Hace más de dos décadas, misteriosos pilares gigantescos surgieron repentinamente en diferentes puntos del planeta. Su aparición no solo marcó un cambio físico en el paisaje, sino que también transformó a quienes estuvieron cerca de ellos. Las personas y animales expuestos se vieron alterados, volviéndose más agresivos y hostiles hacia cualquier ser vivo que no compartiera su nueva naturaleza. Esta transformación no solo afectó la apariencia física, sino también sus comportamientos, generando una sensación de temor y desconcierto en quienes presenciaron estos eventos. La devastación causada por estos pilares marcó un antes y un después en la historia de la humanidad, dejando un misterio sin resolver y cambiando el curso de la vida en el planeta
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Reconstrucción
A la mañana siguiente, Denis y yo nos preparamos para regresar al refugio. El profesor Carmona nos despide con una mirada de preocupación y una advertencia sobre lo peligroso que se está volviendo el viaje.
De vuelta en el refugio, noto un ambiente tenso. La noticia de la desaparición del alcalde ha llegado más rápido de lo que esperaba. Aunque no sé dónde estará, lo más seguro es que haya escapado. Dejo de pensar en eso y veo a las personas inquietas y asustadas. Denis y yo nos dirigimos a la plaza central, donde un grupo de supervivientes discute acaloradamente sobre qué hacer a continuación.
—No podemos seguir así, necesitamos a alguien que nos guíe, pero no hay nadie que pueda hacerlo —dice uno de los supervivientes, con el rostro lleno de preocupación.
—El alcalde se ha ido, nos abandonó, no hay esperanza de seguir con el refugio, tenemos que irnos —responde otro, visiblemente angustiado.
Denis se acerca al grupo y toma la iniciativa de hablar dando un grito que los distrae.
—¡Escuchen todos! Entiendo su preocupación. La situación es difícil, pero debemos mantener la calma y organizarnos. No podemos permitir que el miedo nos controle. Si quieren seguir vivos, tienen que superar ese miedo. No tomen decisiones precipitadas.
Los supervivientes siguen mostrando ciertas dudas, pero le ponen atención. Denis continúa:
—Propongo que formemos grupos temporales de liderazgo para cada sección, compuestos por personas de diferentes habilidades y conocimientos. De esta manera será más fácil manejar el refugio y evitar que caiga. Tenemos que mantenernos unidos si no queremos morir.
La propuesta de Denis es recibida con murmullos de aprobación. Algunos en el refugio simplemente ignoran sus palabras y salen, aunque no importa; mientras menos seamos, más fácil será racionar los suministros. Después de una breve discusión, se decide formar el consejo con representantes de varios grupos del refugio: los cocineros, los carpinteros, los guardias y los médicos. Cada grupo elige a su representante, y se establece una primera reunión para esa misma tarde.
Durante la reunión del consejo, solo asisten tres representantes de cada grupo. Discutimos sobre las prioridades inmediatas:
Seguridad: Sin el alcalde y con la amenaza constante de los cocineros que lo seguían junto con los saqueadores e infectados, necesitamos reforzar las defensas del refugio. Se organizan patrullas y se establecen turnos de vigilancia.
Recursos: Evaluamos nuestras reservas de comida, agua y medicinas. Se decide enviar a los grupos de exploración para buscar más suministros en los alrededores. También se plantea la idea de iniciar un pequeño huerto comunitario para asegurar una fuente constante de comida y vegetales.
Salud: Abigaíl sigue inconsciente, está siendo cuidada por la esposa de Denis y otros en el refugio. También puede haber heridos en las exploraciones o guardias. Se decide crear una pequeña clínica en el refugio, donde los cuidadores puedan atender a los enfermos y heridos.
Al final de la reunión se tiene claro lo que se tiene que hacer. Me voy del lugar y reviso cómo está Abigaíl. Cuando llego, ya está recuperada y sentada en la sala de la casa de Denis.
—Al fin despertaste, me tenías preocupado —digo mientras me acerco a ella con un sentimiento de alivio.
—Fueron dos días en los que estuve inconsciente, lo siento por mantenerte preocupado.
—Lo importante es que estás bien. Me imagino que tienes hambre. Déjame te cocino algo.
—Sí, está bien, gracias.
Me observa mientras cocino y es como si nada hubiera pasado. Es tranquilo y pacífico, no pienso en nada más que en ese momento.
A medida que avanzan los días, el refugio comienza a funcionar de manera más organizada. Las patrullas y las medidas de seguridad ayudan a mantener alejados a los cocineros y otros intrusos. El huerto comienza a dar sus primeros frutos, y la clínica atiende a los necesitados con la ayuda del profesor Carmona, que ocasionalmente visita para ofrecer su conocimiento.
Mientras tanto, continúo investigando sobre la piedra y su significado, con la esperanza de encontrar más piezas del rompecabezas. Me pongo a pensar en cómo encontrar más; me imagino que estarán cerca de los "Ángeles", pero es muy peligroso acercarme a esas cosas. Me volvería loco mientras más me acerco.
Una noche, mientras observo el cielo estrellado junto a Lucas, reflexiono sobre todo lo que he pasado y pienso para mí mismo:
—Mi vida ha cambiado un poco
