LA INDICADA

Abel analizó cuanto apoyo se necesitaba para zonas como la que Ivette había escogido para llevar apoyo, por lo que, dando forma a una idea, creo un proyecto que le presentó a su padre, el cual, implicaba buscar la forma de retribuir un poco a la sociedad, creando una fundación donde se pudiera aportar una parte de las ganancias de la empresa e incluso invitar a algunas otras, para que, a través de una fundación, pudieran ofrecer ayuda a la gente que no podía tener un seguro médico, para que pudieran recibir los medicamentos, tratamiento e incluso operaciones para poder recuperar su salud o mejorarla, le mostró las fotos que tomo mientras entregaban todo lo que llevaron y la que logró captar las reacciones de la gente beneficiada, mostrando cuanta necesidad había en ese lugar,

A su padre le pareció muy bien el proyecto de su hijo, lo platicaría con la asamblea de socios, para invitarles a crear esta fundación que iría de la mano con ellos, para ayudar al necesitado y a su vez no verse tan afectados, ya que las donaciones al ser libre de impuestos permitían tener gastos aceptados, sin generar compromiso fiscal, a su vez que aportaban algo bueno a la sociedad.

Cuando Ivette supo de lo que había hecho su novio se alegró, sabía que Abel y su familia era gente muy humanitaria, pero no al grado de crear incluso una fundación para ayudar a gente como la que ella apoyaba, por lo que le pidió a su familia que fueran parte de los que se integraran en el proyecto de su novio.

Pasaron los meses y Abel e Ivette seguían saliendo, juntos eran muy felices, se llevaban bien, se entendían, pero sin decirlo, ambos sentían que algo le faltaba a su relación, aun así seguían juntos, hasta que un día, estando solos viendo una película en casa de ella, se encontraban solos, de repente empezaron a besarse, poco a poco empezó a sentirse más caliente el beso, pero al intentar llegar a algo más, no pudieron, se sentían extraños, siempre andaban de las manos, se besaban, pero ese día sintieron que no era correcto lo que estaban haciendo, no por ser novios y no estar casados, sino, porque no se merecía el otro, que llegaran a algo que no sentían deseos de hacer.

Perdóname, Abel, pero no puedo.

Perdóname tu cariño, no debí sobrepasarme contigo, entiendo que no quieras seguir, yo no quería faltarte al respeto, yo.

No es eso, yo también quería, pero al sentir tus manos sobre mi piel desnuda, sentí que no era correcto, era como si tratará de hacerlo con mi hermano o alguien de mi familia, yo no puedo.

Tranquila, yo también sentí extraño, obvió no somos familia, al menos no cercana, pero, solo lo estaba haciendo porque pensé que tú también lo querías, pero en realidad yo también me siento extraño cuando trato de hacer algo más contigo, porque la verdad te quiero mucho, pero no me gustaría perderte como amiga, tras cometer un error, o haciendo algo que te pueda dañar o perjudicar, yo…

Yo creo que es mejor que nos demos un tiempo, solo así podremos saber, también eres muy valioso para mí y si pasará algo como lo que estuvo a punto de pasar, siento que no habría marcha atrás y después no podría verte a la cara, no podría soportar estar frente a ti sin sentirme mal y tampoco quiero dejar de verte y hablar, tus consejos siempre me ayudan, tus palabras, me ayudan a reaccionar adecuadamente, reflexionar cuando estoy actuando mal, pero eres más como mi hermano, mi confidente que como algo más.

Tienes razón, así que, amiga, podemos seguir viendo la película, dijo abrazándola, ella asintió y se abrazó a él para recargar su cabeza, sobre el pecho del chico.

Habían estado juntos poco tiempo, tenían tanto en común, que estar en pareja, los haría una pareja muy dispareja, sería como casarse consigo mismos, su vida llegaría a una monotonía que terminaría haciéndolos aburrirse, así que decidieron seguir siendo muy buenos amigos y buscar una persona con quién si fueran a funcionar.

Flavio por su lado empezó a invitar más seguido a Belinda, las asesorías en realidad, no las necesitaba tanto como les hacía pensar a los demás, en realidad, eran su pretexto perfecto para estar cerca de la chica, que de otra forma no pasaría tiempo a su lado, por ser tan callada, tímida y estar siempre estudiando o ayudando a los demás con asesorías para que pudieran aprobar sus materias.

Belinda al inicio se negaba, no quería problemas con las seguidoras de Flavio, ya que eran algo intensas, pero él le mostró que no iba a permitir que le hicieran algo, y le hizo sentir cuanto lamentaba no haberse dado cuenta lo que le hicieron en su casa, ya que, de haberlo hecho, él personalmente las hubiera corrido de ahí, solo agradecía infinitamente que su amigo si lo hubiera logrado notar y la hubiera ayudado en ese momento.

Flavio, la invitaba a todas las reuniones que tenía con los Muñuelos, puesto que vio que se sentía más segura, cuando asistía Abel a las reuniones, ya que, al haberla salvado, sentía cierta seguridad estando él, solo esperaba alguna vez poder trasmitirle esa misma sensación a Belinda con su presencia, puesto que no permitiría que alguna persona le maltratara. Poco a poco Belinda fue cediendo a participar con ellos, hasta que la hicieron sentir parte del grupo de amigos y ahora con gusto participaba con ellos en las diferentes reuniones, aunque no todas fueran del todo de su agrado, como las salidas por la noche, mismas en las que Camila y Fabiana le ayudaban a ponerse muy guapa, no porque se vistiera o arreglará mal, solo le faltaba conocer un poco más como destacar sus facciones y belleza natural.

Camila también empezó a salir con Marcos, al principio le gustaba estar cerca de él para hacerlo enojar, jugarle algunas bromas y sobre todo lo hacía apenar cada vez que le recordaba que a Georgina la conocieron por él, Marcos trataba de defenderse de las jugadas de Camila, pero ella siempre tenía algo que decir, como si supiera que va a decir él y estuviera preparada para dar la siguiente respuesta, algo que molestaba demasiado a Marcos, hasta que un día al no saber cómo defenderse, la única manera en que pudo reaccionar fue dándole un beso, mismo que ella al inicio la dejó sin poder reaccionar, nunca imagino que el chico hiciera eso, tampoco que su cuerpo reaccionará de manera que después de unos segundos le siguiera el beso y colocará su brazos alrededor del cuello del chico para profundizar el beso, dejándola con un color tan rojo, que parecía tomate.

Al separarse de los labios de Marcos, ambos se quedaron viendo a los ojos por varios minutos, que para ambos pareció horas, querían hablar, pero a la vez no salían las palabras de ninguno de los dos, querían adivinar que pasaba por la mente del otro, pero no podían ni imaginar lo que pensaban, estaban pasmados, solo pudieron quedarse sin poder decir o hacer algo, estaban sin reaccionar, él trató de hablar para disculparse, pero entonces ella salió corriendo, dejándolo preocupado, al pensar que ella se había asustado de él o la había molestado, necesitaba saber que había significado para ella ese beso, quería preguntarle y escuchar que la había hecho correr como si huyera de un cazador.

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