Él Simplemente Él.

>>>NARRA ALINA<<<

VARIOS MESES DESPUÉS.-

La vida como la conocía cambió, de hecho mi mundo entero, pasé de vivir sola a seguir haciéndolo pero rodeada de gente que se encargaba de atenderme, una vida de lujos pero vacía, llena de comodidades pero sin sentido.-

Asistir a grandes eventos, ser la mujer de uno de los hombres más ricos y poderosos me hacía importante pero todo eran apariencias, puertas adentro la única con la que pude entablar una relación interpersonal fue con Katty la chica de la limpieza, a Gael no le gustó nada pero cuando le dije que era eso o volverme loca soltó un simple ~has lo que quieras pero más te vale que no me metas en problemas...~

Pasaba los días dedicándome a mí hobby favorito la pintura, escuchar música y también la jardinería, estar en contacto con la naturaleza llegaba a ser, conseguí que Emma me enviara a Jackszy. Las cosas con ella por culpa de él dejaron de ser iguales, se enfado mucho cuando supo que no regresaría, que me casé y que no podía explicarle el porqué de mí loca decisión, como ella la había llamado.-

Lloré tanto perderla pero me repetía constantemente que lo hacía por su bien aunque yo me fuese muriendo por dentro cada día un poco más, en un par de meses cumpliríamos ya un año de casados, un año sometida a esta vida que era un infierno. Gael llevaba nuevamente casi un mes fuera de casa, cosa que a mí me daba exactamente igual, pues cuando estaba aquí tampoco me prestaba atención, ni siquiera me dirigía la palabra.-

Nos veíamos para las comidas, y a la hora de dormir, la cual cada vez que llegaba no sucedía, por que no importaba si era de día, de noche, por la mañana o por la tarde siempre se encargaba de dejarme agonizando, después de horas teniendo sex*, paraba cuando ya no podía mantenerme despierta, o si algún asunto de importancia requería su atención.-

Luego de éso, me encerraba en el baño, intentando que el agua de la ducha se llevara todo rastro suyo de mí piel y mi cuerpo. Por momentos me odiaba a mí misma por dejar que él haga de mí lo que quisiera, pero más me odiaba por que en algún momento había empezado a disfrutar de la forma en que me trataba en la cama.-

*o ya estaba loca o me había vuelto masoquista...*

Era oír el sonido de su voz en la casa a su regreso, y sentir la excitación de saber que me f*llaria de maneras que jamás hubiese imaginado posible, y éso era lo que iba a ocurrir pronto en eso pensaba esa noche en el jardín, había salido a disfrutar de la brisa fresca, la primavera, estaba empezando y el clima era precioso. Al menos la casa en la que luego de casarnos decidió que viviríamos era de mí agrado pues contaba con un inmenso patio y jardín en el que solía refugiarme.-

LA CASA...

Estuve hasta entrada la noche, recostada en una de las tumbonas, contemplando las estrellas, pensando, en que tal vez llegara un milagro para mí.-

*algo que cambie mi suerte, la que hasta ahora en realidad desde que lo conocí a Gael me había abandonado, incluso la ingenua e ilusa que habitaba en mí, solía imaginar que algo podría llegar a ocurrir y hacer que él cambiara...*

Esos pensamientos empezaron a surgir creo yo cuando me resigné a estar con él, cuando decidí que por más que todo esto para mí era un verdadero infierno, una cárcel de cristal, dónde tenía todo lo que una mujer podría desear, siempre ropa de marca la más cara, comida de restaurantes cinco estrellas, lo que ocurría religiosamente cuando él estaba, yo amaba cocinar y con Katty hacíamos de las nuestras en su ausencia, supongo lo sabía por que en la casa hasta en el baño habían cámaras, pero por suerte no me había quitado eso.-

Sabía de mi fascinación por el arte y las plantas, por lo que solía traerme pinturas o lo que necesitara de la mejor calidad, me dejaba hacer compras en línea así que la habitación que dispuso para mí luego de decirme.-

