Melissa quien vive una vida difícil desde pequeña, a los 16 años comete un terrible error, y tiene que enfrentarse a grandes desafíos, obligada en cierta forma por su madre a casarse tan joven con un hombre al que no ama, un embarazo que lo cambia todo y luego la desdicha de perder la custodia de su hijo, en medio de tanto dolor encuentra el apoyo y consuelo que necesita en un hombre maravilloso.
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Cómo que me caso?
Pero Inelda no iba a dejar pasar su oportunidad de casar a su hija con un chico bien acomodado que le mantendría a ella, a su hijo Jofree quien todavía dependía de sus padres y a su hija, ya que su otro hijo tenía a su familia, entonces hizo como que entendía la situación, Vicente se marchó pues ya estaba atrasado a su trabajo, Melissa se fue a su habitación, dejaron pasar algún tiempo sin verse luego de eso, solo enviaban mensajes, hasta que Inelda entró a la habitación de Melissa y le dijo que llamar a cenar a Vicente que quería hablar con él, Melissa obedeció y llamo a su novio para la invitación.
Michael llego del trabajo y vio a su esposa preocupada, entonces le preguntó qué pasaba, ella se puso a llorar y le dijo que Melissa había decidido casarse con Vicente y que si no la dejaban se iba a ir con él a vivir solos, Michael estaba con la boca abierta, no lo podía creer como sucedió tal cosa, pensó tan enamorada estaba de ese chico que era capaz de cometer cualquier locura, ahí fue cuando Inelda le saco de sus pensamientos diciendo, que Vicente llegaría pronto para pedir la mano de Melissa.
Cuando Vicente llegó a la casa fue recibido por su suegra quien esperaba ansiosa en la puerta, le llevo al carro para conversar sin que nadie los viera, una vez ahí le dijo:
- Vicente te voy a decir algo y espero que nadie se vaya a enterar de esta plática.
- Dígame señora Inelda.
- Mi hija nunca estuvo con nadie, ni tampoco tuvo novio antes de conocerte, entonces te recomiendo que te cases con ella, pues ella es menor de edad y tú ya tienes 21 años, en este país eso es un delito, aunque haya sido con su consentimiento, sabes cuántos años puedes pasar en prisión y todos los rumores que se van a formar en contra de tu familia, el hijo de una de las mejores familias metido en semejante escándalo, vivimos en una ciudad muy pequeña y todo se sabe.
Vicente se quedó sin palabras, estaba furioso, había pensado en algún momento casarse con Melissa, pero no de esta manera, era demasiado, no podía creer los alcances de esta señora, había cometido un error y ahora lo estaba pagando, antes las amenazas de la señora no le quedo más remedio que aceptar la situación, aunque de mala manera.
- Está bien señora, me casaré con su hija, pero ni piense que vamos a vivir en su casa y será una boda sencilla, solo los familiares más cercanos y nada más, apenas termine la ceremonia nos retiramos Melissa y yo, no estoy para fiestas y menos para aguantarla a usted.
- Me parece perfecto Vicente, tomaste la mejor decisión, de esto ni una palabra y menos a mi esposo, en la cena dirás que vienes a pedir la mano de Melissa y harás tu teatro muchacho.
- Está bien, pero primero quiero hablar con Melissa.
Inelda fue a buscar a su hija, y le dijo que hable con Vicente, ella sin saber que sucedía fue a verlo, al entrar al auto vio que su novio traía cara de pocos amigos, entonces pregunto qué pasaba.
- Que paso Vicente? Te dijo algo malo mi mamá.
- Mel, tu mamá me dijo que tenemos que casarnos o me enviara a la cárcel por lo que sucedió aquella noche en mi apartamento, ya que tú eres menor de edad.
Melissa se quedó pálida del asombro, no podía pronunciar una palabra, estaba demasiado avergonzada por los alcances de su madre.
- Y ahora qué vamos a hacer?, yo todavía soy muy joven para casarme contigo y por lo que me he dado cuenta tú tampoco quieres hacerlo.
- Mel, no nos queda de otra tenemos que hacer lo que dice tu madre o iré a la cárcel Vamos a entrar voy a pedir tu mano frente a toda tu familia.
Melissa y Vicente se bajaron del auto, entraron y la mesa ya estaba preparada con todos los bocadillos y servidos los platos, entonces se sentaron a cenar se sentía la atención en la mesa, Jofree estaba contando como iba en sus estudios, estaba siguiendo la carrera de abogado.
Terminaron de cenar y Vicente pidió hablar con todos, ahí pidió la mano de Melissa, el ambiente se torno un poco serio, pero Michael e Inelda aceptaron la propuesta y fijaron fecha para que se casen, Vicente se retiro pies ya no aguantaba seguir en ese lugar, Melissa se despidió de él con un beso, ya tenían algún tiempo saliendo así que ella ya se había acostumbrando a sus besos.
Todos se quedaron conversando con Melissa, su padre le pregunto si estaba segura de ese paso tan grande a tan corta edad, ella solo mira a su madre y dijo que si, que estaba segura porque amaba a Vicente, que no podía vivir sin él, lo cual era falso, solo lo dijo porque su madre estaba ahí, Michael dijo que la apoyaba en todo y que daría su firma de consentimiento, ya que Melissa era menor de edad necesitaba la firma de sus padres para poder casarse, Jofree estaba indiferente mientras cumplan sus caprichos a él no le importaba lo que haga su hermana.
Pasó un mes y era el día de la boda, Inelda y Michael estaba listos, ya tenían todo preparado, la boda civil era a las 5 de la tarde y en la iglesia debían estar a las 8 de la noche.
- Melissa apúrate llegaremos tarde.
- Mamá ya voy es que no me entra el vestido, creo que comí mucho estos días por la ansiedad, sabes que no quiero casarme.
- Niña tonta debes estar agradecida de que te encontré un buen partido, quién sabe con quién hubieras ido a caer.
Melissa estaba sintiéndose mal desde hace algún tiempo, pero no dijo nada ya que igual nadie la iba a ver, su papá trabajaba todo el día y su hermano Humberto pasaba en su casa con su familia, ya casi no los veía solo estaba Inelda quién no le importaba si la chica estaba enferma o no.
