Novela en emisión! No está terminada... No se impacienten.
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Cap 16
—¿Qué, bebé? ¿Qué quieres? Lo que sea que desees, te lo doy.
Fruncí el ceño. No estaba acostumbrada a tantas atenciones y a que fueran tan generosos, entonces sin más, le dije lo que quería.
—Quiero comprarme un auto y ver apartamentos para devolverles su privacidad y, obviamente, para tener la mía. ¿Me llevarás?
—¿Apenas llegamos ayer y ya te quieres ir? Además, no me hace muy feliz que mi novia se vaya de mi casa para vivir sola. —Se cruzó de brazos antes de entrar al centro comercial. — Te doy el auto que quieras, pero de casa no te irás.
—No.
Elevo una ceja. No quería darle el gusto, tenía que marcar límites o haría de mi vida lo que quisiera y yo todavía quería mi libertad.
—¿No? ¿No qué, Cassandra? — Y ahí vamos otra vez, Jasper era el tipo más testarudo del mundo. — No quiero pasar ni una sola noche sin ti y si se te ocurre mudarme me instalare contigo. ¿Cuál es la diferencia?
La diferencia era, que si al otro día me dejaba, al menos tendría un lugar propio donde dormir.
—No me iré a vivir sola aun. — Respondí, manteniéndome firme y levantando la barbilla en un gesto de desafío. —Quiero un lugar mío, pero eso no significa que no vayamos a pasar tiempo juntos. Solo necesito mi espacio, ¿entiendes?
Jasper me miró, sus ojos verdes evaluándome con una mezcla de admiración y terquedad. Sus labios formaron una línea delgada mientras consideraba mis palabras.
—Entiendo que quieras tu espacio, Cassie, pero no me gusta un carajo de que te vayas tan pronto. — Dijo con voz suave, aunque persistía esa nota de control subyacente. — Quiero estar cerca de ti, cuidarte y asegurarme de que estés bien.
Suspiré y le di una sonrisa, como las que usaba en mi padre cuando quería algo, y a él, todavía le importaba.
—No me iré muy lejos, Jasper. Solo necesito un poco de independencia. Podemos seguir viéndonos todo el tiempo que queramos.
Él suspiró y asintió, aunque noté que no estaba del todo convencido, y supe desde ese momento de que no tendría independencia.
—Está bien, buscaremos un auto y después veremos algunos apartamentos. Pero, te advierto, no vivirás allí sola. Solo lo comprarás, lo decorarás a tu gusto, pero solo hasta que te adaptes a la ciudad.
Había visto muchos anuncios de apartamentos cerca de la universidad y vi fotos de uno que me había gustado. Estaba a tres calles y no necesitaría un auto para llegar. Afortunadamente, aún estaba disponible y me sentí contenta de que, por primera vez, estaba haciendo una compra real, de algo que sería mío. Tenía cita con el dueño al día siguiente, realicé el primer pago antes de la firma de los títulos de propiedad y solo nos quedaba ir a ver el auto.
—¿Qué marcas te gustan, Cassie? — Jasper tecleaba en su iPhone mientras yo elegía zapatos.
—Ferrari, Audi, Aston Martin, Bugatti, McLaren… —Me encogí de hombros—. ¿Qué hay disponible?
Jace apartó los ojos de su móvil y me miro a mí, con una ceja en alto y claramente preocupado.
—¿Pretendes matarte? Porque si te avientas del edificio es lo mismo. — Pensé que querrías algo más… femenino.
Me reí mientras modelaba los pies frente al espejo.
—Eso es machista, y déjame decirte que no hay nada más sexi que una mujer bajándose de un precioso deportivo con motor poderoso. ¿Pensaste que me compraría un Camaro? No bebé, soy una jodida Tyler y voy a darme mis lujos.
Las palabas que había usado eran las mismas que decía la Cassandra que deje en New York, pero esta vez no me importo, porque querer cambiar mi personalidad, no tenía nada que ver con mis gustos, y si… siempre fueron caros.
—Por ahora eres una Tyler, por ahora, Cassie. No te dejare en paz hasta que un día te conviertas en mi mujer, mi mujer sexi en su deportivo. — ¿A quien no le gustaba que le dijeran esas cosas? Babeaba por la intensidad de Jasper, y después de todo todas soñábamos con la boda de nuestros sueños. — Me encantas.
Le pase el par de zapatos a la dependienta y ya estaba lista para salir de esa tienda.
—Tú también.
Me quedo pendiente la Macbook, pero lo dejaría para el día siguiente. Volvimos y pedimos comida para los tres, Ethan revisaba unos documentos y parecía que quería hablar con su hermano.
—Creo que iré a guardar mis cosas. Volveré en un momento.
Las siguientes dos semanas se pasaron volando, tenía todo lo que quería y más, pero tenía ese nudito en el estómago por los nervios, porque ese día era mi primer día en la universidad.
Jasper me acompaño hasta la entrada del campus esa mañana y prometió venir por mí para almorzar juntos.
La primer semana compre mi apartamento, me ayudo a elegir los muebles, los electrodomésticos y ambientamos juntos mi habitación, ya que pasaríamos las noches juntos, en su casa o en la mía. Y… El auto fue un regalo de su parte, había elegido el auto que yo tenía en mente pero que no le había dicho cual quería, pero vamos, estoy enamorada de mi Bugatti Chiron SS 300, CASI 1600 CABALLOS DE FUERZA Y DE LOS MAS POTENTES DEL MUNDO.
La segunda semana, se basó en paseos, cenas románticas, charlas nocturnas y… Nada de sexo. Me sentía un poquito frustrada, porque tenía las hormonas alborotadas y se alteraban más cuando salía de la ducha envuelto con una mera toalla y creo que verme babear por él lo satisfacía, aunque lo disimulara. Quería que yo esté lista, segura de dar ese paso, porque yo había sido clara con Jasper con eso de “conocernos primero” y era lo que me estaba dando. Ethan se la pasaba en la casa de su “amiga” y lo veía muy poco, dijo que solo sería hasta que tuviera que dar clases.
—¿Nerviosa? — Asentí y lo abrace, si l estaba, pero también estaba triste porque no había recibido ni una llamada de mis padres, ni de Brenda en las dos semanas que llevaba en Boston. —Lo harás bien, eres una chica muy inteligente. Se nos hace tarde, asique mejor entra.