¿Seré Una Gordita Con Suerte?

Una vez llegamos a la mansión, me bajo del auto y subo a mi habitación lo más rápido posible. Estando en la soledad de mi habitación empiezo a llorar sin consuelo, me siento rota, abrazo fuertemente el sobre sin fuerza para destaparlo y ver qué contiene. A partir de ahora lo único que que me interesa es irme lo más lejos posible. Llore todo el día, me quede dormida como desde las 3 de la tarde, no quise salir más de la habitación.

Son las 7 de la mañana y debo ir a la universidad, aún no me atrevo a abrir el sobre. Cuando bajo a desayunar, la señora que atiende la cocina me dice — señora buenos días, le hacemos el mismo desayuno al señor?…desde que vivo en la mansión siempre me he encargado de todo en la casa, era mi forma de agradecer todo lo que èl había hecho por mi; también, aprendí a conocer los gustos de Bruno y a descubrir los míos, pero después de ayer, no quiero seguir involicrandome en su vida; así que le respondo —buenos días María, sírvele lo que consideres le gustará, a partir de ahora no me entenderé más de las cosas del señor… ella me mira confundida y dice —listo si señora… luego se retira.

Termino de desayunar y me voy a la universidad, mi objetivo a partir de ahora será llegar solo a dormir; entre menos tiempo este en esa casa mejor, eso haré mientras logro irme de aquí.

Han pasado 3 meses, en los cuales vivimos como extraños, las pocas palabras que cruzamos son reproches de parte de él, cada vez que puede me culpa del matrimonio.

Hoy es sábado y después de mucho tiempo acepte una salida a bailar, una compañera de la universidad me invitó a su cumpleaños, así que acepte.

La señora Estefanía me llenó el clóset con demasiada ropa, y créanme que la mayoría no la he utilizado. Escojo algo lindo, fresco y de mi estilo; luego entro a la ducha, para así poder alistarme rápido.

Mi taxi llego y salgo rápido, cuando bajo veo a Bruno que viene entrando, se queda observando mis pasos, con su inexpresividad, por más que quiera descubrir en qué piensa, jamás lo lograré. Al bajar paso por su lado y él me toma de la mano y dice — para donde vas?… lo miro con indiferencia y le digo — no es algo que le interese… me lleva hacia su cuerpo y me toma fuerte de los brazos, luego dice —no me hables así, para donde vas y así vestida?… trato de zafarme pero me es difícil, él tiene demasiada fuerza, entonces le respondo — iré a una fiesta… el gruñe y dice — yo te llevo… niego rápidamente pero él me lleva hacia su auto, luego saca un fajo de billetes y se los entrega al taxista.

Camino a la fiesta, él mantiene tensionadas las manos en el volante, no les niego que todo esto es muy extraño, el me dejo claro que quiere mantenerse alejado de mi; entonces no entiendo por qué venir conmigo.

Con intriga me atreví a pregúntale — Ud se quedara?… sin expresión alguna y su mirada al frente dice —claro, en cualquier reunión de mi esposa, debo estar presente… se que no debería tenerlo en mi corazón, pero no se cómo dejar de quererlo, con orgullo le contesto — no entiendo a qué juega, usted hace meses me dejo claro que no quiere absolutamente nada conmigo, así que no veo la necesidad de que me acompañe… hace un pequeño gruñido y dice —eso no significa que mostremos la realidad… me quedo en silencio ante su respuesta, pues a èl solo le está importando su reputación.

