Kael Walton no fue criado, fue forjado, desde niño conoció más el frío del abandono que el calor de una familia. A los quince años quedó huérfano, y su refugio fueron las calles, los trabajos mal pagados, y los silencios largos que solo entienden los que han sobrevivido más de lo que han vivido.
El ejército le dio estructura, disciplina, y una nueva identidad: soldado, protector, fantasma. A los 25 años, pensó que había encontrado la única guerra que valía la pena luchar: el amor. Pero la felicidad duró poco. Su esposa fue asesinada por un mafioso al que todos temían, excepto Kael. Desde entonces, el amor quedó enterrado junto a ella.
Años después, en medio de una misión de venganza donde logran su cometido, cuando al fin reina la paz para el solo era el inicio de un caos y encanto, llamado Nadia Drake.
Podrá Nidia Alojarse en el corazón de Kael?
NovelToon tiene autorización de Arianna Subero para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 14
... EL AHIJADO...
La noche estaba más fría de lo habitual, un viento suave barría las calles de Nueva York mientras Kael caminaba por los callejones menos transitados del barrio de Chelsea, vestía de negro, mezclándose con las sombras como había aprendido en sus años de operaciones especiales.
Habían pasado apenas veinticuatro horas desde su irrupción en la cena de Nadia y aún podía recordar la decepción en su mirada, no había dicho nada, pero su silencio hablaba más que mil palabras.
"¿Qué sientes, Kael?"
Esa pregunta le retumbaba en la cabeza desde entonces.
Pero ahora no podía permitirse pensar en sentimientos, porque algo estaba mal, muy mal y su instinto nunca fallaba.
Había algo en Luca Santorini que no encajaba. Esa perfección impecable, esa sonrisa pulida, cada gesto calculado, cada palabra medida.
Nadie es tan perfecto sin ocultar algo y Kael sabía cómo leer a los hombres como él.
Lo había visto antes, demasiadas veces.
Isaac un ex compañero de Kael, le había enviado la información prometida, pero incluso él admitió que no había mucho que rascar.
—Luca Santorini — leyó Kael en la pantalla de su laptop —.
Veinticinco años. Estudió en Oxford, máster en Derecho Internacional, trabaja como consultor financiero en varias organizaciones de seguridad, viajero frecuente. Donaciones generosas a fundaciones benéficas.
El perfil de un santo o de alguien que se esconde detrás de una máscara perfecta.
Pero hubo un detalle que le llamó la atención: los viajes frecuentes a España… particularmente a una ciudad que conocía bien: Sevilla.
No era la ciudad en sí lo que disparó su alarma, sino el recuerdo, El Español. Así lo llamaban en los informes militares y en los archivos de inteligencia.
El mafioso que había destruido su mundo, que había matado a su esposa y a su hija por nacer, un hombre que ya no vivía para pagar por sus crímenes.
Kael entrecerró los ojos. ¿Podía ser posible? ¿Luca… tenga alguna relación, algún lazo con el español?
No había pruebas claras, pero algo le decía que sí.
A la mañana siguiente, Kael fue a visitar a un viejo contacto: Luis Robles, exagente de inteligencia hispano retirado que debía varios favores.
Lo encontró en una cafetería modesta del Bronx, leyendo el periódico y tomando café como si no cargara con décadas de secretos en la espalda.
—¿Cuánto hace que no me pides un favor, Walton? — preguntó, sin apartar los ojos de la taza.
—Diez años, más o menos.
—Entonces debe ser algo jodidamente importante.
Kael no perdió el tiempo.
—Necesito saber si Luca Santorini está vinculado con Marcos Calderón, alias El Español.
Luis levantó una ceja, sorprendido.
—Creí que ese bastardo estaba muerto.
—Lo está. Pero quiero saber si dejó hijos, algún aliado, ahijado, si uno de ellos está en Nueva York.
Luis respiró hondo.
—Por lo que sé, Marco tenía un ahijado… lo quería como un hijo. Proviene de un político corrupto. Se dice que ese ahijado se llegó a esconder bajo el poder de El Español.
—¿Y si ese ahijado tomó otro nombre?
—¿Tú crees que Luca es…?
—No lo sé, pero mi instinto me dice que sí, y… Nadia la mujer que amo, Ella está demasiado cerca de él.
Luis guardó silencio, Luego sacó una vieja libreta de contactos y la hojeó como si estuviera abriendo un grimorio.
