Beatrice es la hija de una joven venezolana de clase alta que fue excecrada de su familia por salir embarazada de un joven extranjero a quien consideraban que no estaba a la altura de su status social. Ella creció sintiendo resentimiento por el hombre que la enjendró y cerró su corazón al amor, su único objetivo será vengarse de quienes condenaron al dolor y la desidia a su madre.
Davide es un turista italiano aventurero que queda prendado de la belleza de Beatrice y se plantea conquistarla para una aventura, sin saber que un accidente uniría de distintas formas su destino.
Vendetta es la confluencia de distintos aspectos de la vida, traición, dolor, sentimientos de venganza y amor, con un punto muy común en la sociedad venezolana y que muestra la realidad de dos culturas que a lo largo de la historia han interactuando.
¿Habrá una verdad oculta en su origen?
¿Conseguirá el italiano la atención y el amor de la venezolana?
¿Hasta donde los llevará la venganza?
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Papá
... Sicilia, la tierra de la nonna, aquí estoy, finalmente acepte la propuesta de trabajo pero con la condición de firmar un contrato de opción a renunciar sin lo creía conveniente porque sigo desconfiando, nunca mi vida fue fácil y ahora se presentan las cosas así, por lógica me hacen desconfiar.
Llegamos a una villa hermosa, pensé que sería una mansión por la cantidad de dinero que se ve que tienen, pero parece que son del tipo más reservado, me asignaron una habitación cerca de los señores y Davide, tiene una vista hermosa del Mediterráneo.
... llegó la hora de la cena y me dirijo al comedor cuando escucho al señor decirle a los empleados que deben atenderme como a cualquiera de ellos y que tengo en la villa a la misma autoridad que él, esto no me está gustando, creo que fue una mala idea seguir el consejo de Majo ¿y si son traficantes? ¿y si detrás de esa cara hay un depravado? ¡Dios ayúdame! si hoy no tengo respuesta mañana me marcho de esta casa, mejor que digan aquí corrió que aquí murió.
Durante la cena el ambiente estaba tenso, mis adorados raviolis no los pude disfrutar, pero el punto de tensión mayor fue cuando la señora Chiara le dice a los empleados que a partir de este momento no se recibe a nadie sin excepción.
- Vamos al estudio debemos hablar - dice el señor de la casa y los cuatro nos dirigimos al lugar una vez dentro Davide sirve un whisky y se lo entrega a su padrastro, Chiara se sienta al lado de su esposo y en un sofá de 2 plazas nos sentamos Davide y yo.
- Primero que nada quiero que sepas qué te queremos en nuestras vidas y cuentas con nosotros en todo momento - dice la italiana y yo sigo sin entender, estoy nerviosa - sé que eres de naturaleza desconfiada y está bien.
- Es que cuando la limosna es mucha - interrumpe el señor terminando el refrán
- hasta el santo desconfía, jajaja ¡ay mi Alma hasta los refranes! al escuchar el nombre de mi madre mis alarmas se dispararon, intenté levantarme pero Davide me aprisiona entre sus brazos y Chiara se acercó a mí diciendo.
- Mi niña toda moneda tiene dos caras, escucha la otra parte de la historia - ahogada en llanto le digo
- No, usted no es Virgilio Occhipinti ¿verdad? usted no puede ser el causante de las desgracias de mi madre - el hombre maduro que tengo enfrente solo asiente y sus lágrimas se escapan - tú la abandonaste, te la llevaste a la cama con promesas que no cumpliste, Tú también eres culpable de su muerte - la rabia y el dolor me invaden al fin tengo frente a mí a quién me engendró - me voy no tengo nada que hacer aquí.
- figlia (hija)
- ¡NO ME LLAME HIJA!
- Beatrice, - me habla la mujer de mi padre - escucha tu padre y después decides.
- Él no es mi padre, por su culpa mi madre fue expulsada de su familia, por su culpa mi madre vivió en la calle conmigo en su vientre, por su culpa limpio pisos para darme de comer, por su culpa mi madre sufrió y está muerta.
- ¿Y tú crees que la única que sufrió fue ella? - me dice enérgicamente la mujer - él no la abandonó, a ellos lo separaron - con esas palabras sentí que perdí la batalla Davide no me suelta y Virgilio derrama lágrimas en silencio.
- Está bien - digo tratando de calmarme - te escucho pero solo tú y yo - y señaló a madre e hijo - sin tus abogados defensores - camino hacia el bar, veo una botella de Gran Duque de Alba y me sirvo un brandy que tomo de un solo trago, necesito calmarme de alguna manera -te escucho - digo mientras me sirvo el segundo.
- Cuando yo conocí a mi Alma tenía 20 años, nunca me gustó ostentar y sus padres creyeron que era un inmigrante más sin estatus por lo que nunca pensaron que yo estaba la altura de su hija - hace una pausa y desvía la mirada al ventanal - a mí no me importaba sólo quería a Alma conmigo y así estuvimos un año, amándonos cada día más, un día mi padre me pide que regrese urgente quería arreglar un matrimonio con una italiana y vine a dejar en claro que sí me casaba pero con Alma, pasaron dos meses y regresé a casa de tus abuelos, ellos me dijeron que ya se había casado y abandonado el país con su esposo -da un sorbo a su whisky - la busqué, quería una explicación, pero nadie sabía nada de ella, regrese a Italia derrotado cerré mi corazón pero con ella dentro.
- ¿Y Chiara? - pregunto
- Esa es otra historia que te cuento después.- responde.
- Pero mi mamá te escribió -le dije.
- Si dos veces, pero no recibí las cartas sino hasta hace un mes y pase más de 15 días dándome valor para abrirlas, no descubrí la verdad hasta hace un par de semanas y volé directo a Venezuela por ti y mi Alma pero una vez más llegué tarde - dice derrotado
-¿Por qué no recibiste antes las cartas?
- La primera mi padre la escondió para que no la buscara y me casara con una italiana, pero cuando llegó la segunda carta decido entregarme las 2, aún no sé porque - mis lágrimas no dejaban de salir
- ¿Qué decían las cartas?
- La primera -en su rostro se dibuja una sonrisa - era dándome de regalo de San Valentín la noticia de su embarazo, suspira y su sonrisa se borra - la segunda despidiéndose y pidiéndome que te buscara y nunca te desampare.
- ¡Dios mío qué injustos!
- Sí hija pero, tú eres la prueba del amor más grande que puede existir mi Beatrice - no aguanto más y me lanzo a sus brazos y sólo digo - papá -es entonces cuando su abrazo se hace más fuerte, así permanecimos no sé por cuánto tiempo hasta que una duda me hace preguntar
- ¿Por qué si estabas en Venezuela la señora Chiara no te pidió que tramitaras el traslado de Davide?
- Ella no me avisó, no quería que detuviera tu búsqueda; sin embargo, fue ella quien descubrió que eres mi hija y decidió retenerte hasta que nos encontráramos, yo no sabía que estabas aquí, solo que Davide había tenido un accidente, pero cuando te ví en el hospital y ella me dijo quién eres no pude evitar llorar, no había dudas, mira - saca su teléfono y veo en la pantalla mi fotografía...
Salimos del despacho abrazados y la alegría se dibujó en los rostros del italo-insoportable y su madre, suelto a mi padre y abrazo a Chiara dándole las gracias.
- Dale las gracias a tu madre, ese angelito fue el que movió los hilos para que estuvieras aquí.