Soy La Emperatriz Villana

El joven marqués y Kaiser observan todo sorprendidos, esa chica era de temer y no duda o vacila a la hora de tomar una vida. Káiser chasquea los dedos y rompe el sello haciendo que la barrera desaparezca, corre hacia donde está Shera y le pasa por al lado diciéndole que él irá a dentro a rescatar a Aysha. Ella solo asiente y sigue luchando con los mercenarios junto al rubio que ahora se unió a la pelea.

Dentro de las celdas que se encontraban bajo tierra se escuchan los ruidos de las explosiones, Aysha solo sonríe de lado, eso solo significaba que Shera se estaba divirtiendo probando hechizos nuevos. La emperatriz se acerca a la Arya que solo la mira asustada y le pide que se calme.

– Arya necesito que nos liberes a ambas – pide en voz suave – tus esposas no son antimagia, de seguro ellos no saben de tus habilidades

– No puedo – dice comenzado a llorar – ellos van a matarme, ellos mataron a los abuelos y a la tía Melanie

– No te van hacer nada yo estoy aquí contigo – la celda vuelve a temblar por las explosiones – si queremos salir necesito que dejes de llorar y seas fuerte, así que reacciona o acabaremos como tus abuelos y tu tía

Arya la mira fijamente y observa lo sería que esta Aysha, ella vio como asesinaban a todos en la mansión en la que estaba, pero Aysha era la chica que los había salvado era su maestra y si no hacía algo ellas iban a acabar peor que su familia. Arya suspira y se pone de pie, sus ojos dorados brillan y las esposas de sus muñecas se rompen, observa a Aysha y luego a las esposas antimagias, las toca con sus manos y estas se destruyen.

Aysha sonríe y le pide que se coloque detrás de ella, crea una bola de llamas negras en sus manos y la lanza contra los barrotes de la celda causando que se rompan y ellas queden libres. Ambas se dirigen a la salida de aquel sitió, pero al cruzar la puerta solo se encuentran con un laberinto de pasillos. Aysha se hace a un lado esquivando un ataque y Arya hace lo mismo.

– No será tan fácil salir de aquí emperatriz – aparece el mismo hombre encapuchado

– Arya corre – le ordena Aysha – es una orden

La pequeña duda, pero al ver la mirada de la rubia comienza a correr lejos de ambos. El encapuchado lanza un ataque contra Arya, pero un muro de fuego aparece bloqueado el hechizo. Aysha corre hacia el hombre y crea en su mano una daga con la que lo ataca, el mercenario logra esquivarlo, y centra su atención a Aysha. Sabe que no es una mujer débil así que decide ir con todo, se quita la capucha revelando su rostro, la rubia lo observa fijamente, era un chico de cabellos rojizos y ojos negros con dos pequeños cuernos a los lados de su cabeza.

– Un demonio – dice mientras lanza una bola de fuego contra el chico – no importa te mataré

– Te mostraré de lo que soy capaz emperatriz

Varios sellos aparecen a tras su espalda y de estos salen disparados varias espadas, Aysha esquiva los ataques y otros los detiene con su magia. Pero esto no impide que salga herida.

A fuera en la entrada del mausoleo mercenario tras mercenario iban cayendo muertos bajo los ataques de Shera. La castaña estaba agotada, había usado mucho el nuevo hechizo que aprendió y esto consumía demasiada magia, el mercenario que estaba luchando contra ella nota esto y carga en un ataque contra ella consiguiendo herirla en el hombro. Shera jadea de dolor y con la daga en su mano intenta cortar el cuello del mercenario, pero lo esquiva y termina por darle un su ojo izquierdo.

El hombre solo grita de dolor y usa su magia creando un muro de hielo, dándole tiempo para huir. Ethan iba a seguirlo, pero se detiene al ver a Shera caer de rodillas y quedarse de dolor. La espada con la que la habían lastimado tenía un veneno que te paraliza el cuerpo, el mismo que se emplea cuando los nobles salen a cazar animales. Ethan la toma en brazos y la carga llevándola, ya que no podía moverse.