~puedes poner aquí todas tus porquerías, no quiero verlas en ningún otro lado, por que entonces las prenderé fuego...~

También se convirtió en mí refugio, sobretodo cuando él estaba en la casa y yo intentaba evitarlo a toda costa o cuando venía alguien y no quería ser molestado, como si a mí me interesara ser parte de su mundo retorcido.-

Allí estaba ésa mañana que no le oí llegar, pero que todo se salió de control, el estruendo que hizo temblar los vidrios de la ventana frente a mí no fueron un buen augurio, al contrario, la puerta se abrió de un golpe seco, Joseph llegó me agarró de la mano y me llevó arrastras con él.-

En medio de balas que iban y venían corríamos, salimos al patio pero no pudimos avanzar, un ejército de hombres armados nos rodeaban, el terror en mí me hizo sudar frío y pensar.-

*llegó el día que tanto esperaba, al fin sería libre...*

No había intentado ninguna locura por que recordaba la amenaza que me hizo antes de casarnos.-

~me encargaré de traerte las veces que sean necesarias con tal de que sigas conmigo, por que lo único que te separará de mí será mi muerte y no la tuya...~

Pero esto yo no lo había buscado, estaba ocurriendo nuevamente por su culpa, y si acababa siendo un daño colateral lo aceptaría gustosa, aún así en mí interior sabía que no quería morir, no quería darle el gusto de haberme destruído.

Las ametralladoras apuntaban hacía nosotros, Joseph dió un paso por delante de mí cubriéndome con su cuerpo.-

>quiero que cuando te diga corras nuevamente dentro de la casa, cierra la puerta, se activará un sistema de seguridad que Gael a instalado, ellos no podrán entrar, nadie sabe pero esta casa es un fuerte, se cerraran las ventanas se sellarán las puertas...

×y tú?...

*sí señoras y señores ahí estaba yo a un paso de morir acribillada, sacando mí lado altruista, preocupada por el que como supuse desde un principio era la mano derecha de mí marido...*

>estaré bien, conozco lo suficiente a este tipo, no hará ninguna locura estando en el territorio de Gael si no quiere desatar la tercera guerra mundial, te lo estoy pidiendo sólo como medida de precaución, por que tú si vales si llegas a caer en sus manos, además de que quiero que entres en su despacho...

×no puedo tengo prohibido entrar allí, además tiene clave...

>pues lo tienes que hacer él no está en el país, tiene que saber lo que está ocurriendo, no te meterás en ningún lío lo juro, yo asumiré la culpa después de todo es algo necesario lo que tiene que saber, lo prometo, la contraseña es killerdragon...

×killerdragon, lo tengo...

>vale a la de tres corres. Uno...

×dos...

>tres...

Corrí lo más rápido que pude, sentí las balas reventar los vidrios a mis costados, los cuales me cortaron la piel de los brazos y la espalda, aún así entré en la casa cerré la puerta y quedé viendo como ocurría tal cual Joseph me había dicho, la casa se blindaba por fuera, por decirlo de algún modo, todo se sumió en una oscuridad que no me permitía caminar.-

A tientas me moví en dirección a dónde sabía estaba la escalera, justo cuando todo se puso rojo, el color de las luces infrarrojas que iluminaban a penas el lugar me hicieron avanzar más rápido. El silencio tétrico que había me ponía nerviosa, llegué a la planta de arriba, el ambiente era igual. Caminé asustada por lo que podía pasarme por hacer lo que me dijo Joseph que hiciera. Romper una de las reglas estipuladas por Gael, podría significar el peor de los castigos que hasta ahora venía evitando.-

Aún así decidí confiar en Joseph, el cual rogaba se encontrara bien, llegué frente a esa puerta que tenía prohibido siquiera mirar. Y con los dedos temblando inserté la contraseña, la puerta con un clic y el sonido de tuercas y trabas girando se deslizó hacia un lado. Cerré los ojos tomando aire y dí un paso hacia adentro.-