Estoy en lo más alto de mi edificio, viendo a la gente como hormiga ir y venir pensando que tan grande es el mundo y nosotros tan pequeños, soy Ana Leal una reconocida diseñadora de moda, famosa y con el título de bruja de hielo, por ser despiadada y no tocarme el corazón para destruir a nadie, solo que a veces vienen a mi mente recuerdos de mi pasado y la antigua yo quiere volver a salir, es entonces cuando recuerdo que no obtuve nada por ser buena y amable, en ese tiempo solo recibí malos tratos y maldad, por nada del mundo vuelvo a ser así de frágil...
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Capitulo XVI Luna de miel
Ana
Llegó la hora de partir a nuestra supuesta luna de miel, era lo que más me aterraba pues ya sabía lo que venía luego, nos despedimos de los invitados y salimos directo al aeropuerto, no sabía a dónde nos dirigimos, según Gabriel sería una sorpresa. Me quedé dormida en el avión pues estaba muy cansada, no sé cuánto tiempo pasó, cuando llegamos a tierra al bajarnos me di cuenta de que estábamos en una isla, solo que no era la misma donde estuve los últimos cuatro años.
Ana: otra isla.
Gabriel: así es, quiero privacidad absoluta.
Ana: ya veo.
Gabriel: este es solo nuestro primer destino, así que no te pongas triste.
Ana: no está bien, estoy acostumbrada a la soledad de una isla.
Gabriel: ven vamos conduciré hasta la casa.
Ana: y los demás que harán?
Gabriel: ellos esperarán aquí a mis órdenes no te preocupes el avión no despegará sin nosotros.
Subimos al auto y la llevé a la casa, está vez esta casa está cerca de la playa y la vista es maravillosa.
No voy a mentir estoy aterrada no sé cómo mentira a tratar, ya que Gabriel es medio bipolar, solo espero que no me haga daño.
Me cargo en brazos y me llevo al interior de la casa, todo estaba decorado de una manera muy romántica había pétalos de rosas por todo el piso, velas aromáticas que conducían escaleras arriba, este lugar realmente daba una sensación de tranquilidad.
Gabriel: te gusta?
Ana: si me encanta.
Gabriel: pensé que nuestra primera noche como esposos debía ser especial.
Ana: gracias por pensar así.
Gabriel: ven siéntate aquí, ya traigo algo de tomar.
Me senté frente a la chimenea y Gabriel se apareció con una botella de champánme sirvió una copa y brindamos por nosotros y nuestra nueva vida, sé que todo esto es una ilusión creada por él, no sé con que fin, pero he decidido vivir la experiencia hasta que la ilusión terminé, nos tomamos el contenido de la copa y Gabriel sé acercó a mí tomando posesión de mis labios, al principio fue un beso tierno que poco a poco fue subido de tono, perdí la cabeza en aquel momento, me deje llevar por lo que mi cuerpo estaba sintiendo, no pensé en nada solo quería disfrutar este momento como si fuera real, era lo único que me importaba, mantener el momento. De repente Gabriel se detuvo.
Gabriel: estás segura de lo que va a pasar?
Ana: si muy segura.
Gabriel: bien, pero no lo haremos aquí.
Gabriel me volvía a alzar en sus brazos y me llevo a la habitación, me sorprendió ver este lugar, una habitación de cristal donde se podía ver el cielo azul, las estrellas, el mar al frente, el piso estaba lleno de pétalos de rosas y la cama tenía sábanas blancas y en las almohadas había una decoración en forma de corazón.
Gabriel: te gusta?
Ana: si me encanta, gracias por hacer este momento tan especial.
Gabriel: no quiero que te arrepientas luego.
Ana: no sé qué decir.
Gabriel volvió a besarme y a recorrer cada parte de mi cuerpo con sus manos, me llevo a la cama y siguió en lo suyo, yo no tenía ni idea de que hacer solo me deje llevar por él y por lo que estaba sintiendo en el momento.
Gabriel: estás segura?
Ana: si lo estoy.
Ya no volvió a preguntar nada más simplemente nos dejamos llevar por la pasión hasta que consumamos nuestra noche de bodas.
Me acosté en aquella enorme cama y me quedé dormida sin querer pensar en nada, solo sentí a Gabriel abrazándome y susurrando algo que no entendí muy bien.
Desperté por la enorme claridad de la habitación, voltee a ver si estaba Gabriel y para mi sorpresa no lo conseguí a mi lado, bueno ya consiguió lo que quería que podía esperar.
Me levanté de la cama me dolía el cuerpo, solo quería bañarme y nada más, fui al baño, por lo menos este estaba cubierto por paredes de verdad, entre a la regadera y deje que el agua recorriera todo mi cuerpo, en mi mente solo se reflejaban todos los detalles de la noche anterior, cuando me cansé del baño, decidí que era hora de enfrentar el mundo, me puse un vestido que me llegaba a las rodillas unas zapatillas bajas, recogí mi cabello no sin antes notar la enorme marca en mi cuello la cubrí con un pañuelo y salí de la habitación, no había señales de Gabriel, solo pude pensar que ahora me dejaría aquí a morir de hambre y sed y que seguramente ya está en los brazos de la tal Alicia, el pánico lleno mis sentidos y me senté en el suelo a pensar en mí mala suerte.