Años después de ser vendido a piratas por su mejor amigo, y que el padre este se case con Catalina, su prometida, Raúl regresa al río de la plata en busca de venganza y se reencuentra con su hermana, Esperanza, quien con su adorable carácter tratará por todos los medios que no efectúe su cometido, aunque todo plan de venganza puede caer al reencontrarse con Margarita, la hermana rebelde de su ex prometida.
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capitulo 13: "EL INFORMANTE”
Minutos antes, Esperanza también estaba caminando hacia la casa. Al parecer, trataré de escapar de la gente era un don de familia. Subió muy distraída la gran escalinata de la entrada, concentrada en un punto fijo, sin ver nada en realidad. Cuando giro, muy al pasar, la cabeza hacia un costado, se quedó inmóvil de la impresión ¡Oh, por Dios! ¿Ese era su hermano y... Catalina? ¡Estaban muy juntos!
Henry se acercó a ella.
-¿Habéis visto a Raúl? Le están buscando.- pregunto.
-Si, le estoy viendo justo en este momento.- respondió ella y él también miro.
-Oh, esto no es bueno... Nada bueno.- comento Henry.
-¡La ha besado!- exclamó ella mirando a Henry, pero detrás del muchacho vio algo más que se aproximaba -¡Se acerca Uriarte Soler!- le golpeó suave el brazo e hizo una seña para que el joven inglés mire también.
-¡Ay! Está bien, am... Usted para allá y yo para aquí.- dijo rápidamente él.
Esperanza fue hacia el hombre muy de prisa.
-Señor Uriarte Soler.- le dijo -Me alegra encontrarle...-
-Jovencita, ahora no, estoy buscando a mí esposa.- respondió él.
-Pero la acabo de ver en la fiesta... cómo le decía, estoy pensando muy seriamente en ser institutriz, ahora que... Estoy sola en este mundo.- invento.
-Bueno, es lo único que puede hacer una joven sin esposo.- dijo el hombre. Ella se sintió insultada, aunque intento esconder el enfado.
-Sí.- respondió con una sonrisa forzada -Y quería preguntarle sobre rutas navieras.- continuo tomándolo del brazo y retornando al evento.
Alfredo era tan egocéntrico y creía saberlo todo, que cuando comenzó a hablar se le olvidó su esposa.
Por su parte, Henry interrumpió a Raúl. Carraspeo primero la garganta, para que él lo escuché.
-Lo lamento... Señor.- dijo incómodo.
-Un momento, Henry.- respondió Raúl, apartándose rápido de Catalina, mientras ella se tapaba la boca con las manos por la vergüenza -Lo siento, señora, pero debería regresar con su esposo.-
Ella lo miro ruborizada y disgustada.
-Ahora confirmo que no sois quien yo creía.- dijo.
Algo que a él lo dejo pensando, ¿Sería posible que no lo haya reconocido?.
De igual manera, se marchó con Henry, quien solo lo miraba mientras caminaban.
-¿Y bien?- pregunto.
-Ouh, sí...- respondió el muchacho algo distraído -Te está buscando... "El informante". Se encuentra en la mesa de banquetes.-
Entonces Raúl se dirigió hasta la mesa del banquete de la boda, en donde Ignacio se servía comida para disimular.
-¿Qué tenéis para mí?- pregunto directo.
-Hay un viajante... Italiano creó.- respondió Ignacio -Benicio Rossini, en ocasiones visita Buenos aires.-
-Si ¿Y eso?- continuo Raúl sin encontrar el punto.
-He visto a mí padre entregarle una nota de manera extraña...- siguió en joven - Sospechoso.-
-¿Creéis que la nota pueda estar dirigida a alguien en especial?- pregunto Raúl divagando.
-Eso no lo sé, señor... Pero se hospeda en la posada de la viuda Yáñez.- respondió Ignacio -Esa mujer es...-
-Sé quien es.- lo interrumpió Raúl.
-¿Y ahora? ¿Qué haréis?- pregunto.
-Por el momento, agradecerle por su información.- respondió él de modo brusco y se marchó.
Más tarde, Raúl y Henry estaban en el despacho hablando del tema, cuando Esperanza entro al cuarto.
-¿Cómo está nana?- pregunto Raúl refiriéndose a Eduvigis.
-Está muy cómoda, al parecer ya dormía cuando salí de su cuarto.- respondió ella sonriendo, luego se paró frente al escrito y de cara a su hermano -Ahora si ¿Queréis matarnos de un susto?-
-Está bien.- respondió seco Raúl -Se me fue de las manos, pero no acotaré comentario alguno al respecto.-
-Raúl tiene nueva información.- tercio Henry para calmar las aguas.
-¿Información? ¿Qué información?- pregunto Esperanza tomando asiento.
-Al parecer, existe un hombre italiano, con una nota sospechosa en su poder entregada por Alfredo.- respondió Raúl.
-Y se hospeda en la posada de... Victoria Yáñez.- agrego Henry.
-¿Por qué es relevante en donde se hospeda?- pregunto ella.
-Porque... Es amante de Alfredo.- respondió su hermano.
Esperanza quedó boquiabierta.
-No puedo creer... Tiene un amante.- musitó ella sorprendida.
-¿Qué haréis?- pregunto cómo siempre Henry.
-Iremos y la tomaremos.- dijo Raúl.
-Oh ¿Así de simple?- acotó ella con cierta ironía.
-No podéis ir con muchos... Para no ¿Alarmar?- sugirió Henry.
-Si, lo sé...- afirmó Raúl.
-Pero tampoco podéis ir solo - continuo su amigo.
-Pero no tú, si alguien te oye hablar nos delataría.- agrego él.
-Tiene que ser alguien que te pueda ayudar si lo necesitas...- dijo divagando el joven inglés.
Ambos se quedaron observando pensativos, hasta que Raúl giro la cabeza hacia Esperanza.
-Ah, no...- dijo ella dándose cuenta de lo que tramaban -La última vez fue porque sus vidas estaban en peligro, esto es diferente, no quiero asesinar a nadie.-
-No tenéis que asesinar a nadie, es solo por si se complica.- insistió su hermano.
-No.- respondió ella en tono firme.
-Por favor hermana... Solo confío en Henry y en ti.-
-¡No!- dijo Esperanza nuevamente.
-Por favor...- suplico Raúl.
-He dicho que no y es mí última palabra.- finalizo la joven.
