Talia una mujer de veinticinco años, ha estado profundamente enamorada de Rafael, un compañero trabajo quien desde sus comienzos allí, ha mostrado ser su caballero de brillante armadura, su amor llego a ser tan grande que incluso era demasiado obvia al respecto, llegando a despertar la curiosidad de su mejor amiga Selene, quien también pertenecía a la misma empresa y área de trabajo. Selene, en su condición como amiga de ambos comenzó a ayudarla en su objetivo de poder conquistar al hombre y llegar a declararle su amor. Todo su amor se transformó en un completo dolor, un año después, luego de ver a su amiga Selene de la mano de Rafael, anunciando su noviazgo, dolida y despechada, acepta la invitación de unos amigos a ir a un casino, Ahora para terminar de arruinar su vida, su libertad ya no le pertenecía, luego de esa noche de copas, despertó en una habitación de un hotel marcada por un ALpha.
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Capitulo 5. Causa y Efecto
Esa noche, luego de salir de la oficina, Talia fue directo a su casa, se dio una ducha para refrescarse y luego se dispuso a buscar un outfit acorde con la ocasión, al ser un casino de prestigio, quería ir derrochando belleza, no se dejaría derrotar, de todos modos su vida continuaba y el dolor que sentía el tiempo se encargaría de curarlo, incluso la píldora atorada en su garganta desaparecerá en el momento en que menos se lo espere y al mirar hacia atrás, solo se reirá de toda esa situación.
- ¿A quién pretendo engañar? – se dice a si misma viéndose al espejo – este dolor no se ira nunca, el día de hoy no solo perdí en el amor, sino que también descubrí las mentiras de una gran amiga, a quien quería como una hermana – tal vez ese dolor era más grande, que el de haber sido rechazada de forma indirecta – bueno, divirtámonos esta noche y mañana veremos – ya estaba totalmente arreglada con un hermoso vestido negro brillante, tacones altos y un peinado estilizado, sus accesorios eran ligeros para mejor movilidad, llena de actitud, salió hacia su encuentro.
Al llegar al casino Imperium se podía apreciar el lujo y la categoría del lugar, algo que no se podría permitir por sí sola, aunque lo quisiera, subió las escaleras hasta la entrada y de forma decidida entro, sus compañeros de trabajo ya se encontraban allí esperando a los faltantes para poder hacer uso del cupón, luego de esperar durante diez minutos más, todos llegaron, dando inicio a una noche inolvidable para todos, donde pudieron tomar alcohol, disfrutar de la música en vivo, platicar sin importarles el tono de la voz y desinhibirse solo por ese momento.
- Hola, buenas noches- les dice un mesonero a los presentes en la mesa – vemos que están disfrutando de esta noche – les dice sonriendo.
- Siiiiii, ja, ja, ja – gritaron varios de ellos, la mayoría ya estaban ebrios, por no decir todos.
- Qué bueno – dice el hombre – esta noche tenemos una promoción para Omegas, si hay alguno entre ustedes que quiera probar nuestra nueva bebida y darle el visto bueno – les muestra unos pequeños shots de alcohol, sobre una bandeja que tenia en su mano – les aseguro que no será cargado en su cuenta – les sonríe.
- ¡Talia! – grita uno – ella es Omega, ¿cierto? – dice riendo de forma descontrolada, el hombre estaba hasta los huesos de alcohol.
- Siiii, ella es Omega – dice otro - ¡Vamos Talia, pruébalo y dinos que tal!
- No, yo no quiero – les dice Talia, ya se sentía mareada – creo que paso, gracias chico – le dice al mesero.
- Oh, vamos Talia, no desprecies de esa forma al joven que de forma tan amable esta solo haciendo su trabajo – dice otro compañero – vamos todos a convencer a Talia – todos empezaron a animarla “¡Talia!, ¡Talia!, ¡Talia!” sin parar.
- ¡Está bien! – dice Talia luego de un rato de presión – con tal de que dejen de hacer ese escándalo – toma uno de los tragos y lo toma de una sola vez – listo, ¿están feliz?
- ¡Siiiiiiii! – gritaron todos los borrachos
- ¿Qué tal lo sintió? – le pregunta el mesonero- ¿le gusto?, ¿tiene alguna recomendación?
