Anyel y Elisa, Dos jóvenes con una amistad de muchos años. Con sueños muy diferentes, metas que anhelan cumplir, promesas que no cumplieron y que pondrían a prueba su amistad y también el amor que recién empiezan a tener entre si.
Ambos estarán en un dilema por conservar su bonita amistad, batallando en contra de un inevitable Amor.
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Capitulo 14
Dos semanas después
Un sentimiento o muchas emociones, no se pueden controlar así de la nada. Que te guste alguien y no puedas gritarlo es tan frustrante que solo deseas salir corriendo y no verlo más. Aún más, cuando el sentimiento es mutuo.
Los consejos de Paola a su hija, solo lograron que sus ganas de irse aumentarán, perseguir sus sueños era muy importante y si adelantar su viaje ayudaba a que su corazón no sufriera tanto, era lo que debía hacer. Así y todo, era una noticia muy dolorosa para todos.
—Yo sé que decidiste irte por culpa del tonto de Anyel— Afirmó Noelia.
—Sin duda, pero igual estoy feliz, sé que obtendrás buenos resultados— aseguró Julián.
Elisa trataba de sonreír, aunque las palabras de sus amigos eran totalmente verdad, pero ni ella se atrevía a decir que sí. Menos su querido amigo, que no decía una palabra a las acusaciones de sus amigos. Dos semanas sufriendo en silencio, queriendo gritar tantas cosas.
Para todos era una tontería, pero para él, era más que una simple cosa de joven. Elisa para él no era una simple amiga, que podría ser su novia, su sentimiento por ella era muy profundo, no deseaba por ningún motivo hacerla sufrir. Aunque su corazón le gritaba que la amaba, él necesitaba más que eso y que mejor que dejarle todo al destino, al tiempo, quienes son los mejores en dar la respuesta correcta que necesitaba.
—Vamos ya a casa— Interrumpió Anyel.
—Qué flojera contigo, no dejas que disfrutemos de mi amiga—
—Estoy hablado de todos, vamos todos a casa, loca— respondió Anyel alborotando el cabello de Noelia.
—¡Sí, sí, vamos ya, necesitamos un buen concierto VIP para nosotros de la mejor pianista!— exclamó Julián.
—Ya dejen de alabarme tanto— se quejó Elisa con una voz que decía la ola de emociones que tenía en ese momento.
Ya no estaba tan segura de la decisión de irse antes de terminar las vacaciones, era lo que quería. Pero no había vuelta atrás, en dos días debía tomar un vuelo rumbo a Argentina, donde no volvería a ver a sus amigos por mucho tiempo.
Anyel ya no quería separarse de Elisa, aunque sentía que ella seguía sufriendo por querer más de lo que él decidido ofrecerle.
—Amiga, si te encuentras un Argentino hermoso, no dudes en aceptarlo— bromeó Noelia, para molestar a Anyel.
—Ella va a estudiar, no en busca de novio— Recalcó Anyel en tono molesto.
—¿Quién te dice que ella no puede con las dos cosas?— le siguió Julián el juego que tenía Noelia.
—No, no tiene permitido buscar novio allá— Dejó claro Anyel, no muy contento por los comentarios de sus amigos.
—Entonces busca uno aquí, tienes Mañana para buscarlo, las relaciones a larga distancia pueden funcionar— Continuo, Noelia, queriendo molestar a Anyel.
—Sí, búscalo tú, de esos que te gustan a ti— Soltó Anyel muy molesto, dejándolos sentados en la mesa donde comían helado.
—Eso sí que no lo esperaba— Dijo Julián viendo a Noelia, creyendo que la había ofendido.
—¡YA TENGO UNO!— le gritó Noelia a su querido amigo que ya casi salía de la heladería.
—No sean malos, les toca pagar a ustedes— habló Elisa levantándose para seguir a Anyel.
Mientras, Noelia y Julián peleaban por quién pagaba. Elisa seguía a Anyel, quien seguía caminando tan molesto como celoso. Ese juego de sus amigos, lo llenaban de inseguridad, de miedo y miles de emociones que hacían que su corazón doliera.
—¡Anyel, espera!— exclamó Elisa a unos metros. Él solo se detuvo sin voltear.
—No te tomes a pecho los juegos de los chicos— le hablo cerca.
Anyel se volteó, sin decir una sola palabra, metió su mano en el bolsillo de su pantalón y saco una cajita. Antes de abrirla, quiso decir unas palabras, que salían de lo más profundo de su corazón.
—Dime egoísta, pero no quiero que tengas novio, quiero ser tu primer novio, aunque no te lo proponga horita. Ese deseo tonto de verte cumplir tu sueño primero, que puedas decir que lograste algo importante en la vida. Que tu madre llore de felicidad por qué trabajaste día y noche por eso...— Elisa quiso hablar, pero Anyel puso su dedo en sus labios.
—Tengo un regalo para ti— Anyel le entrego la cajita, mientras ella la habría, él se colocó una manilla en su brazo.
—Está muy bella— expresó Elisa muy feliz con el regalo.
—Tú llevarás esa y yo está— le mostró Anyel.
—Ambas tienen los mismos dijes— explicaba Anyel.
—S+A\=FI, ¿qué significado tienen?— preguntó Elisa.
—Sueños más amor es igual a felicidad infinita— respondió Anyel con su mirada fija en ella.
—Qué amigos me gasto, me dejaron con este imbécil, que no paga ni los condones que usa— acusó Noelia a Julián.
—Tú eres la que factura, por los momentos la que tiene más dinero— afirmó Julián. Noelia solo volteo los ojos.
—Vamos a casa, mi mamá hará estallar mi teléfono— anuncio Anyel, dando fin a la discusión de sus amigos.
Al llegar a casa, fueron regañados por no llegar rápido. La despedida decidieron hacerla en cada de Anyel, era ahí donde estaba el piano y todos querían escucharla, tocar a la chica que pronto se convertiría en una mujer.
No solo lloraron por su melodía tocada, también por cada palabra que tenían para decir, llenas de los mejores deseos para Elisa. Elisa ya no tenía lágrimas para derramar.
—Ya no me hagan llorar más— les pidió ella con una rosita de felicidad.
—Los amo a todos, soy muy afortunada de tenerlo, soy feliz porque tienen muchas ganas de que cumpla mi sueño— las palabras de Elisa salieron con dificultad por el gran nudo que tenía en la garganta.
El abrazo de todas sus personas favoritas, su familia, los que creían en su talento y apoyaban sus ganas de cumplir su sueño. Calmó esas ganas de seguir llorando. Dando pasó a la felicidad y a toda la buena vibra para que triunfara como todos estaban seguros que lo haría.
felicidades autora .
Que hermosa amistad la de Elisa, Noelia, Julián y Anyel.