por él comentario de ella, que levantó su mano para darle una cachetada, Pero su mano fue detenida en el aire.

Mariano: por lo visto, quieres perder esa mano.

****: suéltame! Esto es entre ella y yo.

Luna: Mariano! Que haces aquí?

Mariano: que más? Protegiendote.

Le hizo una señal a sus hombres y estos se acercaron, tomando al hombre por ambos brazos.

Mariano: quiero que le enseñen que a una mujer se le respeta y si dice que no, es no.

*****: sueltenme! Que me suelten les digo.

El hombre fue arrastrado a un callejón, dónde le dieron una golpiza hasta que se desmayo.

habían agarrado una de sus manos y le habían dado con un bate.

Mientras tanto, dentro de la discoteca.

Luna: Mariano! Gracias, pero no era necesario.

Mariano: que no era necesario? Ese hombre te quería dar un golpe, además que te estaba obligando a ir con él.

Luna: nuevamente gracias! Voy a volver con mis amigas.

Mariano: puedo sentarme contigo?

Luna: acaso no tienes una mesa? Aaaaahhh! está bien, ven con nosotras.

Ya en la sala que estaba reservada para ellas, sus amigas no estaban, asi que las busco y las vió bailando aún con aquellos hombres.

Mariano: puedo pedir lo que quieras! Algo en especial?

Luna: estee.. Una margarita, no quiero nada fuerte está noche.

Mariano llamo un mesero y le pidió la margarita.

Luna: aún me sorprende que estes aquí.

Mariano: porque? No es muy común, Pero cada cierto tiempo, visito estos lugares.

Luna: ummm! Bueno, creo que mientras tanto, voy a bailar un poco más.

Quiero disfrutar esta noche.

Mariano asintió, y ella fue a la pista nuevamente.

Luna comenzó a bailar nuevamente, hacia mucho que no se divertía tanto. La universidad, el trabajo, su hijo, tantas responsabilidades y se le había olvidado divertirse.

Cerro sus ojos y se dejó llevar por la música. Mariano que no perdía ninguno de sus movimientos, se levantó y fue hasta ella.

Se colocó detrás, poso sus manos en las caderas de ella y se comenzó a mover al ritmo de la música y de las caderas de ella.

Luna al sentir las manos en sus caderas, se extremecio y volteó a ver quién era. Mariano le dedicó una sonrisa y la invitó a seguir bailando.

Ella quiso protestar e irse, pero el no la dejo.

Mariano: por favor! Baila conmigo, hace mucho que no lo hago.

Luna: entonces bailemos.

Mariano andaba vestido con un pantalón casual, que se pegaba a su cuerpo, una camisa que dejaba ver sus pectorales y grandes brazos.

Luna se dió la vuelta, colocó sus brazos alrededor del cuello de él y se movía al mismo ritmo que él.

Esa colonia que el tenía, la tenía loca, era bastante embriagadora.

Mariano al tenerla así, se acercó a ella y le hablo a su oído.

Mariano: bailas muy bien! además que estás preciosa está noche.

Luna: gracias! Tu también andas guapo.

Mariano: me perdonas si te robó un beso?

Luna: jaja! Por qué lo harías?

Mariano: porque me tienes loco!

Mariano no la dejo hablar más y se acercó a sus labios.

mayor su sorpresa, al darse cuenta que no besaba ni tan mal, ni tan bien. No era tan experimentada, como el creía.

No paro el beso y se aferró más a sus labios, eran más dulces de lo que imagino y solo lo invitaban a ir más allá.

Luna le agarro el ritmo a los besos de Mariano y sin percatarse, ya estaba respondiendo sus besos como una experta.

así tuvieron por un rato más, hasta que Mariano no aguanto más y la alzó, llevándola a qué se aferrara a él con sus piernas.

El vestido se le subió, así que sin perder más tiempo, salió de la discoteca y se fue a su auto.

Luna estaba más que perdida en los brazos de Mariano, jamás en su vida se había sentido de esa manera y lo único que sabía, era que no quería parar.

Mariano la llevo hasta afuera y siguió besándola, la colocó en el capo del carro y dejaba que sus manos se pasearan por sus hermosas piernas.

Apretó su trasero, mientras bajaba sus besos por el cuello de ella.

repartía sus besos, sin querer detenerse, hasta que decidió que era momento de irse a un lugar más privado.

Mariano: amor! vamos a un departamento que tengo aquí cerca?

Luna: ummm?

Mariano: sigamos en mi departamento! ahí vamos a tener más privacidad.

Dejando besos por su cuello, mientras bajaba hasta sus senos.

En ese momento Luna cayó en cuenta, alejo a Mariano de ella y se bajó del carro.

Luna: por Dios! Lo siento Mariano, pero no puedo.

Mariano: porque? pensé que la estábamos pasando bien.

Luna: si! Pero tal vez tú piensas que yo soy como esas mujeres a las que estás acostumbrado. pero no soy así!

Mariano: lo sé! Disculpa si te hice sentir de esa manera.

Luna: no Mariano, no me entiendes.

Mientras caminaba de regreso a la discoteca por sus cosas, para irse a su casa.

Mariano: explícame Luna! Acaso tienes a otro hombre en tu vida? Tienes a alguien y por eso no podemos hacerlo?

Luna: no Mariano! estoy sola... Es que yo.

Mariano: tu que? No me digas que aún no olvidas a tu ex?

Luna: no digas estupideces!

Mariano: entonces que? que pasa?

Luna: soy vírgen Mariano! Eso! no soy como esas mujeres a la que estás acostumbrado, mujeres con experiencia. Yo nunca me acosté con un hombre.

Mariano se quedó parado y sorprendido por lo que ella acababa de decir.

Luna entro, agarro sus cosas y se despidió de las chicas.

Tomo su carro y se fue a la mansión, se sentía fatal.