- Es dulce y sabe bien – le dice – pero una vez que llega a la garganta es muy caliente, casi que quema, creo que deberían bajarles un poco a los grados de alcohol – le comienza a responder a su encuesta – el resto estaba bien.
- Muchas gracias por su sinceridad y por ayudarnos a catear – le dice el mesonero – como muestra de agradecimiento, le ofrecemos una noche en el hotel con todo incluido – le entrega una tarjeta – totalmente gratis sin cargo alguno.
- ¿Qué? – dice sorprendida - ¿Por qué a mí?
- La promoción es para el primer Omega que aceptara ayudarnos a probar el producto – le explica – usted es la primera en hacerlo así que el premio es suyo – le sonríe- aunque debo decirle, que es válido solo por esta noche, ya que es un premio entregado con el consumo de esta noche – sus compañeros celebraron la suerte de Talia.
- Que bien, un hospedaje – dice uno – no sabes la suerte que tienes Talia, daría todo lo que tengo ahora por disfrutar una noche hospedada en el hotel de este casino – todos se veían muy animados.
- Lo siento, pero no podre aceptarla – le dice Talia devolviéndosela al hombre, pero este no la tomo.
- Puede quedarse con la tarjeta de acceso, por si cambia de parecer – le dice – después de las veinticuatro horas se invalida – se marcha
- ¡Talia!, ¿eres tonta?, ¿Cómo pretendías rechazar esa oportunidad? - le dice una compañera.
- Es que no me gusta dormir fuera de casa – además de que aquello parecía extraño.
Sin prestarle más importancia todos siguieron bebiendo y disfrutando, al cabo de una hora Talia comenzó a sentir un gran calor subiendo por su cuerpo, sus piernas se debilitaron y su garganta se reseco, los síntomas eran iguales a los de su celo, pero era imposible, ella no debería estar presentándolo sino hasta dentro de un mes, ¿Qué estaba sucediendo?
- ¡Chicos! – dice una compañera – creo que Talia ya está demasiado borracha – les dice al ver el estado de la mujer – deberíamos llevarla a casa, ¿Quién se apunta?
- ¡¿Qué?! – dicen algunos
- La noche aún es muy joven y no me quiero ir aun – dice otro
- Oigan y ¿Qué tal si usamos la habitación que se ganó? – dice otro
- Pero, no lo sé, ella no quería tomarla – dice una compañera
- No será por toda la noche, solo mientras estamos bebiendo – dice otro- al terminar pasaremos por ella – todos estuvieron de acuerdo.
Talia estaba liberando feromonas sin control, pero era algo que sus compañeros no sabían, ya que todos allí eran Betas y no podían notarlo, ayudaron a la mujer, su respiración era muy agitada y ardía en fiebre, algo que los borrachos no tomaron en cuenta, subieron hasta la habitación, abrieron la puerta y Talia logro entrar, de inmediato, sin percatarse de que todo estuviera bien, sus compañeros se retiraron. De inmediato sintió como el control de su cuerpo se perdía, sus piernas temblaban, su piel se erizo al sentir la presión de las feromonas del Alpha que se encontraba allí, todo estaba oscuro, no podía ver quien era, su respiración era pesada, fuera de control el hombre salto sobre ella abordado su cuerpo de inmediato, Talia sintió como se derretía ante los brazos de aquel extraño, su interior palpitaba rogando por sentirlo dentro, mientras este la lamia y dejaba marchas por todos lados, sintió como su miembro llenaba todo su interior, causándole espasmos de placer que recorrían todo su cuerpo, era algo que no podía controlar, luego sintió un gran dolor en su nuca, seguido por una agudización de sus sentidos ante las feromonas de aquel hombre, deseando tener más de él hasta llegar a perder la conciencia.
Al llegar la mañana Talia sintió como su cuerpo dolía por todos lados, su cabeza parecía que reventaría y luego recordó la mordida, rápidamente toco su nuca, percatándose de que no había sido un mal sueño, había sido marchada, los nervios se comenzaban a apoderar de ella, cuando se dio cuenta de que había alguien más en la habitación, sentado en un pequeño sofá, justo frente a ella.
- Al fin despiertas – le dice el hombre mientras la observa – ahora, ¿puedes decirme, quien eres y como lograste entrar en mi habitación? – el hombre sentado frente a ella era Maximiliano Hillcen, Gerente General de la empresa para la que ella trabajaba, y el mujeriego más grande que ella hubiera conocido.