Unidos Por La Luna

El portazo resonó en la casa como un trueno, Santiago arrastro a Williams hasta la sala y lo tira en el sillón. Verónica seguía llorando atrás de ellos, sus sollozos apagados por la rabia que dominaba el momento.

Williams aturdido, miraba a su padre con incredulidad, no entendía por qué su padre estaba furioso, porque había sido sacado del hospital sin explicaciones.

Santiago se paró frente a él, su rostro desencajado, su aura imponente daba miedo.

---¿quién es el padre?,--- pregunto su tono era de furia

--- No entiendo, --- respondió Williams con confusión en su rostro

Santiago largo una risa seca, llena de rabia y amargura mirando a su hijo. Dio un paso hacia delante, y ahí vino el primer golpe, fue tan rápido y fuerte que no le dio tiempo a Williams de protegerse.

--- te refrescaré la memoria, eres un maldito hermafrodita, y estás embarazado, ¿quién es el padre?, te juro que no volverá a ver la luz del día,--- rugió Santiago mirando a su hijo

Las palabras de Santiago fueron como un balde de agua fría para Williams, recuerda los momentos que vivió con Gastón, en su mente piensa un hijo de nuestro amor, ¿será posible?.

Instintivamente, lleva una mano a su vientre, eso desata la furia de Santiago.

--- No te atrevas,---- dice Santiago, levantó su pie y le propino un fuerte golpe al abdomen del chico.

El dolor fue insoportable, Williams se encogió en el suelo, se dobló tratando de proteger su abdomen, mientras su padre le da golpe tras golpes.

--- déjalo, vas a matarlo,--- grita Verónica mientras llora sin saber qué hacer.

Susana la pequeña hermana de Williams, al escuchar los gritos, bajo las escaleras corriendo, su rostro horrorizado al ver a su hermano en el suelo siendo golpeado brutalmente.

--- Déjalo!!!,--- grita la niña, que va hacia su padre.

Sin que Santiago pueda hacer nada, Susana lo mordió con todas sus fuerzas.

--- mocosa, vete a tu habitación, --- grita Santiago empuja a su hija que cae.

Susana se coloca adelante de su hermano, con sus brazos entendidos,--- lo voy a proteger, ---

Santiago nota determinación en la mirada de su pequeña hija, --- iré al estudio, cuando salga no quiero verlo en mi casa,---

Verónica corre hacia su hijo que estaba perdiendo el conocimiento por el dolor.

--- mamá, hay que llevarlo al hospital, --- dice Susana

La mujer carga a su hijo como puede, con la ayuda de su hija, lo meten en el auto, Verónica conduce a un hospital público, al llegar.

--- Susana quédate en el auto,--- dice Verónica, baja del auto, llegando a emergencia, antes de entrar coloca los documentos de Williams en su bolsillo, con una tarjeta y una nota.

Va al mostrador,--- por favor encontré a este chico golpeado,----

Williams estaba algo consiente al escuchar las palabras de su madre, no pudo evitar esas lágrimas, tristeza y angustia, porque sabía qué su madre lo estaba dejando.

Cuando Williams fue ingresado, Verónica se va del hospital, llegando a su auto, la mirada de desconcierto de Susana y ve a su madre llorar, al arrancar el auto, la pequeña mira por la ventana, en su pequeña mente, hermano te voy a buscar, creceré grande y fuerte, vendré por ti y mi sobrino.

En el hospital atienden a Williams, cuando preguntaron por sus padres, dijo que era huérfano, sin hogar.

La enfermera no le creyó, pero no hizo preguntas, cuando el médico vuelve a entrar con la noticia que desarmo por completo a Williams.

--- joven lo siento mucho, su bebé no soporto los golpes, debido a esos golpes usted no podrá volver a embarazarse, lo siento, --- dijo el médico

Esa misma noche, antes sé que servicios sociales llegara al hospital, Williams se fue, tomó un taxi hasta la estación de autobuses, donde paga un boleto a Nueva Jersey.

Williams sube al autobús aún adolorido, sus hematomas empiezan a ser visibles en su rostro, cuatro horas veintisiete minutos duro el viaje, al bajar del autobús busca un taxi y da la dirección de Gastón.

El chico no ha sabido de Gastón en semanas y ahora no tenía su teléfono con él, suspira al tocar el timbre del apartamento de Gastón, en su mente buscaba las palabras para darle la noticia de la pérdida del bebé.

Cuando la puerta se abre una chica, con un cuerpo escultural, solo lleva puesta una remera, Williams sabe que es de Gastón.

--- creo que me equivoque de apartamento,--- dice Williams

--- amor, ¿quién es?,--- la voz de Gastón sonó desde atrás de la joven, al llegar a la puerta queda pálido al ver a Williams.

--- disculpen me equivoque de apartamento, --- dice Williams, sale del edificio completamente destrozado, sus lágrimas no cesan, su corazón roto en mil pedazos, todo el mismo día.

La lluvia empezó a caer como si el mismo cielo estuviera triste al igual que él, sentado en la banca de una plaza, mirando a la nada, paso toda la noche, se juró a sí mismo que esta era la última vez que derrama una lágrima en su vida, permitiendo que la lluvia se llevara su angustia, tristeza y dolor.

Al amanecer Williams mira a todos lados, está completamente mojado, adolorido y con hambre, regresa a la estación de autobuses, mira los diferentes destinos, suspira sin saber que le depara el futuro, abandonado por sus padres, perdió a su bebé y su amado Gastón lo había engañado, estaba desorientado, pero su mirada siempre termina en un destino Nueva York.

Saca un boleto con ese destino, compra unos emparedados y un juego, sube al autobús, come mientras mira por la ventana, no quiere pensar en nada.

El viaje dura una hora cuarenta y seis minutos, al bajar del autobús empieza a caminar buscando un hotel económico donde quedarse.

Llega a un pequeño hotel el conserje lo ve entrar, le da curiosidad ese joven sus ojos tristes y su mirada perdida.

---¿cuántos días joven?,--- pregunta el conserje

--- yo puedo pagar dos noches, hasta conseguir un empleo, ---- responde Williams

El hombre levanta la mirada, suspira, --- te puedo ofrecer, trabajo, casa y comida, es poco el sueldo,----

--- si, si, gracias, --- dice Williams

--- soy Luke Provenza, ven te presentaré a mi esposa e hija,--- dice Luke