Santino es un hombre rico, que casi echa a la basura su matrimonio con el regreso de la tóxica ex novia ¿Podrá Santino salvar su matrimonio?
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Un teléfono sorpresa
Raúl fue a casa de sus tíos, para dejar encargado los postres. Don Honorato lo recibe.
- ¡Oh! Que sorpresa. – estaba muy a gusto con la visita.
-Tío, traigo postres para ustedes, será una humilde cena.
- No debías molestarte.
- Para nada, le dejo los postres, también tengo para mí padres.
- Pasa, yo los llamo, cenaremos como familia.
- Gracias.
Raúl entra con el paquete y lo deja sobre la mesa para saludar la tía y la hermana. Don Honorato ingresa minutos después con los padres adoptivos de Raúl. La cena fue dulce y amena con los chistes ocurrentes de Raúl y de don Honorato.
Raúl y sus padres se fueron muy agradecidos por la cena tan buena. La familia Delgado tenía sonrisa en cara. A don Honorato se ocurrió algo.
- ¡Querida! Se me ocurre hacer cena familiar todos los domingos.
- ¿Cena? ¿De domingo? ¡Ay, no! Desayuno será.
- Pensándolo bien creo que tienes razón. Me gustaría darle trabajo a Raúl en la empresa, pronto voy a necesitar a alguien que haga la administración legal. El abogado que tengo va a iniciar sus trámites de jubilación.
- Suena genial papá. Dile al abogado de tu compañía que entrene a Raúl.
- Pero primero debo hablar con Raúl. Y será este domingo.
Belice está contenta, Raúl por fin tendrá un trabajo estable.
Por otro lado, Raúl les cuenta a sus padres lo que hizo hoy como travesura junto a Santino y su guardaespaldas.
- ¡Ay, hijo! – lamenta papá – ustedes no dejan su adolescencia. Pobre Paola.
- ¿Pobre? Papá ella es actriz porno, cuál pobre. Quiere volver con Santino y ha humillado públicamente a Belice con fotos trucadas.
- ¡Valga Señor Santísimo! – exclama la mamá.
- Por eso he iniciado la investigación, hay que limpiar la imagen de Belice. Ahora quiero revisar el teléfono de Paola.
- Hazlo mañana, hoy es tarde, muchacho. Has tenido mucho por hoy.
- Ya no soy niño, papá. A demás no tengo trabajo, si me levanto tarde nadie me va a descontar sueldo.
- Todavía vives tu adolescencia.
- Los postres son invitación de Santino.
- Pues dile a tu amigo que mucha gracias por el gentil gesto.
Los mayores se van a descansar, Raúl les da la bendición y él se queda sobre el sofá mirando la televisión un rato.
¿Qué fue de Paola? Ella renegó en el baño porque le cobraron cincuenta centavos, y una señora de buen corazón le pagó su entrada al baño. Al regresar se perdió porque los tres cerditos ya no estaban. Ella estaba asqueada de ver cómo comían sin cuidado, y sobre todo Santino. Ella los buscó y su cartera la dejó por ellos, la busca y no la encuentra ¿Cómo regresó a casa? Bueno tomó un taxi, y como no tenía la cartera pues tuvo que pagar la carrera con show. Guío al taxi para que se estacione debajo del gran árbol de la vecina. Al no haber luz debido al abundante follaje, ella pagó el taxi con mucho cariño y con el mejor servicio que pudo dar, pues no dudó que hacerlo dentro a un vehículo menor haya sido poco cómodo. Pero se podría decir que fue muy ingeniosa para llegar hasta su casa.
Santino, por su parte, llama a su médico privado.
- Si, doctor, ese el problema, por eso quiero hacerme un chequeo y análisis completo para descarte de posibles contagios.
- Muy bien, señor Casiraghi, venga mañana a las 7:30 de la mañana en ayunas. Dejaré la orden para que pueda ser atendido. Una vez extraída la sangre pase a mi consultorio para hacer una revisión física.
- ¿Y en cuanto al otro?
- Bueno, mañana te entrego la tarjeta del especialista, le puede llamar y concretar una cita.
