Soy Samuel Makris, Heredero de la Mafia griega, CEO del imperio de mi padre, tengo 25 años, para el mundo exterior soy frío, prepotente, no tengo piedad, mi soledad es mi mejor amiga.
hace dos años me arrebataron parte de mi vida, busco venganza, y nadie me podrá parar.
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Moustro...
Samantha está profunda, cuando sintió que ingresaron a su habitación al abrir sus ojos, se lleva el susto de su vida, su nuevo maestro le apuntaba con un arma en su cabeza.
Alfonso: huuu no has aprendido nada y has entrenado con dos grandes, bueno como que ya perdieron su toque, pero yo no, así que te doy un min para pararte o sabrás como duele un tiro.
Samantha: estás loco,
Samantha sintió cuando quitaron el seguro del arma.
Samantha: mierda, ya voy.
En ese momento sintió un disparo junto a su almohada.
Samantha: aaaaa eres un moustro.
Samantha salió disparada, fue el baño más rápido de su vida, era tanto su miedo, que se puso lo primero que vio, no le importo si combinaba o no.
Aria cuando la vio bajar con un legui rojo y una ramera verde chillón, supo que su amando esposo la asustó.
Aria: no te dejes, saca fuerza, te voy a decir un secreto.... el ama ver humillado y casi por renunciar a los pocos que han sido entrenados por el.... desde que somos esposos solo he conocido a dos que terminaron su entrenamiento y tu eres la única mujer.
Samantha: me estás dando ánimo o me quieres meter terror.
Aria: las dos. pero sobre todo, demuéstrale de que estamos hechas las mujeres.
Samantha salió a su entrenamiento, ese hombre era peor que su suegro, la metió al lodo, la puso a correr detrás de él, no le dio ni agua en todo el día.
Si se equivocaba en un disparo, el la castigaba, le ponía peso a su cuerpo, así terminó su primer día, casi muerta y con 50 kilos más encima.
al ingresar a la mansión, Tito la vio con preocupación.
Tito: Dios que es eso.
Alfonso: mi supuesta alumna, muy debilucha, Apolo, no la entrenaste.
Apolo: oye, esta muy entrenada fue un mes muy duro.
Alfonso: no parece.
Samantha: me voy a dormir, Feliz noche.
Alfonso: mañana 3 am s ino estas acá, subo por ti
Samantha: eres un moustro.
Apolo: la tienes media, Dios donde la metiste.
Alfonso: tiene potencial, jejejje al menos llego viva al final del día.
Aria: querías matarla.
Él solo alza sus hombros, y sigue comiendo, como si no fuera nada.
Como lo dijo, lo cumplió, a las 3 estaba esperándola y con su arma lista, pero el sorprendido fue el, al verla bajar al menos con ropa deportiva que combinará ya no parecía payaso, no la metería al lodo pensó.
Samantha: estoy lista,
Alfonso: OK, hoy no llegarás casi muerta, llegarás muerta jejjejjeje
Samantha: de pronto el muerto es otro..... no ha oído que a veces el alumno supera al maestro.
Alfonso: ya lo veremos, hagamos un trato si esta semana me aguantas o al menos logras llegar, te doy un millón de dólares.
Samantha: si no lo logro
Alfonso: es porque estarás muerta, mi sobrino viudo por segunda vez y con 3 hijos.
Samantha: por Dios, eres de lo peor.
Así empezaron el entrenamiento, este segundo día, fue peor que el primero, cada error era el doble de peso, que el día anterior, fue muy complicado disparar con todo ese peso, correr era casi imposible.
Finalizando al señor le daba por jugar Ajedrez, si el ganaba, ella tenía que estar en el lodo hasta la media noche, obvio perdió ella no sabía jugar ajedrez, el lodo se ponía como piedra, más la oscuridad, tenía demasiado miedo.
Siendo las 12 los hombres de su entrenador la sacaron, todos la esperaban en la entrada.
Tito: hoy llego peor que ayer,
Aria: Cariño ven date una ducha caliente, hueles horrible.
Samantha: gracias quiero estar limpia, luego comer y dormir.
