Dos secretos destruyen un matrimonio, en secreto ellos vuelven, el secreto para robar el marido fracasa y un secreto para liberarse y ser feliz. Una mezcla de secretos para desenredar un ovilo de lana.
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Un anuncio y una humillación
A los dos días, Drew y la guardia del cuerpo real han llegado a España, ya en el aeropuerto son recibidos por Ulises y Ana. Son apenas las nueve de la mañana, Drew pidió dónde hay un restaurante para poder tomar desayuno. Todos fueron llevados por la pareja a un restaurante no muy lejos del aeropuerto.
Después de desayunar todos reanudan su viaje hasta encontrar el hotel donde todos ellos podrían quedarse, ellos hicieron un contrato de una semana. Ni bien se alojaron, Drew fue con Ulises para hacer el trámite de la anulación del matrimonio de Enrique y Laura. Drew ofreció una buena suma de dinero para que el documento sea hecho y entregado el lunes, para así, el día martes revelar el secreto y llevar a casa la princesa lo más rápido posible.
Los papeles salieron tal y como fue planeado. Enrique ya no tiene por qué estar con Laura, ya no son marido y mujer.
El día martes amanece y Laura está muy ansiosa por dar el anuncio de su embarazo, este sábado se cumplen los dos primeros meses. Ana la observa en secreto, tiene el corazón aplastado de culpa, esta tarde será la última vez que la vea, la última vez que vea a Rodrigo, a su esposo y a todas las personas que ha conocido.
A las doce y cincuenta están casi todos los invitados, cuando llega la pareja; ellos están muy felices de estar juntos, con gran sonrisa y tomados por mano suben a la planta superior y se dirigen a la mesa reservada.
Laura recibe muchos abrazos, besos, buenos deseos y regalos de cumpleaños. En ese preciso momento llegan los Olguín en compañía de Rodrigo. Ahora todos los invitados están presentes, las conversaciones son amenas, todos son servidos con el mejor platillo del restaurante. Enrique y Laura están juntos, él no quiere estar separado de la anfitriona, rompió la regla de la etiqueta. Cuando a todos se les haya servido, Laura se pone de pie y golpea su copa con una cuchara para llamar la atención.
- Con todos los presentes, muchas gracias por venir. Antes que nada, quiero decir que no soy buena para dar discurso, pero haré mi mejor esfuerzo y seré breve para que la comida no se enfríe. En primer lugar, quiero dar gracias a mi esposo por esta linda sorpresa. Estoy muy agradecida con cada uno de los asistentes por aceptar la invitación, así mismo por sus buenos deseos y los presentes. Pero tengo un anuncio que dar – se pone nerviosa – no es fácil, pero – mira a Enrique con una gran sonrisa y luego se su cartera extrae un sobre y del sobe saca un papel con una imagen ampliada de su última ecografía - quiero que vean la imagen. - Mira a Enrique con cariño – pronto seremos tres y este sábado cumplo dos meses.
Enrique movía la cabeza negativamente, sonreía ampliamente y tanta era su felicidad que dejó caer lágrimas, se pone de pie y abraza la cintura de su esposa.
- ¿De verdad seremos tres en siete meses?
- Sí.
Enrique besa a su esposa frente a los invitados, los abuelos están sumamente felices, un nieto en camino, los invitados también desearon los buenos augurios por el nuevo miembro de la familia. Los Olguín saben muy bien lo que se viene, el dolor será intenso, pero debían quedar callados, por educación dijeron hermosas palabras de felicitaciones por el bebé.
El almuerzo fue muy ameno y cuando no Rodrigo y sus chistes. El almuerzo fue muy agradable. A un cuarto para las tres de la tarde, todos dejan el restaurante, la mayoría debe ir al trabajo, pero Enrique se tomó la tarde libre, quiso dar un paseo con su esposa y acariciar la barriga.
El reloj marca las tres en punto, Sara se presenta al restaurante con su invitación y habla con el primer mesero que encuentra y era quién atendió al cumpleaños de Laura. Tenía los últimos platos en mano.
- Joven, disculpe tengo una invitación para las tres.
- ¿A las tres? Debe haber un error, no tenemos ninguna reserva para esta hora. Me disculpa, pero debo llevar estos platos.
- Quiero que alguien competente me atienda. – levanta la voz.
Los comensales la miran mal, esa conducta es muy mal vista, hay muchos turistas comiendo. Un asistente se le acerca.
- ¿Cuál es su inconveniente?
- Que ese mesero es un incompetente. Tengo una invitación para las tres.
- Déjeme ver su tarjeta. – la recibe y la lee – señorita, debe haber un error en su tarjeta, los señores De Aragón y sus invitados estuvieron aquí a la una y salieron a las tres menos un cuarto.
- ¿Usted se burla de mí? – levanta la voz.
- Nadie se burla de usted, los señores De Aragón y sus invitados ya se fueron.
- Oiga ¿No sabe leer? La invitación dice a las tres y usted me va a dirigir a la mesa que Enrique reservó.
- Respetos guardan respetos. – se pone firme – si gusta esperar, pues la acompaño por si no me cree.
Sara sube a la segunda planta y una mesera está retirando los manteles usados por otros limpios y planchados. Una mesera al ver a Sara, la saluda formalmente, pero su saludo es ignorado, no insiste y continua con su labor, separa las mesas, reubica las sillas y una vez terminado se retira no sin antes…
- En breve será atendida, aquí tiene el menú.
- Yo estoy aquí por una invitación, no metas tu nariz dónde un perro no pone el culo para orinar.
La mesera se fue sin decir una palabra para evitar problemas. Por su parte, Sara acomoda su vestido para lucir lo más provocativa posible, mientras que los minutos pasan y nadie que viene a preparar la mesa, es más, los comensales vienen y se van, ya son las cuatro y media de la tarde. Sara está furiosa, ni Enrique ha venido, esto es una humillación, Enrique no tenía por qué hacer esto. Pero al bajar las escaleras balbucea unas frases.
- De seguro Laura mandó hacer una tarjeta e hizo escribir la hora equivocada para hacerme perder mi tiempo, te juro malnacida que me la pagas ¿Cómo pudiste imitar la caligrafía perfecta de Enrique para hacerme esto? Te juro que te mato, ya verás, estarás dentro del cajón antes de que cante el gallo.
Sara está tan furiosa que está más decidida que nunca en poner fin a la vida de Laura y quedarse con Enrique, se siente segura de ganar esta batalla.