Luca pierde la cordura en un viaje de trabajo por California, al cruzarse en su vida con una joven mujer.
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Capitulo 16
Luca y Zhavia estuvieron recostados un momento más, en el que solo se relajaron y se quedaron en un abrazo. A Luca eso le parecía raro, ya que no solía hacer eso cuando tenía sexo casual, pero aquello se siento tan cómodo que no opuso resistencia y solo se dejó llevar. En un momento Zhavia se alejo.
- Deberíamos levantarnos.
- Si, de acuerdo - Le respondió Luca, y se levantó de allí. Ambos se cambiaron y salieron del cuarto, antes de hacerlo Luca la tomo por el brazo y la atrajo a él y la beso, un beso suave y tierno. Zhavia lo correspondió y luego le dió una alegre sonrisa.
Subieron al auto de Luca y se dirigieron a una farmacia, donde ella compraría las pastillas del día después. Encontraron una y Luca le dió el dinero.
- Quieres qué te acompañe?.- Le dijo él.
- No está bien, entro y salgo, no me demoró.- Él solo asintió y se quedó en el auto. Le extraño la normalidad con la que ella hacia esto. No pudo evitar pensar si era algo normal en ella, si era su forma de actuar siempre. Pensó que quizás luego debería hacerse unos análisis. Un largo suspiro lo abandonó y se dió cuenta de que allí estaba nuevamente con sus prejuicios. Tenía tantas chances de contraer una enfermedad de ella, como ella de él. Él había tenido sexo casual sin protección en alguna ocasión, no era algo normal en él, pero aveces se dejaba llevar por la pasión, aunque sus estudios anuales demostraban que tenían una buena salud. Mientras estaba perdido en éstos pensamientos, Zhavia se acercó al auto.
- Listo, toma el vuelto.- Y ella extendió la mano dejando plata en la suya. Él la miró algo sorprendido por aquella actitud, y dejo el dinero en la guantera.
- Yo.. debo irme, te dejo en tu casa..está bien?.- Dijo Luca algo nervioso esperando la reacción de Zhavia.
- No, puedes dejarme en el mercado de aquí a tres cuadras? Debo hacer unas compras - Él se sorprendió pero le dijo que si. No podía evitar la sensación de sorpresa ante el total estado de relajación que ella mostraba. Acababan de tener sexo..y no cualquiera, uno muy salvaje, donde ambos dos lo dejaron todo. Y ella solo pensaba en ir a hacer las compras de la semana. Pensando en todo ésto llegaron al mercado, Zhavia lo saludo con un beso en la mejilla y se bajó del auto, antes de entrar al mercado, un chico la saludo en la vereda y un cajero la saludo una vez que entro. Luca no pudo evitar pensar que ella era algo popular entre los chicos, o al menos con los chicos de su barrio.
Salió de allí y fue rumbo al hotel, estaba cansado, se dió una ducha y durmió algo. Le dolía todo el cuerpo, los músculos, como si hubiese entrenado muchas horas, y no pudo evitar una sonrisa al pensar que después de todo, si había sido ejercicio el que hizo. Se recostó un momento en la cama y no pudo evitar ver flashes de lo que fue esa tarde con Zhavia. Cerraba los ojos y la veía a ella, su cuerpo, sus manos acariciando su cuerpo, era un recuerdo tan vívido que le parecía sentir su tacto, sentir su piel. Un golpe en la puerta lo sacó de ése estado de ensueño. Al abrir, era Bruno.
- Hey hermano, donde estuviste hoy? Te buscamos con Fabrizio y no te encontramos. No estabas en el hotel?.
- No, tuve que salir. Qué pasa?.- Dijo Luca queriendo cambiar de tema.
- Vamos a salir hoy, como siempre, vienes?.- Le pregunto Bruno y Luca dudo pero pensó que lo mejor era salir y conseguir otra mujer, para demostrarse a sí mismo que lo de Zhavia fue solo sexo casual y nada más.
- Si, de acuerdo.
- Bien, a las 00 abajo en el lobby.- Le dijo Bruno y salió de la habitación.
Luca se quedó ojeando algunas cosas del proyecto de casas sustentables, cuando estuvo cerca de la hora se alistó y bajo. Allí lo esperaban Fabrizio y Bruno que fumaban un cigarrillo afuera. Él salió, Bruno le pasó el cigarrillo y luego de unas pitadas los tres hombres se subieron al auto de Luca. Fueron a la discoteca que iban siempre. Era una de las más top y solicitadas de San Francisco. Solían ir muchas celebrities, estaban allí, ocupando su reservado vip, cuando se acercó una bella rubia, ellos ya se encontraban con compañía femenina, pero jamás rechazaban a nadie, así que la rubia se acercó. Una de las chicas de la mesa la reconoció, era una modelo de Victoria's Secret, ellas estaban que no lo podían creer. Bruno estaba encantado de que una bella y famosa modelo sé acercara a ellos, Fabrizio siguió con la morena con la cuál estaba sin prestar mucha atención, él no era muy de las rubias, y Luca estaba con una morena muy hermosa, pero su cabeza seguía pensando en esa tarde, por más que quería no podía dejar de pensar en ello. La rubia paso decidida y se sentó al lado de Luca, fue claro que él era su objetivo. Cuando la morena que ya se encontraba con él la vió, quiso comerla con la mirada, quería matarla. Luca no presto mucha atención, hasta que la rubia le hablo.
- Me invitas un trago hermoso?.- Le dijo ella toda coqueta, cruzando sus piernas largas y bronceadas, que quedaban totalmente expuestas debido a su diminuto vestido.
- Si claro, como no invitar a tan bella dama.- Le dijo él algo risueño. La morocha estaba que se prendía fuego del odio que cargaba.
- Y como te llamas?.
- Luca y tú?.
- Rome, de dónde eres? Ese acento no es de aquí.
- No, soy de Italia, estoy por negocios.
- Wow, italiano..es cierto lo que dicen? Son tan pasionales en la cama?.- Ella era realmente directa.
- Eso se dice por aquí?.- Ella se mordió su labio inferior y asintió coqueta.- Bueno, debo decir que si, pero quizás debas comprobarlo tú misma.- La rubia le sonrió toda sensual, la morocha que venía escuchando todo, estaba que explotaba de furia, en ese momento estaba siendo más ignorada que un cero a la izquierda, cuando minutos antes era la que tenía todo la atención.
En un momento de la noche, Luca se aparta con aquella bella modelo, y siguen hablando cosas en doble sentido, un poco de esto y un poco de aquello. Pero él ya no pudo, por mas que quiso, no pudo seguirlo, se disculpó y se marchó. Todo ese tiempo lo había estado haciendo para mostrarse que podía estar con otras mujeres, que lo de Zhavia solo fue sexo casual, que no se iba a volver a repetir nunca más, jamás! Se dijo a sí mismo mentalmente una y otra vez, y así y todo no pudo sostenerlo. Ni con la bomba morena, ni con aquella belleza rubia, él solo quería irse de ahí para tener a Zhavia nuevamente meciéndose sobre él, sobre su virilidad, estar dentro suyo nuevamente y quedarse allí. Solo quería su cuerpo, sus besos, sentir su piel. Ninguna otra mujer. Es solo por esta noche, pensó para sí mismo, pero en el fondo sabía que eso era mentira, no era solo por esta noche.