El Retrovisor De Mi Vida

Hoy es el día que volvemos a nuestra rutina después de nuestro matrimonio y luna de miel. En la oficina, el día comenzaba como cualquier otro. El bullicio habitual de los abogados y asistentes organizando sus tareas diarias.

Llegaba junto con Marco a retomar sus casos. El amor era evidente para todos en la oficina, ya todos los conocían, pero ahora era mucho más evidente. Durante su ausencia, la oficina estuvo más tranquila de lo habitual, ya que ellos habían trabajado mucho, para que los días que no estarían no les afectara a los demás abogados.

Antes de llegar a su oficina, fueron recibidos con una ovación por parte de sus colegas, que sabían lo que habían luchado para estar juntos, su amiga estaba llorando. Sonrieron tímidamente mientras saludaban y agradecían los buenos deseos. estaba, estaba hermosa estaba ganando más confianza y mejorando su autoestima dejando a tras sus inseguridades, por lo menos lo intentaba.

Hoy estaba con un sastre verde esmeralda, con su cabello recogido en un elegante moño y un brillo especial en su mirada. Por su lado Marco, Lucia impecable en un traje negro, y una mirada y sonrisa que no podían ocultar su felicidad y el amor que sentía por su esposa.

Después de los abrazos y felicitaciones, nos dirigimos a nuestros lugares de trabajo, listos para retomar nuestro trabajo. Yo empecé revisando correos electrónicos acumulados durante su ausencia. Mientras tanto, Marco organizaba los archivos y documentos, ya que se preparaba para las próximas reuniones, sobre un nuevo contrato que debe conciliar para su firma.

El día transcurrió tranquilo, nuestro pequeño ya no estaba permanente en la oficina con nosotros ya que asistía al jardín y en la tarde venía con nosotros. Durante la jornada tratare de demostrar que había mejorado mi destreza legal al resolver rápidamente unos casos complejos con diligencia y precisión, quería dejar de ser una auxiliar y pasar hacer una de las abogadas titulares.

Durante el almuerzo, salimos a recoger a Francisco y fuimos a almorzar a un restaurante sencillo, pero muy bonito que nos encanta, el pequeño nos contaba todo lo que hizo, sus nuevos amiguitos y que no le habían dejado tarea.

Después, regresaron a la oficina a continuar con sus labores. Dónde contaron con ayuda de los nuevos pasantes, los que entraron a reemplazar a los innombrables, a ellos se les notaba las ganas que tenían de aprender, de comerse el mundo.

Al finalizar la tarde, ya se estaban preparando para salir e ir a su casa, dónde los esperaba el otro miembro de esta familia. Habían logrado mucho en este primer día, estaban ansiosos por el futuro que les deparaba su vida profesional y personal. Se despidieron de sus colegas con sonrisas cálidas y salieron junto a su pequeño que no paraba de cantar una canción que le enseñaron hoy.

Se sentían felices, con una gratitud absoluta por lo que estaban logrando, tenían paz. Pero sabían que debían de estar preparados para cualquier desafío que se les presentará.

Llegaron a su nuevo hogar, y su pequeño salió corriendo a saludar a shercan, el decía que era su hermano peludo. El cual parecía un loquito corriendo, ya buscamos un lugar que lo cuide mientras no estemos en la casa, y siempre está alguien con el. Nos hemos adaptado a su presencia.

Brinda alegría y tranquilidad.