– Lo admito eres fuerte – dice mientras observa la herida en su hombro que no para de soltar sangre – pero ahora debes de descansar

– Pero la emperatriz – dice en un susurro – ella me necesita

– Descansa Shera – le sonríe dulcemente – mi hermana estará bien y cuando salga no le gustará verte herida o peor muerta solo por querer salvarla

Shera deja de protestar y se queda callada, el rubio sonríe para sus adentros ya sospechaba que la única forma de que ella se dejara atender la herida era usar a su hermana. Kaiser corre por los largos pasillos subterráneos de la prisión que había bajo el mausoleo, pero estos parecían no acabarse. Al dar la vuelta en una esquina un pequeño cuerpo choca contra el de él. Haciendo que baje la mirada y se encuentre con los ojos dorados brillantes de una niña de cabellos rosados.

– Sígueme tienes que ayudar a mi maestra – le toma la mano, pero este no se mueve – a que esperas tenemos que ayudar a la emperatriz

Kaiser reacciona al oír lo último y se deja guiar por la pequeña por el laberinto de pasillos. Aysha seguía luchando contra aquel chico demonio, quien tenía un buen control y dominio sobre la magia que estaba usando. Uno de los ataques casi consigue darle en la pierna a Aysha, ella solo suelta un bufido y como ya está cansada de todo esto simplemente se va a arriesgar.

– Ya me cansé de ti chico – se coloca un poco alejada del chico demonio que solo la observa curioso – te mostraré lo que es un verdadero ataque

El colgante en el cuello de Aysha brilla, su cuerpo es rodeado completamente por unas llamas negras y sus ojos se vuelven totalmente blancos, concentra todo el fuego que rodea su cuerpo en sus manos, este era tan negro que parecía un gran vacío lo que se estaba formando en sus manos. El demonio mira todo horrorizado, esas llamas no se había dado cuenta antes, pero ahora que la ve así sabe que solo alguien es capaz de tener esas llamas y que sus ojos se vuelvan blancos.

– No puede ser – dice retrocediendo hacia atrás – ella no fue capaz, esa maldita

Aysha apunta su mano hacia el demonio haciendo la seña de un arma, y aquel poder solo se canaliza en una pequeña esfera negra en la punta de su dedo. El demonio libera todo su poder y un gran sello aparece bajo sus pies.

– Ella es solo una bastarda – levanta sus manos y un sello aparece – su poder no se compara al mío, al del gran general Anniel bajo el mando del primer príncipe demonio

Anniel estira sus manos al frente y de los sellos sale disparada una gran luz rojiza, Aysha sonríe de lado y levanta su mano derecha, la luz rojiza impacta contra Aysha. Kaiser escucha un fuerte impacto y le pide a Arya que se apresure, al llegar a donde estaba Aysha luchando contra Anniel, abre mucho sus ojos al ver a Aysha con los ojos blancos y en sus brazos se marcaban sus venas pero se un color negro y rojo oscuro.

Anniel observa a la rubia sorprendido, esa era su ataque más potente combinada con la habilidad que el mismo rey demonio le dio en persona, ningún humano o criatura podría sobrevivir a ese ataque. Aysha sonríe al ver la expresión en el rostro de Anniel.

– Eso a sido todo – pregunta en tono de burla – te mostraré lo que es un verdadero ataque chico

Aysha flexiona el dedo como si hubiera jalado un gatillo y todo se queda en silencio por unos segundos. Anniel al ver que nada sucede suelta una fuerte carcajada, pero deja de reír cuando ve un pequeño destello salir de la punta del dedo de Aysha y seguido de esto un gran relámpago oscuro impacta contra el cuerpo de Anniel, abriéndole un agujero en el pecho y parte del estómago. Desde arriba en la entrada del mausoleo donde estaban Ethan y Shera sienten como la tierra comienza a temblar y a unos pocos metros de donde ellos están, se escucha una fuerte explosión seguida de una luz oscura.

Cuando ambos se acercan a ver, había un gran cráter de más de cinco metros de ancho. Kaiser se queda impactado por lo que acaba de ver y esto solo confirma sus sospechas es ella. Rápidamente, el azabache se acerca a Aysha y la atrapa justo en el momento en que cae desmayada, las venas negras que sobresaltaban en su blanca piel desaparecen y sus ojos vuelven a ser azules.