Amor En Rojo 2: Legado

Kuolema camina lentamente por las afueras del castillo de Susumira, el viento sopla con fuerza y ella está haciendo que se concentre en un lado, hasta que se va formando un humo verde jade.

- “No entiendo este llamado, qué es lo que quieres”, dijo Lapurra, una Senmorta capaz de apoderarse de cuerpos de personas recién fallecidas para seguir viviendo a través de ellos, pero ahora se presenta en su verdadera esencia, una mujer con cientos de años encima.

- “El rey Asasen se enojó mucho cuando descubrieron algo extraño en el cuerpo que habitabas en Urtesi, he logrado convencerlo de que trabajes para mí, y te voy a dar un cuerpo muy joven y bonito, tienes que hacer algo por mí, y de ahí en algunos años te daré algo muy valioso, ya dependerá de ti si lo aprovechas”, manifestó Kuolema.

- “No me gusta ser criada por más bonita que sea y qué podrías darme Kuolema”, expresó Lapurra con incredulidad.

- “Te voy a dar la oportunidad de habitar en el cuerpo de la hija de un conde, que vive en este castillo, te aseguro que si mueves bien tus fichas te va ir muy bien en este lugar. Te necesito solo unos años, luego te daré un cuerpo aún más joven, para que estes cerca de los príncipes de los Senmorta, en la edad apropiada para que lo tengas comiendo de tus manos”, dijo Kuolema.

- “¿Por qué harías algo como eso?”, preguntó Lapurra.

- “Porque sé que debo tener aliados, tomemos reinos Lapurra, ¿o acaso seguirás soportando que Bosszú siga siendo reina sobre nosotras?”, respondió Kuolema con otra pregunta.

- “Bien, muestráme el camino y dime más sobre aquella mujer que tendré que interpretar”, expresó Lapurra.

Kuolema sonrió, abriendo un portal con el humo llevando a Lapurra con ella, mientras le explicaba qué era lo que quería lograr.

La hechicera de cabellos blancos no entendía porqué la princesa Ivetee había lanzado un hechizo para lograr que el rey Carpio regresara a su antiguo comportamiento, para que luego la hermana del rey de los Senmorta despareciera repentinamente; sin embargo, se lo agradecía le había dejado libre el camino para sus planes; y encima con un arma adicional.

Carpio sigue pensando en la premonición que había tenido, no quería que se le escapara ningún detalle, debía descubrir quién era el hombre que atacaba a su reino, y todos aquellos seres que lo acompañaban. Regresó a la cama, viendo a Karoly dormir, lo que ella le había contado y aparentemente no recordaba tenía que ver con eso, esos seres que la reina narraba serían acaso los atacantes; iba a quitarse la bata para recostarse cuando sintió pasos corriendo de un lugar al otro, se apresuró a ponerse un pantalón y una camisa que no logró cerrar, cuando empezaron a golpear su puerta; el alboroto también despertó a Karoly, quien se apresuró a cambiarse mientras el rey ya había salido de la habitación.

- “Es el príncipe Ghean, enfermó repentinamente, tiene fiebres muy altas, ya llamamos a los médicos”, dijo el mayordomo del castillo.

- “¿Por qué no me avisaron antes?”, preguntó Carpio molesto y avanzando hacia los aposentos del príncipe.

- “Usted estaba con la reina y…”, apenas pudo decir el mayordomo.

- “Todo lo que pase con mis hijos es primordial, ¿entendieron?, ¡me avisan de inmediato!, no importa con quien me encuentre, rueguen porque se recupere, si no lo hace todos responderán por su incompetencia”, exclamó el rey, avanzando tan desesperado que sin querer usó sus poderes para aparecer en la habitación del príncipe.

Los médicos trataban de bajar la temperatura del príncipe, lo estaban logrando poco a poco, Lady Tiurname estaba contenida por sus damas de la corte, estaba pálida y parecía tener la misma enfermedad del pequeño, pero se negaba apartarse de su hijo, aunque temblara como hoja al viento; ni siquiera se había percatado de la presencia del rey, quien preguntaba a los médicos de lo que sucedía.

- “Ya está cediendo la fiebre, Su Majestad, y como ve el pequeño príncipe está respirando mejor. Todo indica que se recuperará, aunque Lady Tessa está muy grave, la están atendiendo, pero Lady Tiurname no ha querido separarse del niño, y no recibe tratamiento, podría ser fatal”, dijo uno de los médicos, Carpio volteó a ver a la madre de su hijo, la palidez en su rostro era alarmanante.

