Renací en la época antigua... en un mundo mágico... así que salvaré a mi protagonista favorito.
El mundo mágico también incluye las novelas:
1) Cambiaré tu historia
2) Una nueva vida para Lilith
3) La identidad secreta del duque
4) Revancha de época
5) Una asistente de otra vida
6) Ariadne una reencarnada diferente
7) Ahora soy una maga sanadora
8) La duquesa odia los clichés
9) Freya, renacida para luchar
10) Volver a vivir
*** Todas novelas independientes ***
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Conversación 1
El conde espero hasta la noche y entro a la mansión, no le fue difícil, porque básicamente no había seguridad… recorrió la cocina, paso por fuera de las habitaciones de los trabajadores, el comedor e incluso encontró la habitación en la que Kayla trabajaba con la obsidiana.
[¿ha estado trabajando aun en su estado?]
El conde subió las escaleras y se encontró con la habitación principal…
[¡dioses! estoy temblando]
El conde escuchó ruidos y se escondió de inmediato detrás de un mueble… al verla bajar la escalera… su corazón latía fuerte en su pecho… allí iba la mujer en quien pensaba a diario, con una bata oscura y un enorme vientre, sus ojos celestes miraban el piso con cautela en cada peldaño y su cabello oscuro, ahora estaba mas corto… de espalda, no parecía estar embarazada…
El conde espero a que ella volviese a su habitación… y botó el aire que no sabia que estaba conteniendo…
[mi esposa y mi hijo están ahí… tan cerca, pero tan lejos… mañana vendré… debo preparar todo]
Esa noche Saul Adams casi no pudo dormir. Se levanto al amanecer y fue a comprar cientos de cosas...
[¿como lo hago? si voy ahora y me rechaza... Y si le escribo primero... O mejor... dioses esto es tan difícil]
Finalmente, el conde se armó de valor y llevo todas las cosas que había comprado.
[espero que me reciba, recuerdo que le gustaba la fruta fresca]
El Conde llenó un carruaje y se dirigió hacia la casa Ward.
No se cambió de ropa por lo que su vestimenta era similar las personas de reparto. Cuando llegó a la mansión, en la entrada, apareció un señor, él ya lo había identificado como la persona a cargo de los caballos.
- buenas tardes
Conde: buenas tardes,
- por favor deje esto aquí, yo le avisaré a la señor
Conde: voy a entrar a dejar algunas cosas dentro
- claro, por la puerta de servicio
Al entrar, se encontró con las dos mujeres, pero para ninguna de las dos fue sorpresa que llegaran cosas a la mansión, asumieron inmediatamente que venían desde el palacio o desde del ducado Scott
Conde: Esto se lo tengo que entregar directamente a la señora
- claro, por favor espérela, la llamaré enseguida
El Conde se movió hasta el salón, no entró, pero su corazón en ese pasillo latía tan fuerte, que se volteó hacia la pared, poniendo la mano en su pecho... de pronto escuchó pasos y la voz que tanto anhelaba escuchar, lo saludó cordialmente
Kayla: Buenas tardes ¿me buscaba?
El Conde respiró profundo, botando la respiración contenida y se giró lentamente para verla... los ojos de Kayla sorprendidos lo miraban de arriba a abajo, sin poder creer lo que veía
Kayla: Conde ¿Qué estás haciendo aquí?
Las mujeres a su lado se sorprendieron, al ver un hombre tan humilde ser llamado Conde, sin embargo, se alejaron hacia la cocina, aún manteniendo una distancia prudente, en el caso de cualquier cosa...
Kayla: Respóndeme ¿Qué estás haciendo aquí?
Conde: finalmente, te encontré finalmente, puedo mirarte a los ojos
El Conde intentó tocar su rostro, pero ella se movió de inmediato...
Kayla: señoras estaré en la cocina, por favor continúen es lo que estaban
La tranquilidad de Kayla generaba dolor en el Conde, se había aprendido tan bien la carta que ella le había escrito a la duquesa, sentía que no podía con ese silencio
[realmente ahora para ella ya no significo nada... esa indiferencia es porque realmente me ha olvidado, nunca pensé que esperaría que me gritara, a que me mirara de esa forma]
Kayla con una seña, le hizo un gesto para que la siguiera y él camino tras de ella, hacia la oficina, una habitación pequeña con algunos libros y algunos documentos sobre una vieja mesa, Kaila llevaba una mano en su vientre pero su mirada era fría, no había rastros de esa mujer que se había ido hace varios meses de la casa Adams.
Kayla: aún no me respondes ¿Qué estás haciendo aquí? Conde: yo necesitaba hablar contigo, contarte cómo fue todo... pedirte perdón...
Kayla: si me vas a decir lo mismo que escribiste en la carta, no me interesa... ahora solamente estoy concentrada mi hijo
Conde: Kayla también es mi hijo
Kayla: lo sé... ¿vienes a hablar sobre eso?
Conde: ¿Cómo?
Kayla: si tu intención es estar aquí y que yo escuche las mismas excusas y disculpas que escribiste antes... por favor vete... si quieres hablar acerca de mi hijo, te escucho
Conde: yo te quiero a mi lado... Kayla: eso no es posible, si solo a eso viniste, por favor, retírate.
Conde: Kaila viajé hasta acá para verte... yo...
Kayla: yo no te lo pedí, ni siquiera quiero que estés acá... Conde: Kayla por favor
Kayla: Conde por favor, si va a insistir en lo que hubo entre nosotros, por favor, retírese... insisto... si quiere hablar sobre mi hijo, lo escucho
Conde: bien hablemos sobre nuestro hijo...
Kayla: bien, te escucho...