Alfonso: claro ve descansa, a las 2 am te espero para el entrenamiento.
Samantha: queeee mientras me baño y como ya serán las dos.
Alfonso: no es mi problema, 2 en punto
Todos se miraban, Tito y Aria querían hablar pero....
Apolo: nadie se meta, el es su entrenador, vamos a dormir.
Eran las 2 am, ya estaba listo esperando a su alumna, ella baja después de un rico baño y comer.
Samantha: lista hoy que aremos.
Afonso: como te vá a nadando.
Samantha: bien, porque
Alfonso: nadaremos, nadaremos
se montaron a los carros, cosa que agradeció Samantha, ya que los dos primeros días, le toca a ella, correr detrás de ellos.
Llegaron a un lago, Samantha miraba a su maestro con preocupación, no creí que fuera capaz.
Cogieron una lancha el frío era helado, en la mitad, Alfonso la empuja, Samantha cae al agua, no veía nada solo una pequeña luz.
Alfonso: vez la luz
Samantha: si
En ese momento se quedó a oscuras ya no veía nada.
Alfonso: la vez
Samantha; no, donde están
Alfonso: te esperamos en la orilla, cuidado con los animales
Sin más, ella sintió la lancha alejarse, tenía miedo, quería llorar, era un desgraciado, pero no le daría el gusto, tomo aire, se relajó, empezó a nadar.
no sabe por cuanto tiempo, pero la luz natural salió, en ese momento vio la orilla, fue tanta su felicidad que no le importo el cansancio, nado los últimos tramos.
Alfonso: te demoraste mucho, 3 horas nooo
Samantha: no me importa llegué viva.
Alfonso: bueno, sigamos, porque estás atrasada,
Así fue todo el día, cada error debía cargar el doble del día anterior en su cuerpo, este día cometió menos errores pero el peso era casi igual, ya su cuerpo estaba hasta acostumbrado.
Todos los días Aria y Tito la esperaban, Apolo si se iba a dormir, el conocía esos entrenamientos y sabía que eran horribles.
Así fue los siguientes días, cada entrenamiento era peor que el anterior, el último día era un combate cuerpo a cuerpo, con su maestro, todos los veían con asombro.
Samantha había adquirido mucha agilidad, estaba mas fuerte, mas atenta, sus sentidos nunca dormian, sabia como responder a cada ataque.
ella no se dejaria, habia logrado mucho, ademas habia un premio de por medio.
Apolo: pocas veces he visto un combate tan entretenido.
Aria: cállate estoy concentrada.
Tito: amor no hables, todos apostamos.
Apolo: como va la apuesta.
Aria: casi todos apostaron porque ganaba mi adorado esposo.
Tito: nosotros dos votamos por Samantha arriba las mujeres, ella puede.
Apolo: cuanto tienen, yo duplico la apuesta, estoy seguro que solo un pequeño error, nos dará un ganador.
Aria: llevamos 10 mil euros, en apuestas
Tito: amor con lo tuyo sería 20, por quien apuestas.
Apolo: por ella.
El combate siguió un buen rato, ninguno daría su brazo a torcer, Samantha estaba realmente lastimanda, su entrenador no tuvo compasión con ella, hasta ese último segundo que por un descuido ella ganó.
Nadie lo podía creer, Aria salió corriendo abrazarla, la cogió a besos.
Aria: ganaste hermosa y a mi esposo, arriba las mujeres.
Tito y los niños gritaban: ganamos ganamos
Alfonso: mi familia me traicionó, por Dios,
terminado todo, los dos se fueron a descansar y a darse una larga ducha, ya listos, descansados, fueron a cenar todos por fuera.
Alfonso: te felicito Samantha, digna esposa de mi sobrino, serás grande, acá tienes mi premio.
Samantha: gracias.
Tito: aaaaaa un millón de dólares, que tacaño
Aria: amor nosotros hicimos una apuesta con tus hombres, como tu perdiste, ganamos 20 mil euros.
Alfonso:, disfrútalos amor, nosotros regresamos mañana, sigue así hermosa.
Apolo: se que será la mejor