“Mi Lady, mi lady”, gritó una de las damas de la corte, Lady Tiurname se había desmayado, Carpio se acercó a su segunda esposa, la tomó en sus brazos.

- “Sigan atendiendo al príncipe, y los que sean necesarios vengan a ayudar a Lady Tiurname”, dijo Carpio saliendo con Tiurname en brazos.

Cuando Karoly se enteró lo que estaba pasando, y se acercó, solo pudo ver a Carpio salir con Tiurname en brazos, el rey pasó tan rápido que no notó su presencia, por alguna razón sintió que por ese instante para el monarca solo existía Tiurname, y eso se sintió terrible.

Tres días después, Tiurname despertó en su cama, tenía puesta ropa limpia, y aunque el dolor había desaparecido, se sentía debilitada.

- “El príncipe, necesito ver al príncipe”, fue lo primero que dijo Tiurname de manera desesperada y tratando de ponerse de pie.

- “Tranquila mi lady, el príncipe está bien, el rey está con él ahora, el rey Carpio ha estado preocupado por el príncipe y por usted, por favor descanse”, expresó una de las damas de la corte.

- “Por favor, solo quiero ver a mi hijo un momento; ayúdenme por favor”, suplicó Tiurname.

Las damas de la corte ayudaron a Tiurname a ir a ver al príncipe; cuando ingresó vio al rey al pie de la cama del pequeño mirándolo dormir; el rey volteó y fue por ella, para ayudarla a acercarse al pequeño.

- “Ya está bien, está comiendo y sonríe”, dijo Carpio sin soltarla.

- “Lo siento, Su Majestad, no supe cuidar bien al príncipe”, expresó Tiurname sin dejar de mirar a su hijo.

- “No es tu culpa, él está bien, tú estás bien. Lady Tessa también está bien, recibiste el tratamiento un poco tarde, por eso demoraste en sanar, por favor necesitas descansar. Vamos te llevo a tu habitación”, manifestó Carpio, bastó un gesto para que el rey ordenara que siguieran cuidando al príncipe.

Cuando llegaron a la habitación, bastó otro gesto del rey para que los dejaran solos, él la acomodó en la cama.

- “Descansa un poco más, cuando despierte el príncipe Ghean lo traeré para que lo veas, pero debes tener fuerza para que juegues con él, ordenaré que traigan algo para que comas”, dijo Carpio acomodándose al lado de Tiurname.

- “Como ordene, Su Majestad”, dijo Tiurname nerviosa.

- “Me sigues teniendo miedo, no te voy a comer sino quieres”, expresó Carpio con una sonrisa, luego le dio un beso en la mejilla, sorprendiendo a Tiurname. “Nos vemos luego”, continuó diciendo, Carpio se puso de pie, como tomando conciencia de lo que había hecho, alejándose a la puerta.

Cuando el rey abrió la puerta, vio a Lady Tessa afuera, sintió algo extraño sin darle importancia, se dijo asimismo que probablemente era porque esa señorita se había recuperado sorprendentemente de inmediato,Tessa hizo una reverencia al monarca y cuando él salió de la habitación, fue directo con su hermana.

- “El rey estuvo muy preocupado por ti hermanita, recupérate rápido para que se lo recompenses”, dijo Tessa con una sonrisa pícara.

- “¿De qué hablas, Tessa?”, preguntó Tiurname.

- “Hermanita, le gustas mucho al rey se nota, deberías aprovechar para ganar su corazón. Ese trato que hiciste es absurdo, ese hombre está muy guapo y le interesas, gana su corazón”, comentó Tessa.

- “No te mencioné el trato”, dijo Tiurname.

- “Hermanita, estabas por morir, y yo estaba muy preocupada, no sabía ni siquiera que era lo que pasabas, lo siento, leí tu diario, no seas tonta Tiurname, tienes lo necesario para captar todo el interés del rey, la vida puede irse en cualquier instante porque no disfrutarla”, manifestó Tessa, quien siguió hablando con Tiurname sobre sus sentimientos y el evidente interés del rey por ella.

Lo que no sabía Tiurname, es que a pesar de tener frente a sus ojos el cuerpo de su hermana, quien la habitaba ya no era la dulce niña que ella protegió, sino la Senmorta Lapurra que estaba ahí para lograr que Carpio y Tiurname se dejaran llevar por la pasión, rompiendo el corazón de Karoly, y ella busque la manera de irse de Susumira con su hija Kuzelny, y obtener el momento perfecto para robar los poderes de la princesa heredera de Susumira.