MOMENTOS QUE SE PIERDEN

CAPITULO 15

                                                     TRES MESES DESPUÉS

El día tan esperado había llegado iban camino ARENAS VERDES, el viaje era un poco largo pero habían salido con el tiempos suficiente como para hacer varias paradas para descansar, Juliana le comentó a su padre que estaba saliendo con Sergio y que si los podía acompañar y él no se opuso en lo mas mínimo, Alejandro ya se había dado cuenta que algo había entre ellos las pocas veces que los había visto juntos, le dijo que viajaran los cuatro en un solo vehículo así manejaban un rato cada uno y descansaban de a ratos, Julieta y Diego irían en su propio vehículo hicieron varias paradas en el camino conociendo distintos lugares, hasta que pasada la tarde llegaron al lugar Arenas verdes, era un pueblo pequeño pero muy pintoresco solo había un hotel para hospedarse en el lugar pidieron habitaciones para todos y una vez que se instalaron bajaron todo a comer algo, una señorita muy amablemente se acercó a la mesa

-Buenas tardes, mi nombre es Teresa y estaré aquí para cualquier cosa que necesites

-Buenas tardes Teresa soy Alejandro, ellas son mis hijas y mis yernos, un gusto Teresa…

-Bueno espero que estén a gusto el tiempo que pasen aquí -dijo Teresa luego pudieron algo ligero para comer, mientras conversaban de todo un poco Alejandro se dio cuenta que Guadalupe estaban con su mirada perdida

-Guadalupe en qué piensas- le dijo Alejandro mirándola, ella respiró profundo y dijo

-Nada solo quedé cautivada con ese atardecer tan lindo- todos se dieron vuelta a mirar y también les pareció muy llamativo el color naranja y rosa que se mezclaba en el cielo una pequeña briza cálida los envolvió y lo único que se escuchó por unos breves segundos fue el sonido del agua del mar golpeando las rocas.

-Si es muy bella postal, tal vez mamá se enamoró de los bellos atardeceres de este lugar…- comentó Juliana

-Sí seguramente - dijo Julieta limpiando una lágrima que se le escapó, Diego si lo noto y la abrazo sutilmente

-Bueno que es lo que tienen pensado hacer - preguntó Alejandro como para cambiar el tema

-Papá este es el mismo hotel donde encontraron a mamá -preguntó Guadalupe

-Si este es el mismo lugar - dijo él un poco consternado

-Bueno entonces habría que preguntar algún empleado si la conocieron o algo -sugirió Guadalupe

-Si, a esta chica… Teresa a ella le deberíamos preguntar -Juliana un poco exaltada…

-Sí me parece bien pero deberíamos hacerlo mañana por qué no vamos hacer un recorrido ahora y nos vamos a descansar -comentó Julieta

-Quería saber si se les ofrece alguna otra cosa-dijo Teresa sorprendiendo a todos

-Si…-casi en un grito dijo Guadalupe-Tú conociste a una señora que se hospedó aquí se llamaba Romina

-Si, la conocí muy bien - dijo agachando su mirada- ustedes son su familia verdad?- preguntó Teresa mientras limpiaba unas lágrimas que se escaparon sin permiso

-Si nosotras somos sus hijas y su esposo -dijo Juliana mirando a su papá

-Yo puedo hablarles de ella pero ahora no porque estoy en horario de trabajo -tomó un papel y anotó algo y lo dejo al lado de Guadalupe que estaba a su lado- está es mi dirección cuando ustedes quieran pueden buscarme

-Muchas gracias - dijo Julieta y Teresa se retiró.

Luego todos salieron a caminar y a recorrer un poco el lugar, tomaron por un camino que rodeaba la playa mirando cada detalle de aquel pintoresco lugar,  Alejandro lo primero que notó fue la tranquilidad del lugar, casi no habían turista y era un pueblo muy chiquito, no habían más de 400 habitantes, le llamó mucho la atención ya que a Romina no le gustaban ese tipo de lugares decía que eran aburrido y sin actividades para hacer.

Después de caminar por un largo rato conociendo el lugar fueron a caminar a la playa ya estaba de noche pero el ruido del agua golpeando las rocas y la brisa tibia que corría los atrajo hasta ella. Juliana al poco caminar se sentó cerca del agua se quitó las zapatillas y dejó que las olas mojaban sus pies por breves largos minutos sintió una paz que le invadía su cuerpo su mente estaba totalmente en blanco ella solamente estaba concentrada en el ruido de las olas golpeando las rocas, de repente en una milésima de segundos sintió como una fragancia floral llenaba sus sentidos era muy similar al perfume que su madre utilizaba a diario…los demás siguieron caminando Sergio se había percatado de que Juliana estaba allí sentada solamente se alejó un poco dándole espacio y la espero hasta que ella quiso continuar caminando. Después de un largo rato Juliana se levantó y continuó caminando en la dirección que todos iban sin darse cuenta que Sergio la estaba esperando a una orilla el camino por detrás de ella y la abrazó con cariño besando su cuello

-Te encuentras bien -preguntó él al ver sus ojos llenos de lágrimas

-Sí solo estoy un poco cansada estás de acuerdo con que volvamos al hotel

-Sí… si tú quieres volvemos no tengo problema -respondió Sergio mientras caminaba abrazado a ella.

-Al resto de la familia ya estaba lejos casi no los veían, Sergio y Juliana tomaron un atajo y decidieron volver al hotel una vez que habían llegado en la entrada se encontraron con el resto de la familia se despidieron y subieron a descansar, apenas llegaron a la habitación Juliana tomó una ducha rápida luego de cambiarse se sintió invadida por una tristeza y se sentó frente a la ventana por la cual se veía todo el mar reflejado por la luna… cuando Sergio salió la encontró llorando en silencio la tomó en sus brazos y la puso sobre su pecho y la abrazó con fuerza su llanto cada vez era más impotente, lloro  por un largo rato hasta que él la llevó a la cama se acostaron abrazado abrazados ella siguió desahogando su dolor por un largo momento hasta que se quedó profundamente dormida.