El mundo conocido está dividido en tres reinos, el mundo humano, el cielo habitado por los dragones celestiales y los zorros inmortales, mientras que entre ambos reinos se encuentra el reino de las bestias demoníacas. El gran dragón celestial tiene tres hijos, dos príncipes y una princesa consentida.
Fue prometida a un matrimonio al que se niega rotundamente. Ella, Yareli, única princesa y gran comandante de los ejércitos celestiales que lideró varias batallas consiguiendo muchos logros. Siendo respetada por todos sus méritos y grandes logros, ahora se veía en la obligación de casarse con alguien que mi siquiera conoce.
¿Qué pasará con ella cuando logré escaparse?
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Cap #15
Al día siguiente del encuentro con Miyu, en la pequeña casa donde Cixi y Suibian se encontraban residiendo, llegó la doncella de Miyu acompañada de otras dos doncellas menores. Traía un cofre en la mano que contenía algunas joyas que le habían pertenecido a la madre de Cixi, con algunas monedas de plata y oro. Las otras dos doncellas traían comida que dejaron sobre la mesa en la habitación de Cixi.
- la señora nos mandó para entregarle las pertenencias de su madre. La cantidad de moneda que recibe ahora, será la cantidad que recibirá a partir de ahora todos los meses. A cambio, la señora solicita que no se muestre en la mansión principal-.
La doncella principal de Miyu había dejado claro el mensaje, en otras palabras, debía mantener su existencia oculta y no mostrarse a nadie.
Rápidamente, al término de sus palabras las doncellas se retiraron del lugar. Cixi se quedó mirando lo que había en la mesa, Suibian corrió para subirse a la mesa con la intención de probar la comida, pero Cixi lo detuvo.
- detente cachorrito. No comas eso. Tengo la ligera sospecha de que tienen un ingrediente de más-.
Suibian se quedó quieto a mitad de camino, y se sentó mirando a la humana que lo acompañaba. Luego miró la comida con detenimiento y solo entonces pudo darse cuenta de que estaba envenenada.
- parece que la vieja no pudo quedarse quieta-, comentó Cixi mientras se acercaba a la mesa donde se encontraban los artículos y la comida.
- al menos las joyas y las monedas serán de utilidad, pero esto no se quedará así-. Una sonrisa despiadada había aparecido en el rostro de Cixi mientras acariciaba las joyas que le pertenecieron a la madre de la verdadera Cixi, y el cachorrito complacido con eso, se acercó a ella frotándose en sus piernas. Ella dejó las joyas y se agachó para tomar a Suibian en sus brazos.
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Mientras tanto, en la frontera...
Un atractivo hombre entraba en su carpa de descanso acompañado de su ayudante.
- finalmente podré regresar a casa. Y ver a mi hija. Han pasado muchos años-.
- estoy seguro que se alegrará de verlo-.
- Mi querida hija Cixi, ya debe estar en edad para casarse. Desde niña se parecía a su madre, así que ahora debe ser tan bella como lo fue ella cuando la conocí. Lu, prepara todo, mañana mismo empezaremos el camino de regreso a casa-, el general con una brillante sonrisa hablaba mientras su ayudante y segundo al mando le quitaba la armadura que traía puesto.
- no sé preocupe general, todo estará listo para nuestra partida mañana. La señorita estará contenta de verlo-, Lu sonreía mientras recordaba a la Niña que conoció, en ese entonces le había parecido hermosa y sin dudas, ahora debe estarlo incluso más. Fue su amiga de infancia, y él también deseaba volver a verla.
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Al día siguiente de la visita de las doncellas, en la mansión principal había una situación un tanto problemática, la doncella principal de la señora Miyu había quedado en coma. Las sirvientas ante su ausencia, y después de buscarla por toda la casa, fueron a su habitación, donde la encontraron en su cama, como dentro de un profundo sueño. No había forma de despertarla, pero seguía respirando con normalidad. Simplemente, no tenía energía.
Y no solo fue ese acontecimiento lo que generó alboroto, las otras doncellas menores habían sido encontradas muertas por envenenamiento, frente a las puertas de la habitación de la señora Miyu. Cerca de ellas se había encontrado comida. Era la misma comida que se le fue enviada a Cixi el día anterior.
Miyu cuando despertó aquella mañana había salido por su cuenta, ya que su doncella principal no había llegado. Y su sorpresa fue encontrar a aquellas mujeres en su puerta. Su grito atrajo a los guardias, y la situación escaló un poco más cuando no se pudo encontrar a la doncella mayor, hasta que la buscaron en su habitación.
Se le informó a Miyu sobre la situación de su doncella mayor, y ella solo ordenó a las sirvientas que se encargaran de cuidarla mientras que a los soldados les pidió que se encargaran de los cuerpos. Debían ser devueltos a sus familias.
Dentro de su habitación, Miyu finalmente pudo descargar su ira golpeando la almohada y rompiendo unas cosas.
- No me quedan dudas, debe ser obra de esa bastarda. Me está declarando la guerra-, pensó después de recomponerse.
Por otro lado, Cixi estaba en un bar, sentada con el zorrito en su regazo mientras esperaban la comida que habían pedido.
- me hubiera gustado ver la cara de esa mujer cuando encontró a sus doncellas-, Cixi sonreía mientras acariciaba a su cachorrito y se quedó pensando en algo y de pronto volvió a hablar...
- pero, lo de la doncella principal es extraño. Solo me encargué de las dos que la acompañaron porque eran las mismas doncellas que maltratan a la verdadera Cixi. Pensaba dejar para la próxima a su doncella principal. Me pregunto, ¿Qué habrá pasado?.
El zorrito al escucharla, se removió un poco habiendo el hijo derecho para mirar a Cixi, internamente se estaba riendo al recordar lo que hizo anoche.
- tanta gente mala a tu alrededor, para mí es una bendición. Puedo quitarles la energía sin remordimientos-, pensó Suibian y se volvió a acomodar en su regazo mientras esperaba su comida.
