Anabel

Fran y Anabel dieron un pequeño paseo. Ambos estaban nerviosos y sin saber qué decir

Él rompió el hielo - ¿Qué edad tienes Anabel?

Anabel - Tengo dieciocho, casi diecinueve. ¿Y tú?

Fran - Yo tengo veintisiete. ¿ Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?

Menuda pregunta, pensó Anabel - Aquí no hay tiempo libre, no sé que decir, mientras estamos despiertos, estamos trabajando.

Fran - ¿Y cuándo no trabajas?

Anabel - Duermo.

Fran soltó una carcajada y ella no entendía que tenía eso de gracioso.

Fran - Tus hermanos son muy simpáticos. Seguro que no te aburres con ellos

Anabel - Si , mis pequeñajos son un amor .

Fran -.Yo solo tengo una hermana, Valeria y aunque es mayor me tiene loco, no me imagino teniendo más de una. Por cierto, les he comprado unos libros de cuentos, estarán entre los regalos que hemos traído. Se los puedes leer por las noches, seguro que les encantan.

Anabel debió mirarle con demasiada sorpresa, porque él se dio cuenta de que había algo raro - ¿No sabes leer?

Anabel contestó avergonzada - No, nunca he ido a la escuela.

Fran - ¿Entonces qué diferencia hay entre tú y una cabra? Perdón no quise decir eso, solo ha sido una broma de mal gusto ... En mi cabeza sonaba mejor

A Anabel no le gustó esa comparación, si no sabía leer no era culpa suya ni algo que ella hubiera elegido. Pero tampoco tenía importancia, él se había disculpado, no le daría más vueltas.

Para cambiar de tema, Fran decidió hablar de algo que le encanta a las mujeres - ¿Cómo quieres que sea tu boda? ¿ Cómo las celebráis aquí?

Anabel - Nunca lo he pensado, de todas formas no es algo que yo pueda decidir. No sé qué querrán hacer mis padres

Ella estaba siendo transparente en sus respuestas, pero él solo veía a una chica hermosa, pero sin nada de personalidad, alguien sin opinión. Aunque eso no era malo, al contrario.

Fran- ¿Y qué opinas de casarte conmigo? Y no se te ocurra decirme que eso también lo deciden tus padres.

Pero es que es así, pensó Anabel para sí misma - Me encanta la idea de casarme contigo, me pareces perfecto para mí.

Fran - Vaya, no esperaba esa respuesta, pero me encanta. Yo también estoy deseando casarme contigo, me encantas.

Volvieron a la casa con los demás.

María -¿Y bien chicos, qué habéis decidido?

Fran - Si mis suegros lo permiten, quiero casarme cuanto antes. La semana que viene, como mucho

Rosaura sonrió contenta, eso sería perfecto. Así no alargarán el tema y su marido podrá devolverle el dinero a Manuel y asunto zanjado.

Pero Juan no pensaba lo mismo, casarse supone boda y la boda supone dinero que él no tiene.

Juan - Me encantaría, pero es muy precipitado y yo ahora mismo no tengo los medios para celebrar una boda, con todo lo que conlleva, este año las cosas están muy feas , hemos tenido pérdidas y no sabemos cómo vamos a sobrevivir a este invierno.

Fran-¿Entonces qué propone? Yo no quiero esperar mucho.

Juan - La celebración es lo de menos, lo importante es legalizar la unión, ante Dúos y ante la gente.

María tuvo una idea, de todas formas le horrorizaba la idea de una boda en ese lugar polvoriento. Hasta su propia hija se negaría a asistir.

María - ¿Qué les parece si traemos aquí al juez para que los case? Anabel se viste de blanco, los novios cortan el pastel ,os hacéis fotos con ella y se va con su marido. Allí ya haremos una boda digna de ella. Ustedes también vienen con nosotros, por supuesto.

Juan - Mi mujer y yo no podemos salir de la finca, aquí hay mucho trabajo y los animales no se pueden quedar solos. Pero la idea es perfecta, lo haremos como usted ha dicho.

María - Entonces no se hable más. La boda será la semana que viene. Vosotros no os preocupéis por nada, le traeré a Anabel todo lo que necesita una novia, incluida la tarta y las flores. Vendremos con el juez y un fotógrafo. Después cuando volvamos a nuestra casa daremos una gran fiesta,. Es una lástima que ustedes no puedan asistir.

En realidad para María era un alivio que ellos no fueran a la boda. Moriría de vergüenza delante de sus amistades, sobre todo si aparecieran allí con todos los mocosos.

Fran - Bueno, mamá tenemos que irnos. Si no, llegaremos muy tarde, mañana trabajo y tengo que madrugar.

María - Es verdad hijo mío, nos hemos entretenido y ya es tarde. Anabel querida, los regalos contienen algunas cositas que te he comprado, si algo no es de tu talla o no te gusta guárdalo y lo descambiamos más adelante. Ahora déjame tomarte las medidas, para buscarte el vestido perfecto.

Antes de irse Fran le dio una suma de dinero a su suegro. Este se hizo el digno y le dijo que no era necesario, pero Fran insistió - Acéptalo suegro, no me avergüences por favor. Ahora somos familia.

Cuando la familia se quedó sola, Rosaura se puso a saltar de alegría y a gritar como una loca - Esto es perfecto, es perfecto.

Margarita — Yo sigo sin entender nada ¿Por qué ha venido esa gente?

A pesar de su alegría por la inminente boda de Anabel,Juan no había olvidado la maldad que hizo su hija y no pensaba dejarla sin castigo.

, hombre comenzó a desabrocharse el cinturón,, mientras Margarita seguía intentando sonsacar a su madre ajena a lo que se le venía encima - Ahora vas a pagar por lo que has hecho, bruja endemoniada, hasta este día ,nunca te he pegado y por eso te has venido arriba comportandote como un monstruo envidioso.

Le dio una paliza que jamás olvidaría en su vida y está vez nadie la defendió, ni siquiera Anabel. Pero no le dolió tanto como la noticia de que su hermana se iba a casar con ese hombre tan guapo y se iría a vivir a la ciudad.

Se moría de envidia , tenía ganas de romper todos esos regalos preciosos que le habían traído. Ella no se merecía nada de eso, pero si su padre le había dado tremenda paliza por rasgar un vestido viejo , estaba segura de que la mataría si tocaba alguno de los regalos .