Renace como un personaje de libro que odia... pero ella quiere cambiar su destino...
El mundo mágico también incluye las novelas
1) Cambiaré tu historia
2) Una nueva vida para Lilith
3) La identidad secreta del duque
4) Revancha de época
5) Una asistente de otra vida
6) Ariadne una reencarnada diferente
7) Ahora soy una maga sanadora
8) La duquesa odia los clichés
9) Freya, renacida para luchar
10) Volver a vivir
11) Reviví para salvarte
12) Mi Héroe Malvado
13) Hazel elige ser feliz
14) Negocios con el destino
15) Las memorias de Arely
16) La Legión de las sombras y el Reesplandor del Chi
17) Quiero el divorcio
18) Una princesa sin fronteras
19) La noche inolvidable de la marquesa
20) Ni villana, ni santa
21) Salvando a mi Ernesto
22) Cartas para una princesa
23) Ya te olvidé
24) Dulce Prisión
25)Secretos de una poción
26) La venganza de Leia
27) Recuerdos de mi futuro
28) Una esposa para el príncipe maldito.
** Todas novelas independientes **
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Clases 1
A la mañana siguiente el archiduque ya se habia marchado antes del amanecer, según le informó Margaret mientras le servia el te.
Eleanor suspiró mirando por la ventana, el cielo estaba cubierto de nubes y el aire frio entraba por las rendijas, asi que decidió no perder tiempo.
Eleanor: Hoy tambien asistire a las clases de Roland..
Margaret casi deja caer la tetera.
Margaret: ¿nuevamente a las… clases, su alteza?
Eleanor: Por supuesto.. una buena madrastra debe involucrarse en la educación del niño. Ademas, no puede ser tan dificil.
La biblioteca estaba igual que el dia anterior.. ordenada, silenciosa y llena de ese olor a papel antiguo que tanto le gustaba.
Roland estaba en su sitio, tan serio como siempre, con un libro abierto y una pluma en la mano.
El tutor, un hombre delgado de aspecto severo, se inclinó cuando ella entró.
—Su alteza, ¿desea algo?
Eleanor: Si, deseo aprender.. Hoy estudiare con Roland.
Roland levantó la vista lentamente, la observó con esos ojos verdes sin mostrar emoción alguna, y luego asintió.
Roland: Como desee, su alteza.
Eleanor se sentó junto a el, cruzando las manos sobre la mesa, decidida a no parecer una completa inútil.
Tutor: retomemos donde quedamos ayer. Analizaremos los tratados de comercio entre los reinos del norte, y luego haremos una breve traducción del texto original en Dúrnes antiguo.
Eleanor parpadeó.
Eleanor: ¿Antiguo… que?
Roland suspiró apenas audible.
—Durnes, su alteza. Es la lengua en la que se escribieron las primeras leyes de Dunwich.
Eleanor: Ah, claro, si, si, durnes.. Siempre me ha fascinado.
El tutor tosió disimuladamente.
Tutor: Esta del lado contrario, su alteza.. el libro.. si asi, estaba al reves..
Eleanor: Ah, si, lo sabia, solo… probaba su atención..
Roland la miró con una seriedad tan solemne que Eleanor sintió que la estaba juzgando como si fuera un examen viviente..
Tutor: Veamos.. ¿podria leer la primera linea, su alteza?
Eleanor acercó el libro, tratando de descifrar los extraños simbolos.
Eleanor: Ejem… “Lorun faesh… dun… carth…”
Roland: Significa “Todo contrato debe ser sellado ante testigos”
Eleanor sonrió con un toque de vergüenza.
Eleanor: Claro, claro, lo recordaba. Solo estaba… verificando si tú lo sabias. Excelente trabajo, Roland.
El tutor apenas logró contener una sonrisa, y el niño asintió con una formalidad desconcertante.
Despues de media hora de lecciones, Eleanor ya tenia tinta en los dedos, el cabello suelto y la mente hecha un nudo.
Roland, impecable, seguia tomando notas con una pulcritud casi insultante.
Eleanor: Creo que por hoy he aprendido bastante.. no quiero robarle mas tiempo al futuro heredero.
Roland la miró con seriedad.
Roland: Si lo desea, su alteza, puedo prestarle mis apuntes. Estan… mas claros que los suyos.
Eleanor lo observó con una mezcla de orgullo y resignación.
Eleanor: Gracias, pequeño sabio.. prometo estudiarlos… cuando mi cerebro deje de doler.
Mientras salia de la biblioteca, escuchó al tutor decir con tono respetuoso..
Tutor: El joven maestro Roland ha hecho grandes progresos, su alteza.