Cuando llegamos, saludo a varios conocidos de la universidad, las mujeres que me ven entrando con Bruno empiezan a cuchichear, no hay que ser adivino para saber lo que están hablando. Al dirigimos a la mesa, en la que se encuentran mis compañeros más cercanos digo —buenas noches, están todos súper elegantes… luego escucho a uno de ellos decir — Wuau estás preciosa Abril, me enamore, pero veo que vienes acompañada, no presentaras a tu acompañante… me sonrojo y digo — muchas gracias, si claro Él es el doctor Bruno Sarocchi, mi benefactor de la beca universitaria… inmediatamente, siento como me toma de la cintura, frunce el seño y dice — también soy su esposo, mucho gusto… todos se quedan admirados con esa presentación, entonces una de ellas dice — Abril, por qué nunca nos dijiste que eras casada?… me pongo muy nerviosa y no se que responder, mientras intento decirle algo, Bruno interrumpe y dice — si mi amor, por qué me ocultaste?… a qué está jugando, no entiendo; asi que respondo — no les había contado, porque nunca me lo preguntaron… sonrío con indiferencia y tomo un vaso de agua que hay en la mesa. Ellos se ríen y dicen — que bien te lo tenias guardado… sonrío y niego con la cabeza.

En ese momento suena la canción de salsa “amores como el nuestro”, y Bruno me toma del brazo hacia la pista de baile, me sorprende su reacción y digo — no tiene porque hacer todo eso… él me toma fuerte y me pega contra su cuerpo y dice — acaso no fue esa la primera canción que bailaste con Massimo?… no entiendo a qué viene eso, por lo que digo — y eso que tiene que ver?… sus movimientos van al compás de la música y reponde — no tiene nada que ver, solo quiero bailar con mi esposa… esta muy extraño, así que me intento alejar y le digo — no se a que está jugando, pero no me gusta, debería estar con su novia, déjeme en paz, ya estoy muy cansada de todo esto… me acerca aún más a su cuerpo, tanto que nuestras caras quedaron a milímetros de distancia y luego responde — eres mi esposa, debes comportarte como tal… toda la noche transcurre de esa manera, no me deja sola en ningún momento, no puedo negarles que ha sido una noche increíble, él se porto súper bien, fue una gran noche.

Se llega la hora de regresar a la mansión, él va prendido pero no borracho, tomo varios shots pero aparentemente está bien. Cuando llegamos a la mansión, me bajo como siempre de primeras y rápido, me da miedo que él dañe esta bonita velada.

Mientras empiezo a subir, él me toma del brazo y dice — por qué me huyes?… me quedo en una sola pieza, mi corazón se acelera y mis mejillas se sonrojan, luego respondo — no estoy huyendo, solo estoy cansada… me mira fríamente y empieza a subir conmigo las escaleras sin soltarme, luego dice — ok, te acompaño hasta la habitación… una vez llegamos, intento zafarme y él me toma de la cintura, acerca su rostro al mío y cuando menos me doy cuenta me ha besado, estoy tan nerviosa y sorprendida, que no se cómo reaccionar, así que trato de apartarlo, pero él comtinua besándome, es tan apasionado que me cuesta mucho mantener la cordura, así que me dejo llevar, luego empieza a dejar besos por mi rostro, cuello y empieza a bajar los tirantes del vestido, siento como un fuego recorre cada espacio de mi cuerpo, me acerca aún más a él, donde logro sentir su hombría, una parte de mi dice para, pero es más fuerte mi corazón y el deseo.

Luego con suavidad me pone sobre la cama y empieza a quitarse el traje hasta quedar completamente desnudo, no se cuantas veces en mi vida he estado en esta situación, pero definitivamente no creo que con alguien como él, es Perfecto, no tengo mejor palabra que lo describa.

Luego se pone encima de mi y empieza a retirar cada prenda de mi cuerpo hasta dejarme a su entera disposición. Después de besos y caricias el se posiciona para entrar, me mira fijamente y dice — lista?… repondo con mi voz entre cortada — si… después empieza a deslizarse suavemente, siento un fuerte dolor y gimo, él me mira y dice — te lastime… lo miro con lágrimas en los ojos y le digo — no, solo sentí un dolor, cuando entraste… me mira con intriga y dice — sabias que eras Virgen?… pasó saliva y digo — no tengo memoria, cómo podría saberlo, de razón tuve esa molestia… después de ese momento me da un beso en la frente y después baja a mis labios, luego empieza a moverse suave dentro de mi; después se vuelven más rápidos sus movimientos hasta que los dos nos caemos del placer.