La Felicidad NO Esta Hecha Para Mi

Capitulo 16: Otra Tarde

Una tarde, mientras terminamos de revisar unos documentos en su oficina, Nicolle me mira con una expresión cálida y me dice: "Sabes, Martín, me alegra mucho poder pasar este tiempo contigo. Siento que hemos desarrollado una conexión especial, y me gustaría saber si estarías interesado en que salgamos a cenar alguna vez, como algo más que amigos."

Siento cómo mi corazón se acelera ante sus palabras, y una sensación de nerviosismo y emoción se apodera de mí. "Nicolle, yo... Me siento honrado por tu propuesta. Y sí, me encantaría poder salir a cenar contigo."

Ella me regala una sonrisa radiante que ilumina su rostro. "Me alegra escucharlo, Martín. Creo que podríamos aprovechar este fin de semana, si te parece bien."

Asiento, sintiendo cómo una sensación de calidez se instala en mi pecho. "Sí, me parece perfecto. Déjame ver mi agenda y nos ponemos de acuerdo."

Acordamos los detalles de nuestra cita y, cuando me despido de Nicolle, siento una emoción que hace mucho tiempo no experimentaba. Me siento como si estuviera redescubriendo una parte de mí que creí perdida para siempre.

Camino de regreso a casa, no puedo evitar pensar en lo que esta oportunidad significa para mí. Sé que, aunque el tiempo ha pasado, aún cargo con el dolor de la pérdida de mi tía Mariana. Pero al mismo tiempo, siento que esta conexión con Nicolle me está brindando una nueva perspectiva, una chance de volver a abrirme a la posibilidad de ser feliz.

Cuando llego al apartamento, Lucía me recibe con una sonrisa llena de expectativa. "¡Martín! ¿Cómo te fue? ¿Tienes algo que contarme?"

No puedo evitar sonreír ante su entusiasmo y le cuento sobre la invitación de Nicolle. Veo cómo sus ojos se iluminan de emoción y me envuelve en un cálido abrazo.

"¡Eso es maravilloso, hermano! Me alegro tanto por ti. Sabía que esa conexión especial que sentías con Nicolle podría llegar a florecer en algo más."

Asiento, sintiendo cómo una sensación de esperanza se instala en mi corazón. "Sí, Lucía. Estoy emocionado y nervioso a la vez, pero creo que es hora de darme una oportunidad de volver a amar."

Lucía me mira con orgullo y toma mis manos entre las suyas. "Tía Mariana estaría tan feliz de ver que has abierto tu corazón de nuevo, Martín. Ella siempre quiso que fuéramos felices."

Siento cómo una ola de gratitud me inunda y aprieto suavemente las manos de Lucía. "Lo sé, pequeña. Y estoy seguro de que, desde donde esté, ella está celebrando esta nueva oportunidad que se me presenta."

Juntos, Lucía y yo hablamos sobre mi cita con Nicolle, y ella me ofrece sus consejos y su apoyo incondicional. Me siento agradecido de tener a mi hermana a mi lado, apoyándome en este nuevo capítulo de mi vida.

El fin de semana llega y me preparo con nerviosismo para mi cita con Nicolle. Cuando la veo llegar, con esa sonrisa que tanto me cautiva, siento cómo todo a mi alrededor parece detenerse. Nos saludamos con calidez y nos encaminamos hacia el restaurante, sumidos en una conversación fluida y amena.

Durante la velada, me sorprendo a mí mismo relajándome y disfrutando plenamente de la compañía de Nicolle. Hablamos de nuestros sueños, nuestras pasiones y nuestras experiencias de vida, encontrando puntos en común que nos acercan cada vez más.

En un momento, Nicolle toma suavemente mi mano y me mira con una expresión de sinceridad. "Martín, quiero que sepas que entiendo que aún cargas con el dolor de haber perdido a tu tía. Pero quiero que sepas que estoy aquí para ti, dispuesta a caminar este camino a tu lado, si tú me lo permites."

Siento cómo mi corazón se llena de ternura y aprieto suavemente su mano. "Nicolle, no sabes cuánto significa eso para mí. Estoy listo para abrir mi corazón de nuevo, y me siento afortunado de poder compartir este momento contigo."

Ella me regala una sonrisa radiante y se acerca un poco más, acortando la distancia entre nosotros. "Entonces, ¿quieres que sigamos explorando esto juntos?"

Asiento, sintiendo cómo una sensación de calidez y emoción me recorre el cuerpo. "Sí, Nicolle. Me encantaría."

Mientras cenamos y continuamos conversando, siento cómo una nueva chispa se enciende en mi interior. Ya no me siento abrumado por la tristeza y la pérdida, sino que me dejo llevar por la emoción y la esperanza que Nicolle despierta en mí.

Al final de la noche, cuando nos despedimos, siento la necesidad de expresarle todo lo que significa para mí. "Nicolle, gracias por darme esta oportunidad. Creo que tía Mariana estaría feliz de ver que he encontrado a alguien tan especial como tú."

Ella me sonríe con ternura y acaricia suavemente mi mejilla. "Estoy segura de que ella lo está, Martín. Y yo también estoy feliz de haber encontrado a alguien como tú."

Nos despedimos con un suave beso, y me dirijo de regreso a casa con una sensación de ligereza y plenitud que hace mucho tiempo no experimentaba. Sé que el camino por delante no será fácil, pero con Nicolle a mi lado, me siento más seguro que nunca.

Cuando llego al apartamento, Lucía me recibe con una sonrisa radiante y me envuelve en un fuerte abrazo. "¡Cuéntamelo todo, hermano! ¿Cómo te fue?"

Le relato los detalles de la cita, sintiendo cómo la emoción se refleja en mi voz. Lucía me escucha atentamente, con una expresión de genuina alegría en su rostro.

"Me alegro tanto por ti, Martín. Tía Mariana estaría tan contenta de ver que has encontrado a alguien que te hace feliz."

Asiento, sintiendo cómo una sensación de paz se instala en mi corazón. "Sí, Lucía. Creo que, de alguna manera, ella ha tenido algo que ver con esto. Siento que, a través de Nicolle, estoy recuperando una parte de mí que creí haber perdido para siempre."

Lucía me mira con una sonrisa cálida y toma mi mano con cariño. "Entonces, ¿cuándo la traes a cenar para que la conozcamos mejor?"

Río ante su entusiasmo y le doy un suave empujón. "¡Tranquila, pequeña! Primero quiero asegurarme de que nuestra relación se fortalezca antes de presentarla oficialmente."

Lucía asiente, comprendiendo mi postura…