Y Eleanor, mirando hacia atras, contestó con una sonrisa divertida..
Eleanor: Si, tanto que podria enseñarme a mi tambien a sobrevivir a sus clases.
Margaret la esperaba afuera y, al verla, no pudo evitar soltar una risita.
Margaret: ¿Cómo estuvo la lección, su alteza?
Eleanor suspiró dramaticamente.
Eleanor: He sobrevivido, Margaret, y eso ya es un logro academico.
Esa tarde, Eleanor esperó pacientemente a que Margaret le avisara cuando el archiduque regresara de las minas. Habia practicado frente al espejo al menos tres sonrisas distintas.. una natural, una diplomatica y una “amable pero sin parecer desesperada”.
Optó por la primera, aunque no estaba segura de que saliera bien.
Cuando entró al comedor, la sorpresa fue inmediata.
No solo estaba el archiduque sentado al extremo de la mesa, con su habitual compostura impecable, sino que a su lado estaba Roland, vestido con un traje oscuro y la servilleta doblada con precisión sobre el regazo.
Eleanor: Oh… No sabia que tendriamos compañia esta noche.
Roland se inclinó apenas.
Roland: Los jueves, su alteza, siempre ceno con mi padre..
Eleanor sonrió con ternura.
Eleanor: Que costumbre tan bonita. Entonces, si no les molesta, me unire a ustedes.
El archiduque asintió con educación, aunque la ligera tensión en su mandibula indicaba que le molestaba, pero no iba a decirlo.
La cena comenzó en silencio.
El tintinear de los cubiertos era el único sonido en la sala, junto al crujir del fuego.
Eleanor decidió romper el hielo.
Eleanor: Hoy he asistido a las clases de Roland.. debo admitir que su tutor es un hombre muy… minucioso.
Robin levantó apenas la vista.
Archiduque: Es uno de los mejores de la región. Ha educado a varios jóvenes nobles.
Eleanor: Si, lo noté.. creo que incluso aprendi algo de… durnes antiguo.
Roland levantó la mirada con un brillo curioso.
Roland: ¿Aprendió a declinar los verbos fuertes, su alteza?
Eleanor se quedó en blanco por dos segundos.
Eleanor: Por supuesto.. Aunque prefiero no usarlos en la conversación cotidiana… para no parecer presumida.
El archiduque bajó la mirada hacia su copa de vino, y Eleanor sospechó que estaba conteniendo una sonrisa.
El niño, sin embargo, solo asintió, perfectamente serio.
Roland: Muy prudente de su parte, su alteza..
Eleanor suspiró internamente.
Intentó otro tema.
Eleanor: He notado que las rosas del jardin estan hermosas. Tal vez este fin de semana podriamos… pasear un poco los tres, si el clima lo permite.
El archiduque dejó los cubiertos con suavidad..
Archiduque: Me temo que el sabado debo atender asuntos del consejo. Roland tiene lecciones de equitación..
Eleanor: Ah, claro.. Entonces el domingo.
Roland: El domingo es dia de practica de tiro con arco..
Por un momento, Eleanor los observó a ambos.. tan formales, identicamente imperturbables, y ella en medio con su sonrisa congelada.
Se sirvió un poco mas de vino.
Eleanor: Entiendo.. entonces dejare el paseo para otro dia… quiza cuando el reino entre en tregua y el tiempo se detenga.
El archiduque alzó una ceja.
Archiduque: ¿Disculpe?
Eleanor: Nada, nada.. Solo pensando en voz alta.
El resto de la cena transcurrió en esa extraña mezcla de silencio, formalidad y comentarios sueltos que solo ella parecia disfrutar..
Cuando los sirvientes retiraron los platos, Eleanor suspiró.
Eleanor: Ha sido una cena muy… ilustrativa.. He aprendido que el protocolo de Dunwich no admite pausas ni sobremesas.
El archiduque inclinó la cabeza con elegancia.
Archiduque: Aprecio su compañia, su alteza.
Roland hizo una pequeña reverencia.
Roland: Fue un honor compartir la mesa con usted.
Eleanor sonrió, cansada pero satisfecha.
Eleanor: El honor fue mio, caballeros. Aunque la próxima vez, intentare que alguien diga algo mas que “buen provecho”.
Robin y Eleanor ya no tendrán que esconder lo que sienten y pronto llegarán las bendiciones 😏🤭
Ese rey cómo le gusta fastidiar a Robin 🤬🤬
A Robin se le reinició el Windows y por fin hablo como debió ser desde un principio y dejar culpas, silencios, orgullos tontos /Right Bah!/