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El Mago Que Quemó Todo

El Mago Que Quemó Todo

Status: En proceso
Genre:Aventura / Harén / Magia / Magia y demonio / Padre soltero / Héroes / Salvando al mundo
Popularitas:4.6k
Nilai: 5
nombre de autor: Charly93

El mago que quemó todo. Una falsa desde el inicio, un heroe que se convirtio en leyenda por destruir a los magos negros y traer paz al mundo. Si supieran la verdad de él, lo verian como un tipo lujurioso que nunca hizo el minimo esfuerzo.

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15. La nueva era

La tarde caía sobre la pequeña casa que Cedric compartía con Lysander. Al entrar, encontró a Evangeline . Lysander jugaba felizmente con algunos juguetes en el suelo, sus risas llenaban la estancia.

— Cedric, has vuelto. ¿Cómo te fue? —preguntó Evangeline con una sonrisa, observando cómo Cedric tomaba a Lysander entre sus brazos.

Cedric se acercó a Lysander y lo levantó en el aire, provocando risas jubilosas del pequeño. La sonrisa de Lysander iluminó la habitación, y Cedric sintió un cálido alivio al ver que su hijo estaba seguro y feliz.

— Gracias por cuidar de él, Evangeline. No sé qué haría sin tu ayuda. Todo ha ido bien, no es lo que esperaba, pero al menos tenemos paz sin los magos negros —agradeció Cedric, sus ojos reflejando la gratitud.

Evangeline notó la expresión diferente en el rostro de Cedric, algo más suave y cálido de lo que solía ser. La transformación en su actitud no pasó desapercibida para ella.

— ¿Estás bien, Cedric? Pareces diferente, más relajado —comentó Evangeline con curiosidad.

Cedric miró a Lysander, quien le sonreía con inocencia, y luego volvió la mirada hacia Evangeline.

— Creo que todo está empezando a aclararse. Los magos negros han desaparecido, y estoy decidido a cuidar de Lysander de la mejor manera posible —confesó Cedric, compartiendo una parte de la verdad.

Evangeline asintió, reconociendo la carga que Cedric había llevado por tanto tiempo y que ahora parecía aligerarse.

— Es bueno saberlo. Si necesitas ayuda en algo más, aquí estaré. Además, desde que desaparecieron los magos negros, me quedé sin trabajo, pero supongo que es una buena noticia en este caso —añadió Evangeline con una leve risa.

Cedric sonrió ante la positividad de su amiga, agradecido por tener a alguien en quien confiar en estos tiempos de incertidumbre.

.

Mientras el crepúsculo envolvía la pequeña casa de Cedric, él se sentó con Evangeline. Lysander jugaba alegremente a su lado, ajeno a la conversación de los adultos.

— Evangeline, sé que esto podría atraer mucha atención, pero es parte de lo que tengo que hacer, tengo que asumir la responsabilidad de derrotar a los magos negros, solo así podrá haber paz en el reino—expresó Cedric con determinación, mirando a Lysander con amor.

Evangeline asintió, comprendiendo la gravedad de la situación. Conocía las miradas curiosas y los susurros que seguirían a Cedric en adelante. Sería el mago que había quemado todo, el hombre sobre el cual la atención del reino se centraría.

— Cedric, es un riesgo enorme. Podrías ser el blanco de ataques, que hayas derrotado a los magos negros fue más por pura suerte. No puedo evitar preocuparme por ti y, sobre todo, por Lysander —mencionó Evangeline con sinceridad, su mirada preocupada.

Cedric apretó la mandíbula, pero su determinación no flaqueó.

— No tengo muchas opciones, creo que está vez tendré que tomarme el entrenamiento enserio —aseguró Cedric, mirando con seriedad a su amigo.

Evangeline suspiró, reconociendo la nobleza en la decisión de Cedric.

— Entiendo. Haré todo lo posible para ayudarte, Cedric. Pero debes saber que no podré cuidar de Lysander para siempre. Necesitaré encontrar otro trabajo eventualmente —advirtió Evangeline, preocupada por el futuro incierto que les esperaba.

Cedric asintió, agradecido por la honestidad de Evangeline. Sabía que la situación sería complicada, pero su determinación no vacilaba. Se levantó y acarició la cabeza de Lysander, quien lo miraba con ojos curiosos.

— Gracias, Evangeline —dijo Cedric.

— Está bien Cedric, nos veremos luego — dijo Envageline antes de ponerse la capucha y caminar hacia la oscuridad.

