CATARINA: LA ÚLTIMA NIÑERA

Unos 5 minutos después, Catarina regresó al baño y parándose junto a la puerta, pronto dijo:

—Oye pequeñito, ¿cuál de los dos prefieres, el de patito o el de seda? - preguntó Catarina, refiriéndose al pijama que llevaba en ese momento.

—Ponlos ahí, en un ratito les doy un vistazo y luego elijo, no elijo nada por color o modelo, me gusta tocar la tela-dijo Luca mientras sostenía una botella de champú, en su rostro. una pequeña sonrisa, había un atisbo de burla, pero Catarina no se dio cuenta.

Catarina le devolvió la sonrisa mientras caminaba hacia un pequeño taburete, pero Catarina no dio ni 3 pasos y pronto cayó de culo al suelo, la caída fue enorme y sintió mucho dolor en la cadera.

—Dios mío, eso duele mucho. Pero ¿qué es esto, esto...?

Dejó de hablar bruscamente al ver que el piso estaba lleno de champú, miró en dirección a Luca y lo vio sonriendo y eso la dejó desilusionada, en ese momento entendió por qué las niñeras simplemente se fueron dejando atrás todos los beneficios.

Mientras Catarina lucha por levantarse, haciendo muecas y soltando algunos gritos de dolor, Luca parece tener dificultades para dejar de sonreír, le encanta meterse con los empleados de la mansión.

Catarina se queda en el suelo, forzó una sonrisa, miró a Luca y dijo:

—Si mi dolor te hace feliz y hace que el tuyo desaparezca aunque sea por un minuto, entonces bájame cuando quieras y con el tiempo tal vez entenderás que no soy tu enemiga, al contrario, quiero ser tu amiga – dijo Catarina y luego se levantó.

Luca se quedó en silencio, pensando en lo que acababa de hacerle a esa joven, ¿estaría mal querer quitar a todas las niñeras, solo para que Andrey se hiciera cargo de la situación y se dedicara a su hijo al menos una hora al día? ?

Luego de las palabras de Catarina, un extraño silencio reinó en el baño, Catarina se molestó y sinceramente pensó en salir de esa casa de locos de inmediato, pero lamentablemente su situación económica no es buena y por lo que Catarina tendrá que aguantar.

Después de ayudar a Luca a secarse y ponerse el pijama, Catarina dejó a Luca en la habitación jugando videojuegos y fue a preparar la cena, en ese momento encontró a Alice, quien sonrió y dijo:

—Me di cuenta de que cierta señora ni siquiera almorzó, mira querida, aquí el empleado puede incluso atacar el refrigerador en las primeras horas de la mañana si quiere, el señor Andrey tiene un temperamento fuerte, pero no es tacaño. .

—No es eso señorita Alice, solo se me olvidó comer, creo que debe ser felicidad por haber encontrado trabajo – respondió Catarina mientras caminaba hacia la despensa.

-Por qué caminas así y encima estás toda mojada- dijo Alice mientras miraba la espalda de Catarina, al caer de culo al suelo, el lugar tenía una gran marca de humedad y esto llamó la atención de Alice.

—El pequeño de allí tiene mal carácter y no acepta que le contradigan y con eso recibí un regalo de bienvenida – respondió Catarina.

Como estaba un poco lejos de Alice, su voz era un poco fuerte, en ese momento Andrey llegó a la cocina, escuchó parte de la conversación y luego preguntó:

—¿Quién te dio un regalo de bienvenida dejándote en una situación tan deplorable?- dijo Andrey mirándola de pies a cabeza y luego se sentó en el taburete muy cerca de la encimera de la cocina y esperó la respuesta.

Al escuchar la pregunta del jefe, Catarina esbozó una sonrisa tímida y dijo:

—No se preocupe señor Andrey, me acabo de caer al baño.

—Y por casualidad, ¿te enferman las piernas?-Preguntó Andrey, mientras mostraba una sonrisa burlona para luego caminar lentamente hacia Catarina, con las manos en los bolsillos y emanando una sonrisa.

aura aterradora.

Al ver eso, la joven retrocedió unos pasos, miró a Alice y luego dijo:

—Lady Alice, voy a darme una ducha y cambiarme y en un rato volveré para prepararle la cena a Luca, dijo Catarina, planeando ya salir rápidamente de la cocina.

—Está bien, cariño, déjame hacerlo hoy, porque…

—Negativo, este es tu trabajo, haz bien tu trabajo, por eso tu salario es tan alto, ¿o crees que te contraté solo porque eres bonita y hueles bien?, Catarina y la acerco, le dio una sonrisa amarga y dicho:

—Nunca se me hubiera ocurrido algo así, pero realmente necesito darme una ducha, así que por favor déjame ir, dijo Catarina.

En ese momento Felipe y Willian llegaron a la cocina, llamaron a Andrey para hablar con la oficina y con eso Catarina pudo respirar aliviada.

Tratando de evitar más dolores de cabeza, Catarina dejó el baño para más tarde y luego comenzó a preparar una sopa de verduras para Luca.

—¿Dónde aprendiste a cocinar tan bien? ¿Estás casado?- indagó Alice ante las órdenes del jefe.

—Aprendí a cocinar con mi padre, mi madre lo llamaba el maestro de las recetas. Y no, no tengo marido ni novio, ya tengo suficientes problemas - señaló Catarina.