Paraíso

Capítulo 16

Pasaba el tiempo como si necesitaran vivirlo rápido, Iris había perdido un hijo más. Por eso Amir había decidido evitar que se embarazara ya que cada pérdida era un golpe duro para Iris, ella sentía mucha frustración al no poder darle hijos. Sobre todo miedo a que Amir buscara una segunda esposa como era la costumbre.

—Amir tenemos que hablar.—

—Dime padre.—

—Si Iris no puede darte hijos, deberíamos ir buscando una segunda esposa. Doy gracias a Allah que por lo menos Dalila si haya cumplido su obligación como esposa dándole hijos a Mohamed.—

—Es horrible casarse sin amor, por eso no tomaré otra esposa. Si Allah no quiere darnos hijos, él sabe el porqué. O acaso también me vas a obligar.—

—No, nadie te obligó. Fue un acuerdo que hicimos entre nosotros. Pudiste haber dicho que no, pero lo que a ti te sucede es que querías olvidarte de Lina entonces buscaste quien la sustituyera.—

—Jamás voy a olvidarme de Lina, pero tampoco tiene caso que la siga esperando. Estoy por cumplir dos años desde que me casé con Iris, en todo ese tiempo jamás me ha vuelto a buscar.—

—Ni lo hará, en fin viajaré a Madrid para comprar la nueva maquinaria. Por cierto Ekrem Demirci está buscando socios para la exportadora, pensé en que sería una buena inversión tuya.—

—No lo conozco.—

—Es un empresario turco, son dueños de la empresa más importante de acero en Turquía y de una de las exportadoras más grandes. También se dedican al ramo textil, pero nos convendría que te asocies en la exportadora.—

—Está bien haré una cita con el.—

—Déjamelo a mí, actualmente está en Madrid. Así que aprovecharé mi viaje para reunirme con el.—

Amir sabía que tarde o temprano tenía que marcarle un alto a su padre y buscar su individualidad. Lo que tampoco le había agradado es que le haya recordado a su amada Lina. Trataba de no atraerla a sus pensamientos porque le dolía su recuerdo, deseaba que donde ella estuviera, fuera feliz.

Y no se equivocaba Lina estaba en el mejor momento de su vida, se convertiría en una gran cirujana. Todo el amor que tenía para dar se veía reflejado en su carrera sobre todo en su familia.

—Señorita Fayed me alegra encontrarla, ¿nos acompañará al congreso médico en Madrid?—

—Si, pero aún no sé si mi hermano va a ir conmigo.—

—Me confirmas para acomodarlo en una de las habitaciones.—

—Si, muchas gracias por considerarme parte del equipo.—

—Eres la mejor estudiante de toda tu generación, como te íbamos a dejar fuera.—le aseguraba el decano.

Saliendo de sus prácticas, Lina llegó con cierta urgencia a casa. Para preparar su maleta y hablar con Zahan. Al llegar estaba el pequeño Ismael jugando en el piso, ya casi cumplía sus dos años, era un bebé realmente hermoso.

—Hola corazón, ¿dónde está mamá?—el pequeño Ismael le sonreía.—Tu eres el amor de mi vida príncipe.—expresaba Lina mientras lo abrazaba.

—Pero que bellos mis dos amores, ¿qué tal tu día mi pequeña doctora?—preguntaba emocionada Maryam

—Todo excelente, aunque llegue sin hambre. Estuve presente en mi primera cirugía y aun no regresa mi buen apetito. ¿Te ha dicho algo Zahan sobre acompañarme mañana a Madrid?—

—Lo había olvidado, así que mañana es tu viaje, pero tu padre no quiere que viajes sola. Zahan no va poder acompañarte, tu padre y el van a tener una reunión importante.—

—Mamá tengo que ir, es muy importante para mi carrera. Por favor convence a papá solo serán dos días, y estaré todo el tiempo con mi mejor amiga Kate.—

—Hablaré con él pero no te prometo nada.—

Más tarde Maryam habló con su esposo, y aunque tampoco Nadia podía acompañarla. Saalim accedió a que asistiera, Lina estaba emocionada y como bien lo decía no estaría sola. Después de un vuelo largo estaban en la ciudad de Madrid, el primer día del congreso había sido maravilloso. Kate y Lina conocían a más colegas, sobre todo aprendían nuevos avances en medicina. Nada podía salir mal.