- Ok, gracias. Nos vemos mañana.
- Nos vemos mañana que descanse.
Santino colgó la llamada, y jugaba con los patuquitos que le llegaron a casa por la tarde. Sus ojos están fijos en esos patuquitos, su mirada es triste.
Al día siguiente, Santino se fue temprano para hacerse sus análisis y chequeo médico, y Raúl está revisando el celular de Paola, con la ayuda de un adaptador, exporta todos los archivos existentes del equipo a su laptop.
Después de esperar a que descarguen todos los archivos, inicia con la búsqueda de información relevante y está descubriendo muchas fotos comprometedoras, mensajes de texto muy delicados, mensajes de chats, agenda telefónica extensa. Hay mucho que revisar. Empieza por el historial de llamadas y encuentra el número de teléfono del estudio fotográfico. Investiga un poco, verifica el número de teléfono y lo copia, luego copia la dirección y va de manera personal.
- Buenos días, caballero ¿En qué le podemos ayudar?
- Buenos días, señora. – presenta su carné de abogado – estoy haciendo unas investigaciones en contra de Paola Cisneros, dígame ¿Ella ha solicitado de su servicio?
- Si digo la verdad y con pruebas ¿No me pasará nada?
- Sí colabora con la justicia honestamente, nada pasará. – Raúl calma a la señora.
- Pues mire, señor. La señorita Paola hace muchos problemas, le gusta poner sus condiciones y hasta amenaza.
- De modo que, usted es víctima de maltrato verbal.
- Sí, le voy a presentar el cuaderno donde me hizo anotar todos los cambios según la foto.
- ¿Podría llevármelo para obtener una fotocopia?
- ¿Me lo va a devolver?
- Por supuesto señora.
- Siempre en una investigación debe haber original y copia.
- ¡Ah! Disculpe, eso no sabía. Ahora se lo traigo.
A los escasos minutos la señora entrega el cuaderno, Raúl examina a grandes rasgos los tipos de cambios según la foto.
- Veo que la señorita exigía muchos cambios.
- Sí, y nos daba muy poco tiempo. Para que el montaje este bien hecho, como sabe este tipo de trabajo necesita su tiempo.
- Lo sé, señora, es un trabajo de alta precisión, y sí que toma tiempo.
- En un cajón tengo las fotos originales ¿Le gustaría verlas?
- Sí, claro.
Al recibir las fotos se ha dado cuenta que el rostro de Santino fue cambiado por otro. Al terminar de revisar las fotos pidió la hoja de contrato del servicio.
- Aquí está la original y copia. La señorita la dejó, no sé por qué.
- Estrategia para no dejar evidencia de falsificar fotos. La señorita pensó que hizo un juego inteligente, pero mire no más lo rápido que se descubrió todo.
- Pues muy rápido ¿Verdad?
- Señora, he observado muchas fallas en su montaje.
- Como le dije señor, ella ponía condiciones y una de ellas era la fecha de entrega, ha dejado poco tiempo.
- Ok, me está diciendo que los montajes salieron con fallas por falta de tiempo.
- En el contrato original le escribí quien un plazo de 20 días mínimo se haría la entrega.
- 20 días mínimo. - enfatiza para quedar claro.
- Sí, aquí le muestro el primer contrato.
El papel llega a manos de Raúl y hace la comparación de la fecha de entrega del encargo.
- Pues sí, hay un cambio con las fechas.
- Y con cinco días menos, el trabajo no puede terminarse como se debe, cada foto tenía muchas modificaciones que hacerse. Tengo otros clientes que atender.
- Entiendo señora. Una pregunta ¿Hasta qué hora atiende?
- Hasta las seis.
- Bien, haré lo posible por volver en la tarde. Vendré con una de las víctimas del fotomontaje.
- Está bien. Le espero.
- Buen día.
- Buen día, señor.
Raúl fue a ver a Santino y contarle lo que descubrió está mañana. En cambio, él recibió el informe del peritaje de las fotos, cada foto con su informe de todos los retoques que tenía. Por lo tanto, preparó todo para ir al lugar después del almuerzo.