R & M... Sueños Compartidos.

Martín luego de un rato de hablar con su madre de cosas sin sentido, se sintió con la confianza suficiente para contarle que estaba conociendo a alguien.

⎯  Solo te diré que es muy linda y que con ella estamos conociéndonos.

⎯  Bueno, mientras que no interfiera con tus estudios, te apoyo.

⎯  Ella es muy aplicada, la mejor de la clase.

⎯  Ah, entonces es una chica de tu colegio.⎯ lo mira con una sonrisa.

⎯  Sí mamá. Eres toda una detective. Jajaja.

⎯  Entonces, quiero conocerla. Cuando salga de aquí quiero que la lleves a casa.

⎯  Mamá, es muy pronto para eso.

⎯  Hijo, solo llevas tres día en la escuela y ya tienes novia. Creo que el tiempo es efímero.

⎯  Mejor me voy.

⎯  Mándale mis saludos y dile que tiene una suegra muy linda, que la quiere conocer.

⎯  Lo haré, y te digo un secreto...ella ya te conoce.

Rita lo mira sin entender y él se ríe a carcajadas al ver la cara de intriga de su madre; entonces sale de ese lugar con una enorme sonrisa por su travesura. Últimamente siente que le duelen las mejillas de tanto sonreír, es algo que no hacía hace meses, y ahora no lo puede evitar, ya que dejó a su madre de muy buen humor y pudieron hablar como lo hacían antes del accidente.

Él llega a su humilde hogar y se recuesta solo a descansar por un minuto; pero el sueño lo vence y después de dos horas se despierta. Al mirar por la ventana, ve que el sol se está ocultando, busca su celular, mira la hora  y faltan veinte minutos para que Rebeca salga del colegio, así que se levanta, agarra su mochila y se va directo al instituto.

Aún falta unos minutos para que toquen el timbre, estaciona su moto en la entrada principal y ve cómo de a poco todos los alumnos se retiran Teodoro lo saluda desde lejos y espera que salga Sonia, la chica que le gusta para acompañarla hasta la casa, como todos los días.

Un par de chicas, al ver que Martín está solo, se le acercan y no dejan de tocar su moto y de insinuarse.

⎯  Hola Martín. ¿ Por qué faltaste a clases?⎯ pregunta una de las jóvenes que intenta sentarse en la moto.⎯ ¿Puedo?

⎯  ¡Ni se te ocurra, en mi moto no sube nadie!⎯ contesta y la fulmina con la mirada.

⎯  Ok.⎯ se aleja un poco.⎯ Perdón, es muy bella.

⎯  ¿Tú que sabes de motos?

⎯  Nada, pero me puedes enseñar.⎯ responde coqueta.

⎯  Ni en sueños.

⎯  No contestaste la pregunta.⎯ le recuerda la más tímida de todas con algo de preocupación.⎯ ¿Por qué faltaste?

⎯  Tuve problemas personales.

⎯  Sí quieres, yo te puedo pasta los apuntes y darte clases particulares.⎯ insiste Dolores en conquistarlo.

⎯  Gracias Dolores, pero mi novia iba a copiar los apuntes por mí y ella ya es mi tutora.

⎯  ¿Ya tienes novia? No te creo, eso es imposible.

⎯  Disculpen, chicas pero ahí viene.⎯ dice con una sonrisa y su rostro se ilumina al ver que Rebeca se acerca y las mira con odio.

⎯  Hola Martín, ¿qué haces aquí?

⎯  Rebeca, este chico dice que tú eres su novia. ¿Eso es cierto?

Ella se sorprende con esa declaración y no sabe qué contestar, solo mira a Martín que está muy tranquilo y le guiña un ojo hasta que escucha.

 ⎯ ¡Lo sabia, no te puede gustar Rebeca, es una nerd! Y como dice el refrán... aunque la mona se vista de seda, mona queda. Jajaja.⎯ Dolores la mira de arriba a bajo y luego toca el brazo de Martín y comenta.⎯ Tú necesitas a alguien popular y bella como yo, no a ese intento fallido de chica ruda.

⎯ ¡ ¿Sabes que?! ¡Está mona te va a enseñar a no tocar lo que no es tuyo!⎯ Rebeca la quiere golpear; pero Martin la sostiene de la cintura y la aparta.⎯  ¡Y sí somos novios maldita zorra!¡ Así que ni lo mires!

⎯  ¡Basta, Rebi no vale la pena!⎯ le murmura Martín al oído.⎯ Vamos a pasear, ve al cerro. Yo te alcanzo en ese lugar.

⎯  De acuerdo.

Rebeca, lo mira y recuerda que él no puede meterse en problemas, así que va hasta el estacionamiento, busca su moto y acelera al pasar a lado del grupo de adolescentes y sale rumbo al cerro. Teodoro con Sonia al ver que habían gritos en la vereda se acercaron a ver qué sucedía.

⎯  Martín ¿Está todo bien?

⎯  Sí, Teo.⎯ le extiende su mano y lo saluda

⎯  Martín, sí eres inteligente veras que ella no te conviene.⎯ Dolores no se da por vencida.

Martín le sonríe y se acerca amenazante entonces con orgullo y sin pena confiesa.

⎯  En realidad, ella es todo lo que necesito. Es mi complemento y creo que ni tú ni nadie podría llenar sus zapatos. A su lado eres una simple cucaracha.

⎯  Eso dices ahora; pero cuando la amargada de tu novia te muestre su verdadero ser, vendrás a mí.

⎯  Lo dudo.

⎯  ¡Cállate Dolores, eres una bruja!⎯ le grita Sonia.⎯ Martín, no escuches a está serpiente.

⎯   No lo haré. Adiós señoritas, nos vemos mañana y espero que respeten a mi novia o se me olvidará los buenos modales que me enseñó mi madre y las aplastaré a todas.⎯ las amenaza, luego mira a su nuevo amigo y le habla.⎯ Teo, te hablo al rato.

⎯  De acuerdo.

⎯  Adiós amigo, Rebeca ya se adelantó y tengo que alcanzarla.

⎯  Ve, hablamos a la noche.⎯ estrecha su mano y lo saluda.

Martín se acerca a su moto, se sube y antes de colocarse el casco les habla a las niñas mimadas con mucho odio.

 ⎯  Y ustedes.⎯ las señala.⎯ Más vale que no se olviden mis palabras, no me gusta repetir las cosas y no me importa sí me expulsan de aquí por defender a Rebi. ¡Más vale que se alejen de ella!

⎯  Yo no quiero meterme en líos, Rebeca nunca me hizo nada.⎯ habla la más tímida de las chicas y se aleja del grupo.

⎯  ¡Traidora, ya no perteneces al grupo!

⎯  No me importa.⎯ grita desde lejos.

⎯ ¡Y a ella tampoco la toquen! ⎯ les advierte al ver la mirada de odio en Dolores.

Las chicas lo miran asombradas y niegan con sus cabezas, más de una quiere un novio que las defienda así y sea tan guapo. Pero Dolores lo mira desafiante, ella quiere estar con él y va a intentar por todos los medios que se fije en ella y se olvide de Rebeca. Entonces levanta su mano en señal de saludo y ve como el chico que le gusta, se aleja.