La noche envolvía la casa de Cedric con su manto oscuro, mientras Evangeline se despedía, dejándolos en la intimidad de su pequeño hogar. Cedric observó a Lysander, el pequeño ser que había alterado su vida de maneras inimaginables. El niño sonreía plácidamente, ajeno a la tormenta que se avecinaba.

Con pasos silenciosos, Cedric se dispuso a preparar la cena para Lysander.

Después de la cena, Cedric acostó a Lysander a su lado, observando con ternura el rostro sereno del pequeño. En la penumbra de la habitación, se prometió a sí mismo que haría todo lo necesario para mantener a Lysander a salvo.

Cedric se recostó, pero sus pensamientos seguían activos. Observó a Lysander con una mezcla de amor y preocupación. ¿Cómo un ser tan pequeño podía albergar un poder tan grande? Cedric sabía que debía entrenar y dominar ese poder, no solo por su bien, sino por el bien de todos aquellos que lo rodeaban.

La noche avanzó en silencio, solo interrumpida por el suave murmullo de Lysander en su sueño. Cedric se sumió en reflexiones, comprometiéndose a entrenar día y noche, a enfrentar cualquier desafío con valentía.

Después de asegurarse de que Lysander estuviera cómodo, Cedric cerró los ojos, listo para sumergirse en el reino de los sueños.

***

La madrugada envolvía la academia de magos cuando Cedric, con Lysander en brazos, llegó al lugar de entrenamiento acordado con su padre, Magnus. Las luces tenues iluminaban el camino mientras Cedric se dirigía hacia la figura imponente de Magnus, quien lo esperaba con una mirada severa.

Al observar a Lysander en los brazos de Cedric, un destello de algo parecido a la ternura cruzó por los ojos de Magnus, pero fue reemplazado rápidamente por su habitual expresión seria. Cedric sintió la presión de las expectativas mientras su padre le recriminaba por no haber dejado a Lysander al cuidado de alguien más.

— Cedric, ¿No podrías haberlo dejado con alguien de confianza mientras entrenas? —reprochó Magnus, con su tono autoritario.

Cedric sostuvo a Lysander con firmeza, defendiendo su elección.

— Todos tienen que trabajar, padre. No puedo dejarlo con cualquiera. Y no permitiré que nadie lo ponga en peligro. Lysander merece algo más que eso —respondió Cedric, con determinación en su voz.

Magnus frunció el ceño, pero luego pareció considerar las palabras de su hijo. Después de un breve momento de silencio, habló con una mezcla de seriedad y pragmatismo.

— Desde el día que decidiste mentir, Cedric, te convertiste en el héroe de este país. Te sobrará dinero para contratar a alguien de confianza que cuide a Lysander. No debes cargar con todo tú solo —aconsejó Magnus, reconociendo la nueva realidad.

Cedric apretó la mandíbula, comprendiendo las implicaciones de las palabras de su padre.

— No lo dejaré con cualquiera, padre. No todos son de confianza —declaró Cedric, su determinación inquebrantable.

— deja tomarlo en mis brazos — dijo Magnus, apenas pudiendo decir tales palabras, como si se apenas se atreviera a cumplir tal hazaña.

— Aquí está. Cuídalo bien —dijo Cedric al entregar a Lysander a Magnus, su voz contenía un rastro de desconfianza.

Magnus tomó al pequeño con cierta torpeza, no mostrando la destreza ni la ternura que Cedric hubiera deseado. Aunque, al dirigirse a su hijo, sus palabras fueron estrictas.

— Déjalo conmigo. Necesitas concentrarte en tu entrenamiento si quieres controlar ese poder. No dejes que la distracción te debilite.

Cedric, a regañadientes, se apartó de su hijo y comenzó a ejecutar su rutina de ejercicios mágicos. Sin embargo, su mente estaba dividida, incapaz de enfocarse completamente en el entrenamiento. Cada destello de magia que liberaba era seguido por la preocupación por el bienestar de Lysander. Tan solo observó cómo Magnus desaparecía de la habitación.

Las imágenes de lo que Magnus podría hacer con su hijo, del monstruo que había sido en el pasado, flotaban como sombras en la mente de Cedric. El miedo se mezclaba con la determinación mientras continuaba su práctica, consciente de que la protección de Lysander dependía de su habilidad para controlar el poder que ahora fingía poseer.

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VagaBond
Nunca pensé que un libro pudiera tocarme tanto el corazón. Esta historia me ha conmovido hasta lo más profundo. 🥺💓
Nụ cười nhạt nhòa
en verdad q tiene un buen estilo
HEEJIN
Me gusto mucho tu capítulo, necesito descubrir lo que va a suceder a continuación. 😍 ¡Por favor, no me hagas esperar demasiado!
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