A sus 24 años, Anaís creía tener la vida resuelta, hasta que todo le fue arrebatado de un golpe. Un trágico accidente la lleva a una segunda oportunidad, pero en el cuerpo de alguien más: una chica de 17 años que tiene todo un pasado oscuro del que escapar. Con recuerdos vívidos de su vida pasada, Anaís busca vengarse de quienes la traicionaron, pero se encuentra atrapada en una nueva familia, nuevos amigos, y un joven inesperado que despierta emociones en ella. Entre risas, desafíos y lecciones, deberá aprender que a veces la redención puede ser más poderosa que la venganza.
¿Podrá encontrar la paz en un cuerpo joven, mientras decide si destruir o reconstruir su futuro?
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Capítulo 16: Ecos del Pasado
Anaís y Nicolás se dirigieron rápidamente al departamento de él, llevando con ellos la carpeta roja y la fotografía, objetos que ahora parecían más peligrosos de lo que habían imaginado. Sentados en la mesa de la cocina, comenzaron a examinar cada documento en busca de pistas.
“Esto es mucho más grande de lo que esperaba”, dijo Nicolás, pasando las páginas con una expresión de asombro.
“Si mi abuelo tenía un trato con ellos en algún momento… entonces todo lo que creía saber sobre mi familia podría ser falso”, respondió Anaís. “Pero eso no cambia lo que tengo que hacer”.
Mientras continuaban revisando, encontraron una serie de cartas antiguas que hablaban sobre una sociedad secreta entre varias familias de influencia, un grupo que se ayudaba mutuamente para consolidar el poder y el control en la región. El abuelo de Sofía, su abuelo, había sido uno de los fundadores, junto con otros personajes que aún ocupaban lugares de poder.
Anaís apretó los dientes al leer las cartas. Su abuelo había sido parte de ese mundo corrupto y lleno de sombras, y ahora ella estaba pagando el precio de sus decisiones. Sin embargo, esa información también le daba una ventaja, una que estaba decidida a aprovechar.
“Si estas cartas salen a la luz, todos ellos quedarían expuestos”, dijo Anaís con una chispa en la mirada. “Pero, primero, tenemos que asegurar que estas pruebas estén a salvo. Si la organización se entera de que las tenemos, no dudarán en venir por nosotros”.
Más tarde, Marco se reunió con ellos en el departamento para discutir la situación. Miró las cartas y documentos con cautela, y luego volvió su atención a Anaís.
“Esto podría cambiar el juego, pero también nos pone en el centro de la tormenta. La organización no se va a quedar de brazos cruzados, especialmente si saben que tienes en tu poder algo que podría destruirlos”, dijo Marco con seriedad.
Anaís asintió, consciente del riesgo que implicaba. “Entonces, tenemos que adelantarnos. Si los atacamos primero, los debilitaremos antes de que puedan siquiera hacer un movimiento en nuestra contra”.
Marco levantó una ceja, impresionado por la determinación de Anaís. “¿Tienes un plan?”
“Vamos a reunir a todas las personas de confianza que podamos, pero esta vez en nuestro territorio, donde tengamos la ventaja”, respondió Anaís. “Vamos a exponerlos, pero de una forma que los obligue a enfrentarse entre ellos antes de que puedan unirse en nuestra contra”.
Esa noche, Anaís y Nicolás se prepararon para dar el siguiente paso. Mientras organizaban los detalles de su plan, Anaís no podía evitar reflexionar sobre la venganza que la había llevado hasta aquí. Empezaba a ver que lo que quería ya no era solo vengarse, sino también limpiar el legado que su abuelo había dejado lleno de secretos y traiciones.
Nicolás la miró con una mezcla de orgullo y preocupación. Sabía que su amiga estaba más comprometida que nunca, pero también que se estaba jugando todo por una causa peligrosa.
“Estaré contigo hasta el final”, le dijo con firmeza. “Hemos llegado demasiado lejos para retroceder ahora”.
Anaís le dio una sonrisa. “Gracias, Nicolás. No sé qué haría sin ti”.
Y así, con la noche de su lado y la adrenalina en sus venas, se prepararon para enfrentar un pasado que intentaba atraparlos.