—Dame un par de días, si ese chico tiene vínculos con Marcos, alguien en Europa lo sabrá, especialmente los antiguos socios del español. Aunque… no van a hablar gratis.
—Diles que les doy algo mejor que dinero: puedo darles un periodo de inmunidad en la ruta que escojan.
Luis asintió.
—No me gusta, si ese tipo está aquí por venganza… y está cerca de la hermana de Ethan… esto no va a terminar bien.
Kael lo sabía, no podía dejar que el pasado lo alcanzara, no otra vez.
...****************...
Dos días después, Kael recibió una llamada en medio de su entrenamiento, corrió al auto, se subió con el corazón bombeando más por ansiedad que por esfuerzo físico.
—Habla — ordenó, sin saludar.
—Confirmado, Luca Santorini, es en realidad Luca Sotelo, Ahijado de Marcos Calderón el español, Hijo de Leopoldo Sotelo. Cambió de identidad tras la caída de su padre y padrino. Tiene contactos en Europa del Este, acceso a cuentas fantasmas y una red de exsocios de su padre que aún lo respaldan.
Kael apretó el volante.
—¿Motivo para estar en Nueva York?
—Venganza, rumores indican que culpa a Ethan Drake y… a ti, por la muerte de su padre y padrino. Cree que ambos lo "ejecutaron sin juicio". Y según nuestras fuentes, cree que la manera más efectiva de dañarlos… es a través de Nadia.
Kael no necesitó escuchar más, cortó la llamada, su corazón latía con furia. No solo por la amenaza, sino porque él la había dejado sola, justo cuando más lo necesitaba.
...****************...
Nadia, por su parte, seguía intentando enfocarse en su trabajo, pero algo en su estómago no dejaba de revolverse desde aquella cena con Luca.
Había algo… incómodo en su forma de mirarla, como si supiera más de ella de lo que ella misma entendía.
Y Kael, siempre Kael, se había ido... otra vez y aun así, cada vez que cerraba los ojos, lo veía.
Sus ojos intensos, su manera de hablarle como si la conociera de antes, como si pudiera leerle el alma y esa noche, fuera del restaurante…
¿Qué sientes, Kael?
Ella estaba empezando a hartarse de no saber la respuesta, esa noche, alguien tocó a su puerta, cuando abrió, lo encontró a él, a Kael.
Ojeras marcadas, mandíbula tensa, un aire distinto, algo serio.
—¿Podemos hablar? —preguntó.
Ella dudó, pero abrió la puerta, Kael no entró, se quedó en el umbral.
—Estás en peligro, Nadia.
Ella frunció el ceño.
—¿Por qué?
—Porque Luca… no es quien dice ser.
—¿Y tú sí lo eres? —replicó, molesta.
Kael cerró los ojos, conteniendo la reacción.
—Estoy hablando muy en serio, Luca es ahijado de Marcos Calderón, El español.
Silencio.
Nadia sintió que el mundo se detenía por un instante.
—De… ¿El Español?
Él asintió.
—Lo ocultó muy bien, cambió de nombre, red de protección europea, nadie sabe nada oficialmente, pero yo tengo pruebas.
—¿Y qué quiere?
Kael la miró directamente a los ojos.
—Quiere venganza, contra Ethan, contra mí y tú… eres el camino más fácil.
Ella se quedó quieta, procesando toda la información.
—¿Y tú? —preguntó finalmente—. ¿Por qué me dejaste sola?
Kael no respondió de inmediato.
—Porque pensé que si me alejaba… te mantenía a salvo.
—¿Y ahora?
—Ahora sé que te puse en más peligro.
Nadia respiró hondo.
—Entonces quédate y enfréntalo conmigo.
Kael dio un paso al frente, sus ojos brillaban de emociones contenidas.
—No te imaginas cuánto lo deseo, pero aún no puedo prometerte el final feliz que mereces.
—No quiero un final feliz, quiero verdad, quiero honestidad.
Kael alzó la mano, la rozó con los dedos, apenas. Una caricia mínima, pero tan intensa que a ella le temblaron las piernas.
💜💜💜💜💜💜💜
Gracias por leer esta novela, gracias por apoyar con sus 👍, sus 🎁, sus votos y comentarios.
que decepción
así me gusta que no tengan tantos capitulos 💯