Pero Ibrahim estaba en Madrid en compañía de Jamil, ahí pudo reunirse con Ekrem. Después de una larga conversación, Ekrem lo invitó a reunirse otro día en el corporativo. Asistieron al lugar, después de ver los proyectos y cerrar un acuerdo. Ekrem los invitó al restaurante que estaba ahí mismo en el centro financiero de la ciudad de Madrid.

—Acompáñeme señor Rashid, el señor Demirci nos alcanzará en el restaurante.—

Ibrahim, Jamal y Cihan el asistente de Ekrem caminaban por ese majestuoso lugar. Era no solo el centro financiero, también estaban los auditorios donde hacían los congresos más importantes, incluyendo al que estaba asistiendo Lina.

Ibrahim observaba todo alrededor en la cafetería de enfrente había cientos de personas esperando café, entre ellas una se parecía a Lina. Para ver más de cerca terminó caminando hasta ahí, efectivamente era Lina por fin la había encontrado. Se veía diferente, sin un velo que cubriera su belleza, su cabello largo y sus ojos penetrantes. Lina y Kate salieron de la cafetería para regresar al congreso aún faltaban horas para terminar y a otro día volverían a casa. Sin más espera las siguió y logró acercarse a ellas.

—Allmadulilah te he encontrado cariño.—se acercó a ambas, Lina de inmediato comenzó a sentir un terrible miedo reconocería esa voz. Él la quiso sujetar, pero Kate aunque no entendió lo que le dijo, con solo ver la reacción de Lina la defendió.

—No se atreva a tocarla.—Ibrahim empujó a Kate al piso, Lina le arrojó el cafe encima para después correr

Ibrahim se limpió el rostro con su saco para correr detrás de ella, también Jamil iba detrás. Kate pedía auxilio, pero también fue corriendo detrás de ellos para evitar que le hicieran algo a Lina. Aunque desconocía qué había pasado, no le abandonaría a su suerte.

Lina corría lo más rápido que podía sabía que si la atrapaba la llevaría con él lejos, prefería estar muerta antes que él volviera a ponerle un dedo encima. Ingreso por detrás de un edificio y al entrar chocó con un joven que la miró sorprendido.

—Ayúdame por favor me vienen siguiendo.—

Al verla tan desesperada, abrió con su tarjeta el ascensor. La invitó a pasar después cerro, le ofreció su pañuelo para que secara sus lágrimas y su frente.

—Gracias, muchas gracias.—

—Ahorita que lleguemos a mi oficina podrás llamarle a la policía, y a alguien que te esté acompañando. Estarás bien cuidaré de ti mientras.—

—Eres un ángel, me has salvado la vida.—

Llegaron a su oficina, Lina sacó su celular para llamar a Kate. El joven le sirvió un vaso con agua, antes de ir Kate por ella, avisó a su docente responsable para que fueran por Lina. La policía ya estaba ahí presente, alguien de la cafetería los había llamado diciendo que querían secuestrar a alguien.

—Ya solicité que les dieran acceso. ¿Con quién tengo el gusto?—

—Soy Lina Fayed, me acabas de salvar del hombre que arruinó mi vida.—

—Me alegra que haya podido ayudarte, me llamo Ekrem Demirci.—

—Mucho gusto.—en eso llegaron Kate junto con tres docentes más y la policía

—Gracias por ayudarla.—decía la docente a Ekrem

—Lina cuídate mucho y no andes sola.—Ekrem se despidió de ella además solicito a la policía que no dejaran de cuidarla, los gratificaría.

Ekrem se había grabado su nombre, y también su rostro. Esperaba volver a verla algún día en otras circunstancias. Mientras tanto Ibrahim estaba furioso por haber fallado, Cihan le preguntaba qué había sucedido pero evadió la pregunta. Sin más espera Lina decidió adelantar su viaje de vuelta, Kate la acompañó.